Una última vez

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¿En donde estamos?, Este es…¿Es mi habitación?, ¿Ese es…es mi cuerpo?…Soy yo, ¿Qué demonios?
–¿Qué estamos haciendo aquí?– ¿Por qué?, ¿Por qué te ves asi?
–Te lo dije, comenzaremos con tu último atardecer – incluso su voz, es tan y como la recuerdo
–¿Por qué tomas esa forma?, ¿Por qué usas su cara?–
–No soy yo Jack, es tu decisión, nosotros los mensajeros tomamos la forma del ser que más amaste en tu vida, dime Jack, ¿Quién soy yo?–
–Tu lo sabes –
–Yo lo sé, la pregunta es, ¿Tu lo sabes?–
–Beth, la dueña del nombre que elegiste –
–Ella era importante, ¿No es así Jack?–
–Ella era todo para mí –
–¿Por qué no seguiste por ella Jack?, ¿Por qué te sumergiste en el abismo Jack?–
–Cualquiera puede caer en el abismo, pero no todos pueden caminar en la oscuridad, ¿Por qué cuando caemos nadie nos extiende la mano? –
–Supongo que eso ya no importa, mira Jack – alguien trata de forzar la puerta, nadie me ha visitado en años, ¿Quién podría ser?–
–Jack, ¿Dónde estás?– no puede ser, ¿Qué hace ella aquí?
–¿Quién es?–
–Es Jane, mi exnovia, terminó conmigo hace unas semanas –
–¿Eso hizo que volvieras a caer?–
–Ella se convirtió en todo para mí, que se alejara de mi, fue lo que me empujó a sujetar la navaja –
–Dime Jack, ¿Por qué te cortabas?–
–Muchos creen que lo hacemos para no sentir dolor, pero yo lo hacía para saber sí aún seguía con vida, cada corte que daba, cada gota de sangre que caía, me hacía entender que mi corazón aún seguía latiendo –
–Ya veo, ¿Por qué no vemos cuando fue la primera vez que lo hiciste?–

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¿Dónde estamos?, Esta es… la casa de mi madre, recuerdo este lugar, este horrible lugar
–Oye tu, inútil, ¿Qué estás haciendo aquí?– mi madre, una mujer de 42 años que me odia por hacerme culpable de la muerte de mi padre y mi hermana, la recuerdo tan bien, cabello negro siempre sujetado con una coleta baja, ojos negros exactamente idénticos a los míos, mi hermana había heredado los ojos verdes de mi padre, un par de ojos que te recordaban la tranquilidad del bosque
–Voy a mi habitación, baje para preparar algo de comer –
–No esperaré a que baje a la qué hora que quieras inútil –
–Estaba haciendo…– ni siquiera había terminado de hablar y me soltó una fuerte bofetada, cada vez eran más comunes, odiaba que le contestara si ella no lo permitía, odiaba que hablará, no, ello odiaba simplemente que yo estuviera con vida
–No hables si yo no te he dado permiso, ¡Lárgate, no te quiero ver!, Tu debiste morir en lugar de tu padre y tú hermana, todo sería mejor si hubieras muerto en su lugar – si yo hubiera muerto en su lugar, cada que tenía la oportunidad me lo decía
–Vaya, así que aquí comenzó todo –
–Si, ese día después de subir a mi habitación, tome el cúter que tenía entre mis cosas, me encerré en el baño, y caí en el abismo, no creí que fuera verdad, siempre critique a quienes se hacían daño a si mismos, pero en ese momento, ese momento en el que me comencé a cortar, todo cambio, con cada corte, con cada gota de sangre que salía de mí, cada vez que lo hacía, una y otra vez, cada corte que había en mi brazo, me hacía recordar, que aún seguía con vida…

Un día después de mi suicidioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora