𝚅𝙸𝙽𝙲𝙴𝙽𝚉𝙾 𝟸: 𝙸𝚕 𝚖𝚊𝚕𝚎 𝚗𝚘𝚗 𝚛𝚒𝚙𝚘𝚜𝚊 𝚖𝚊𝚒.
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Cuando su auto llegó al estacionamiento de Geumga Plaza, Cha Young se quitó el cinturón y lo devolvió a su lugar correspondiente. En teoría ella debió haber manejado a casa, debió haberse ido a cambiar la curación en su brazo y metido bajó el agua tibia. Tanto tiempo lejos de su país natal en una ciudad extraña donde tuvo sexo con un desconocido era demasiado agotador.
Sin embargo, a mitad de camino se encontró dando la vuelta al carro para ir de regreso a Geumga-Dong y sacar las botellas de Makgeoli y Soju que guardaba en la oficina.
Eran las 7 de la noche. Probablemente ninguno de los inquilinos se había ido todavía o cerrado sus puestos. Entonces, armó un plan para ser sigilosa mientras se movía por los pasillos para tomar sus bebida e ir al techo a lo que sería una noche con el frío y el alcohol. Ese sonaba un gran plan.
Su mente todavía palpitaba desde que subió al avión. Estaba asustada por el ataque que presenció. Adolorida por ser arrastrada por un callejón y ver tanta sangre al mismo tiempo que se escuchaban disparos. Confundida y enojada de ver una vez más a Vincenzo y que este se disculpara. Pero sobre todo eso, Cha Young tenía miedo.
Jang Han Seok estaba vivo. Esa era una realidad aterradora. Porque para ella estuvo muerto, y de la nada regreso a la vida no solo para vengarse, sino para matarla. Se preguntó si había estado vigilandola los últimos 4 años o si se habían topado por la calle accidentalmente o si la espiaba desde la ventana. Cualquier opción que fuese, la asusto por completo.
Miles de recuerdos cruzaron su mente: Babel. Su papá. Han Seo. La traición del fiscal Jung. Las víctimas. El fuego. El dolor. La rabia. El amor. La felicidad. La soledad. Un pinchazo en su piel que casi la mata y que dejó una cicatriz de herida de bala en su omóplato. Aquella despedida con Vincenzo.
Se sintió mareada cuando todos esos momentos llegaron a su cabeza como brisa de verano: de golpe, sin avisar. Las cienes le palpitaron y Cha Young gimio en voz baja por el dolor.
— Carajo... —murmuró. Acto seguido abrió la puerta de su auto y salió al pasillo donde podría llegar más rápido a Jipuragi.
El dolor en su cabeza se hizo intenso mientras las luces del pasillo la cegaban. Pero como pudo, llegó a la oficina y antes de que alguien la viera entro para encerrarse. Cerró la puerta con llave e inmediatamente deslizó su cuerpo por la puerta en señal de cansancio, como si alguien la hubiera estado persiguiendo y finalmente hubiera llegado a salvó a casa.
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𝚅𝙸𝙽𝙲𝙴𝙽𝚉𝙾 𝟸 || "𝓘𝓵 𝓶𝓪𝓵𝓮 𝓷𝓸𝓷 𝓻𝓲𝓹𝓸𝓼𝓪 𝓶𝓪𝓲" Version 2.
Любовные романы▪︎▪︎▪︎▪︎ "𝕀𝕝 𝕞𝕒𝕝𝕖 𝕟𝕠𝕟 𝕣𝕚𝕡𝕠𝕤𝕒 𝕞𝕒𝕚"▪︎▪︎▪︎▪︎ La partida de Vincenzo Cassano dejo un vacío en el corazón de los habitantes de Geumga Plaza. Pero el se aseguro de que nada ni nadie pudiera hacerles daño mientras el no estuviera cerca...