Un egocéntrico varón llamado Naruto Uzumaki, se despierta un día viviendo otra vida: Es un vendedor de neumáticos, casado con su antiguo novio al que había abandonado hace años solo para que no fuera un obstáculo en su carrera en el mundo de las fin...
¡Hola!, Les traigo este nuevo capítulo. Espero lo disfruten 😁
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- Mira... sé que esto debe ser muy extraño y confuso para ti. Súbete, te lo explicare todo -
Tuve que contener el aire apenas escuché ello, no sabía que hacer y él al ver mi indecisión me insistió por segunda ocasión que lo acompañara. Así que observé donde había dejado la camioneta para recordarlo después y subir con él, en lo que apenas lo hice le piso al acelerador.
- ¿Qué esta sucediendo? - Me extendió una bolsa de papel para que pudiera respirar dentro de esta y conseguir calmarme, cosa que le agradecí internamente, ya que sentía el aire pesado y se me dificultaba respirar.
- No te alteres demasiado. Solo recuerda que esto tu lo pediste -
- ¡¿QUE COSA?!, ¡PERO SI YO NI PEDÍ NADA! - me separe de inmediato de esa bolsa para gritarle eso. ¿Yo lo pedí? Pfff ¡claro que no!, enserio tenía ganas de golpearlo en la cara.
- "Tengo todo lo que necesito" ¿te suena familiar? -
- ¿Qué? ¡AHH! - ¿Este demente nos quiere matar? Acaba de bordear una esquina entre un poste y un autobús ¡Dios Mío, que susto! - ¡NO HAGAS ESO DE NUEVO! y por favor, solo explícame de manera clara y sencilla que yo pueda entender, lo que me esta sucediendo. ¡Deja de darle vueltas al asunto! -
- Todo esto solo es un vistazo, Naruto. Pero no es un sueño, es real. -
No entendí a lo que se refería con esto, ni a lo que él me seguía hablando de cosas por descubrir, el tiempo, blah blah blah. Yo solo estaba igual o más confundido. Pero lo único que le entendí, es que no podía regresar a mi vida de antes hasta que viera de otra perspectiva lo que ahora me estaba sucediendo. ¿Cómo hago eso? ¿acaso no sabe él lo complicado de esta situación? ¿Qué hay que ver de todo ésto? ... ya me empezó a doler la cabeza.
Cuando menos me di cuenta, estábamos de nuevo en el edificio de la empresa y aun lado de la calle, seguía la camioneta.
- Toma ésto - Me entrego una bolsa roja, en la cual dentro de esta había una campana que se suele poner a las bicicletas -Si me necesitas, solo hazlo sonar y llegaré a ti.
- De acuerdo, gracias. -
- No hay de que. Porque no mejor bajamos del auto y tomamos algo de aire fresco, lo necesitas. -
- Bien - Apenas baje, me quede parado como idiota esperando que él hiciera lo mismo. Pero solo me cerró la puerta para irse de ahí. - Imbécil -
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