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Un largo suspiro resonó sigilosamente en el departamento del matrimonio Jeon. Era un martes por la noche y la ciudad se mantenía fría y silenciosa, siendo la única melodía presente en esa gran cocina la vieja radio que de alguna manera hacía que el ambiente no se sintiera tan pesado dentro de esas cuatro paredes, reproduciendo el clásico de los 80's, Purple Rain de Prince. Jungkook se encontraba con una ancha sonrisa en su rostro sentado en la silla del comedor utilizando su teléfono, bastante ajeno a lo que pasaba a su alrededor. En contraparte, su marido se encargaba de cortar en pedazos los vegetales para la cena en aquella gran isla que posa frente a la mesa donde estaba su esposo, prestando atención a la canción que sonaba en ausencia de las rutinarias palabras vacías del pelinegro.

I never meant to cause you any sorrow
I never meant to cause you any pain
I only wanted one time to see you laughing.


Desde el inicio de la sonata, Taehyung echó más de una mirada de reojo hacia el mayor, todo con la esperanza de que al menos lo mirara de vuelta y recordara lo significativa que es esa instrumental para los dos -tal y como lo hizo él desde el principio-, y le dedicara aunque sea una pequeña sonrisa. Sin embargo, por más que esperó a que atrapara sus señales no tan discretas, eso nunca pasó.

Absoluto silencio, esa fue su respuesta.

Silencio.

El castaño se limitó a voltear sus ojos y a seguir con lo suyo, de nuevo sumido en sus propios pensamientos. Escuchar meticulosamente la letra de la canción hizo que el menor recordara los tiempos en que los Jungkook y él se estaban conociendo, cuando apenas tenían 16 años y poco sabían sobre lo que conllevaba la acción de amar a alguien externo a su círculo familiar o amistoso. Una tarea que los programas de televisión que solía ver demostraba sencilla y ejecutable por cualquiera. El pelinegro no dudó dos veces en declararle su amor a Taehyung dedicándole tal poema plasmado en una melodía lenta y meliflua, lo suficientemente memorable y romántica como para que consiguiera la aceptación de su amado respecto a sus sentimientos. Esos primeros días en que tomaba su mano para entrelazarla con la contraria, y cuando lo besaba sin vergüenza alguna frente a todos en el colegio son momentos que jamás olvidará, ya que, en ese preciso instante cometió su primer grave error: depositar una gran cantidad de esperanza sobre el futuro de su relación, creyéndola feliz, prospera e interminable.

I never wanted to be your weekend lover
I only wanted to be some kind of friend, hey
Baby, I could never steal you from another
It's such a shame our friendship had to end.


Taehyung reconoció el problema desde el comienzo. Tristemente, desde el principio tenía la certeza de que no era el único hombre en el corazón y la mente de quien pensó que era el amor de su vida. Solamente que era muchísimo más fácil tomar la decisión de ignorar que la mirada de su pareja se desviaba hacia Namjoon, el mejor amigo de Jungkook, cada vez que se unía a ellos en todas las reuniones a las que asistían juntos.

Él sabía por qué su esposo sonreía ampliamente hacia la pequeña pantalla que posa sobre sus manos. Él sabía con quién estaba hablando Jungkook en ese mismo momento.

En la actualidad, todavía no comprendía qué fue lo que lo cautivó suficientemente como para dejar atrás sus sueños y erosionar sus expectativas sobre el significado del amor incondicional. Desde niño tenía muy presente la filosofía de que el amor se construye a partir de palabras y acciones, tal y como se lo demostró su papá desde que tiene uso de razón. Sabe muy bien que la relación de sus padres pasó por diversos obstáculos desde antes de contraer nupcias, sin embargo, esto nunca los detuvo para estar juntos. Factores como la distancia, la oposición de sus familiares, y el hogar abusivo donde se crió su madre serían esenciales como para tirar la toalla y renunciar a la felicidad que se brindaban el uno al otro. A pesar de todo esto, pudieron salir adelante y formar una sana y hermosa familia. Si ellos pudieron vencer todos esos tediosos obstáculos, ¿por qué Jungkook y él no pueden amarse recíprocamente? Taehyung también luchó, solo que no por los resultados que él mismo deseó.

¿Qué tenía Namjoon que no tuviera él?

La figura de aquel imponente hombre se presentó como intrusa en sus pensamientos. Un cuerpo fornido, de hombros anchos y espalda firme. Bastante alto, de tez canela, ojos color miel y cabellos castaños y rizados. Namjoon es indudablemente una persona atractiva, algo con lo que Taehyung no podía luchar. Odiaba compararse con los demás por las tontas inseguridades que esto le pueda causar, pero es inevitable no sentirse pequeño ante la idea de que Jungkook prefiera pasar el tiempo con el bien conocido Don Juan que con su no tan masculino esposo. De cierta manera, él comprendía por qué su marido solía recostarse sobre el pecho de su mejor amigo descaradamente cuando era de madrugada y el alcohol empezaba a hacer efecto en su sistema. No podía reclamarle nada, no sin antes quedar como un loco posesivo frente a ellos. Ellos eran sólo amigos. Él solamente podía observar, tragarse sus palabras y llorar en silencio por no ser él a quien busque el pelinegro en un estado tan vulnerable.

Honey, I know, I know, I know times are changing
It's time we all reach out for something new
That means you too
You say you want a leader
But you can't seem to make up your mind.


No entendía qué le faltaba. Qué más tenía que hacer para captar su atención, qué debía usar para que por un mínimo instante su mirada se llene con deseo, qué tantos libros debía leer como para ser lo suficientemente interesante para mantener una conversación con él que dure más de cinco minutos, qué corte de cabello debía usar para verse más masculino, qué más debía hacer para parecerse a Namjoon-

Oscuro.

El indiscutible sabor salado de sus lágrimas se hace presente en su lengua desde la comisura de su boca, y la borrosa visión de su dedo ensangrentado sobre un trozo mal cortado de pepino lo alarma de inmediato. Un leve sollozo abandonó sus labios, la situación lo impresionó tanto que quedó mudo. Su primera reacción fue levantar su mirada en busca de la de Jungkook, esperando a que estas se conectaran y él se percate de la situación para brindarle un poco de ayuda y preguntar si se encontraba bien.

Silencio.

El mayor permanecía con la misma estúpida sonrisa en su cara mirando su teléfono, mientras que tenía puestos unos auriculares con música lo suficientemente alta como para no darse cuenta de lo que pasa a su alrededor. Lágrimas caían sin cesar sobre las mejillas del castaño, con la profunda herida de su dedo índice pasando a segundo plano para él. Su pecho se comprimió al caer una vez más en la cruel realidad: el jamás sería relevante para Jungkook. Haga lo que haga o diga lo que diga, Taehyung jamás será Namjoon, el verdadero amado de su esposo. Con los nudillos blancos por la fuerza con la que apretaba el cuchillo en su puño, se frenó de cometer una locura. Se giró hacia el fregadero, colocó el arma descartada dentro de este y empezó a limpiar su herida.

Purple rain, purple rain
I only want to see you
Only want to see you in the purple rain.


Taehyung aún debía terminar la cena.

Purple Rain | kookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora