Confesión

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Era viernes en la tarde.

Recuerdo como si fuera ayer ese día, ¿Cómo olvidarlo? 

Era hora de salir, y cómo era de costumbre todos los viernes para Daikon-Senpai y el de ojos amanecer, se fueron juntos ese día.

Yo me iba con Nene-Senpai, pero por eso, no fue este caso.

— Deberías aprovechar y confesarte, Mitsuba-Kun.

— No sé, no creo que...

— ¡Creeme! Tengo una punzada, me dice que tú y Minamoto-Kun estarán juntos...

— Creéle, Mitsuba, cuando ella tiene una punzada, las cosas se hacen realidad—. Agregó Amane, mientras organizaba sus cosas.

Por dentro pensaba: "Tal vez no sea mala idea..."

Pero a quién engaño, de una manera u otra se me iba a salir. Te ofreciste a ir conmigo a casa, no me negué. Digo, ¿Por qué me negaría? 

Hablabamos tranquilamente, pero el constante "Debes confesarte" de Daikon-Senpai resonaba en mi cabeza una y otra vez. Me consumía, así que hice lo que pude.

— E-Escucha, Minamoto-Kun...

— ¿Hm?¿Qué pasa?

— Y-Yo-... Agh, bien, no soy de decir este tipo de cosas, pero aquí voy—. Tragué saliva—. Eres una persona muy importante para mi, uno de mis mejores amigos, eres la persona más dulce y agradable que he conocido, ayudas a todo el mundo y sabes cocinar delicioso...— Escuchabas atentamente—. ¡N-No pude evitar desarrollar sentimientos hacia ti! Cu-Cuando dijiste que eras bisexual, yo en serio me puse feliz, no sabes cuanto... L-La carta que te dieron... fui yo quien te la entregó...P-Pero, ¡Eso no significa que quiero que sientas lo mismo! B-bueno, ¡Sí! Pero, si eso no es así, quiero seguir siendo tu amigo, eres una persona muy linda de sentimientos y de manera de ser, y si pierdo tu amistad por esto, en serio no sé que haré. Sólo...quería que lo supieras nada más. 

Giré mi mirada hacia ti, tenías los ojos abiertos como platos, tu piel blanca, ahora tomaba un fuerte color rojo.

— N-Nunca me había enamorado jamás, en serio...No así.— Agregué para finalizar.

Hubo silencio por unos minutos.

— Mitsuba, no sé que decir...

— Está bien, si no sientes lo mismo yo-

— No, es que...¡Siento lo mismo!

Mis ojos se abrieron igual que los tuyos y alcé la mirada rápidamente, mientras sentía como la sangre llegaba a mi rostro.

— Mitsuba, siento lo mismo que tú, en serio, eres una persona con la que comparto mucho tiempo, y la verdad nunca pensé que sentirías lo mismo que yo por tu actitud, pero ahora que me dices eso- Mitsuba, mierda, sólo quiero besarte.

¿Se puede estar más sonrojado cuando ya tienes toda la piel roja? Pues sí, yo ya lo descubrí.

— E-Entonces...¿Tú quieres ser mi-...?

— ¡Claro que sí! Dios, yo soy el que debería preguntar eso...

Inconcientemente me acerqué a ti sonriendo, al igual que tú. De la misma manera, un cálido tacto se hizo presente en mis labios, mientras sólo cerraba los ojos para más de la dulce sensación.

Y aquel día, empezamos a salir.

Adiós inseguridades.

Moshi_.

Diario de un Homosexual | KousubaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora