Capítulo 3

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Gary "Eggsy" Unwin

Salí de casa y me dirigí a la cervecería "Black Prince" con mis amigos.

Les conté lo que pasó y como siempre me dan su opinión.

—Si Dean trata tan mal a tu mamá, ¿Por qué no lo deja?— Preguntó el chico de tez blanca y cabello más claro que el mío.

—Baja autoestima, ese es su problema— Habló mi amigo de tez oscura.

—Pudrete, ¿Por qué tendría baja autoestima, si la mamá de Eggsy está tan bien?— Chocaron los puños frente a mi — No te ofendas amigo— Habló nuevamente.

—No hay cuidado, uno de estos días le voy a reventar la cara— Dije decidido, ya estaba harto de todos los abusos que recibía mi madre por parte de ese imbécil.

—¿Eres estúpido o qué?— Preguntó mi amigo Jamal —Va a traer a sus idiotas a atacarte - Señaló al grupo de perritos falderos de Dean —Y fingirá que no hizo nada— Bajó el dedo al sentir como Ryan, que estaba a lado suyo le golpeó el brazo —Al respecto— Finalizó con lo último diciéndolo en un volumen más bajo.

—Oye, ¿Crees que puedes estar hablando de nosotros y no haremos nada porque nuestro jefe está durmiendo con su mamá?— Habló el pelinegro de los perros de Din señalándome.

—Básicamente..... Si— Respondí tranquilo.

—Viejo olvídalo, hay que irnos amigo, no vale la pena— Jamal dice, tratando de sacarme de ahí antes de que las cosas se calentaran.

Los monos de Dean se comenzaron a levantar y a dirigirse a nosotros.

—Abusaron de nuestra bienvenida, se van— Habló el pelinegro.

Yo volteé a ver uno de sus bolsillos y ahí estaban las llaves de su auto.

Me levanté rápido como si lo fuera a enfrentar y se puso enfrente mío, mis amigos se levantaron rápido y tomaron sus cosas.

—Lo lamento mucho viejo— Dije y emprendí mi camino a la salida.

—Si— Habló algo sorprendido el idiota.

—Estúpido— Murmuré para que no escuchará y guarde las llaves del auto en mi bolsillo.

Yo era muy ágil con las manos así que le pude robar las llaves muy fácil.

Salí del bar con mis amigos con una mirada seria.

—Eso no valía la pena amigos— Habló Ryan.

—Hace frío, ¿Por qué caminar?— Pregunté sacando las llaves de mi bolsillo.

- ¿Le quitaste las malditas llaves viejo? - Preguntó Jamal, sorprendido.

—Sip, ahora le quitaré su auto— Hablé mientras caminaba a la puerta del conductor.

Lo abrí y mis amigos se acercaron al auto.

—Vámonos— Hablé.

—Caray estás demente viejo— Ryan se escuchaba emocionado.

Entramos al auto, encendí el motor y comencé a manejar en círculos llamando la atención, haciendo que alguno de los idiotas salga de la cervecería, la verdad era divertido.

—Oye, ese es mi maldito auto, Eggsy te ordenó que pares el maldito auto— Gritó el dueño que era el pelinegro —Eres hombre muerto —Aseguró, pero no me importó y mis amigos y yo comenzamos a hacerle señas obscenas, era divertido.

—Te voy a matar imbécil— Escuché bajo por la música a todo volumen.

—Písale Eggsy, písale— Pidió mi copiloto y yo comencé a manejar rápido, alejándonos del bar, hasta que una patrulla quiso cerrarnos el paso, pero simplemente nos fuimos de reversa, teniendo de frente a los policías.

Íbamos en sentido contrario, de vez en cuando miraba detrás, pero la mayor parte del tiempo que estuvimos corriendo en el auto estuve riéndome de la policía.

Pero cuando volteé a ver atrás, había un zorro, al no querer atropellarlo me desvíe haciendo que el auto se estrellara con otro que estaban atrás.

—Idiota— Habló Ryan.

—Oye los zorros son una peste, debiste atropellarlo— Dijo Jamal.

—Si debí hacer otra cosa— Comenté.

—Salgan del auto— Se escuchaba una voz proveniente de la patrulla.

—Lo arreglaré, salgan del auto— Dije, pasaron unos segundos y no salieron —Que salgan del maldito auto— Hablé más fuerte.

Salieron rápidamente y escaparon, aceleré para así chocar con la patrulla.

Kingsman: El servicio secreto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora