25. Sile, amiga de Jerome

30 5 10
                                    


 A veces pienso que soy mi peor enemigo. Y lo digo en serio, yo sola cabo mi propia tumba hablando de más. Aunque entro en un dilema pues necesito hablar y expresar todo lo que tengo o podría explotar con tantos pensamientos que inundan mi cabeza. Necesito que alguien más, a parte de mi cabecita ansiosa y yo, analice situaciones que me atormentan, como ahora.

Lo que sucedió con Jerome hace dos días sigue atormentándome que no he podido dejar de pensar en ello. Alenka, como ya es de costumbre, se ha convertido en mi confidente y después de haberle relatado lo que ocurrió, me mira con expresión desconcertada en su rostro. ¿Será que estaba alucinado? ¿Exageré o malinterpreté sus acciones?

—¿Sólo eso?— pregunta con expresión de querer más.

—Sí.

—¡Ahh Jerome!— Alenka se deja caer dramáticamente sobre su cama temporal, en casa de Lula y Vee —. ¡¿Cómo puede ser tan... tonto?!

¿Tonto? ¿Por qué?

—Pero me dio su bufanda, eso fue lindo.

—¡Claro! Una bufanda es mucho mejor que un beso— dice poniéndose de pie de un salto —. ¡Ajá! Ves, tengo la razón.

No puedo negarlo, porque definitivamente una bufanda no es mejor que un beso pero eso fue lo que hubo y tampoco me quejo.

Recuerdo lo que pasó hace unos días, cuándo creí que Jerome iba a besarme pero lo único que sucedió, fue que me puso su bufanda sobre el cuello. "Hace mucho frío, no quiero que te enfermes", fue lo que dijo, dejándome atónita.

¿Qué podía decir ante esto? Unicamente le agradecí y continuamos nuestra caminata. No sé si fui yo la que malinterpretó sus acciones pero realmente pensé que iba a besarme, estoy segura que no lo imaginé. Supongo que no fue producto de mi imaginación pues Alenka, también lo pensó incluso cuando sólo le relaté lo que pasó.

Lo que había ocurrido me dejó sin palabras que ni siquiera pude articular una frase completa el resto del camino. Y la noche en general estuve callada, aunque trataba de ocultarlo, ese momento seguía invadiendo mi cabeza. Alenka se había dado cuenta de ello pero no fue hasta ahora que pudimos tener tiempo a solas para contarle.

—Ya sé que...

Mi alarma ha sonado, lo cual me interrumpe a mitad de oración. A esta hora Kenzie me dijo que los niños ya habrían salido de unas actividades que tenían planeadas con sus primos.

—Oh, espera.

Tomo mi celular y rápidamente busco el nombre de Kenzie. Necesito saber como sigue Niamh y que tal la están pasando. Los extraño demasiado.

—Claro, evade la conversación.

—No estoy evadiendo nada, tengo que llamarle a los niños— claro que la estoy evadiendo pero esta situación me ha caído como anillo al dedo así que presiono rápidamente la pantalla para llamar a Kenzie.

Los segundos se hacen interminables y la insistente mirada de mi amiga no parece dejarme tranquila, pero finalmente contesta. La imagen se hace presente un momento después. Ahora una Kenzie muy alegre aparece en mi pantalla junto con Eoghan y Niamh a cada uno de sus lados. ¡No puedo creer que los veo más grandes y sólo han un par de días!

—¡Hola mis monstruitos!

—¡Hola monstruita!

—Niamh— escucho que Kenzie le llama la atención.

—Ella empezó.

Alenka ríe detrás de mi y con justa razón, yo tampoco puedo evitar reír.

—¡Los extraño!— respondo demasiado emocionada, de verdad que sí —. ¿Ya te sientes mejor Niamh?

Polaroid Boy (Versión 2022)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora