Sempiterno (Ran Haitani X Tú)

Shicshan

El imperio Shicshan, se consideraba el imperio más prestigioso, sus calles eran resplandecientes y sus palacios estaban iluminados por el resplandor de las gemas que se encontraban incrustadas en las paredes y techos.

Sin duda era uno de los imperios más sorprendentes que había en el país Henyeur, destacan por sus minas de gemas y oro.

Era el país qué comerciaba más piedras preciosas, los caminos brillaban de las preciosas gemas que reposan bajo los caminos.

Todo se miraba completamente hermoso, era uno de los países más ricos que había en todo el país Henyeur.

El príncipe heredero era Matsuno Chifuyu, un príncipe que destacaba por su amabilidad y cariño, uno de los más amados y queridos por absolutamente todos sus súbditos.

Sería el emperador perfecto ya que tenía una buena relación con sus súbditos y tenía grandes conocimientos sobre cómo gobernar el imperio, lo único que faltaba en su estrategia, era una emperatriz.

Y ya había fijado su mira en la siguiente emperatriz de su imperio, la princesa T/n Shinji, heredera al trono del imperio Racshan.

Una hermosa mujer muy conocida por su gran inteligencia Y pasión por el arte, una linda princesa guerrera de ojos glaucos y un cabello tan opaco cómo el cielo cuándo lloverá.

Una piedra preciosa entre muchas jóvenes, al joven Matsuno le había llamado mucho la atención, ya que la joven era muy poco común.

No lo decía en mal sentido, de hecho, ella lo había cautivado con su inteligencia, belleza y su fuerza. El jamás había conocido a una señorita que no fuera completamente refinada.

-Su majestad- una mucama entró a la habitación del joven- La emperatriz, requiere de su presencia-

-Gracias Nana, ahora mismo iré para allá- el rubio se levantó dejando de lado sus estudios, para después encaminarse a la oficina de su madre.

(Golpeteo)

-Adelante- se oyó la fina voz de mi madre.

-Un saludo a la estrella del imperio- hice una reverencia ante mi madre.

-Matsuno, es un gusto verte aquí, hijo mío- ella acaricia mi rubio cabello.

-Se me comunico qué me has llamado con urgencia, A qué se debe tal honor- la mire directo a sus ojos, al parecer algo oportuno estaba a punto de suceder, ya que en su mirada demostraba ternura y mucha emoción.

-El emperador del imperio Racshan, te ha invitado a ti y a otros príncipes a convivir con la princesa T/n, dentro de 5 días, te hospedaras allá durante dos semanas y luego si tienes suerte regresaras comprometido- Mi corazón se aceleró, podría ver esa hermosa peli-gris que un día me robó el corazón.

-Muchas gracias por informarme, madre- le regale una sonrisa- por favor confirma mi asistencia, iré en representación del imperio Shicshan- ella sonrío.

-Gracias por tomarte tan en serio tu puesto como príncipe- volvió a sonreír- Es un honor tenerte cómo príncipe heredero, y sobre todo cómo mi hijo- me sentía especial.

-Gracias por tus lindas palabras madre- y le sonreí de vuelta- me retiraré y prepararé mis cosas para el viaje- ella asintió y me dejó ir.

El viaje al imperio Racshan, era como mínimo de 3 días en carruaje, era bastante cansado.

La mucama que se encargaba de realizar mis labores personales se encargó de empacar mis mejores prendas para ir al imperio Racshan.

Sabía muy bien que debía enamorar a la princesa T/n a toda costa, no sería sencillo, muchos príncipes la cortejaban.

Pero estaba seguro de que ella sería, Mi emperatriz.