—Cheonsa..— llamo el chico de puntas celestes.
Yeosang solo le vio, apreciado el hermoso rostro de su novio. Aquel ser que era todo su mundo, aquel que hacía sus días de colores, aquel por el cual hacia todo.
—dime Gigi... —le sonrió.
—quiero que me prometas algo... —suspiro antes de seguir —prométeme que si algo me llega a pasar tu serás feliz sin mi... —acabo sin ver a la cara del rubio.
—¿Qué dices mingi? —yeosang levanto su vista preocupado —nada te va a pasar ¿Porque dices eso?
—no, solo digo que si algo me llegará a pasar prométeme que serás feliz... —esta vez si miro a su novio.
—¿Cómo puedo prometerte eso? Si tú eres mi felicidad...—tomo el rostro del chico entre sus manos —nunca podría ser feliz sin ti... —ambas miradas conectadas.
—pero yeosi...si un día, ya no estoy a tu lado, quiero que seas feliz... —trago aquel nudo que se había formado —porque sino me sentiría culpable si eres infeliz...—sus ojos asomaron lágrimas.
—en ese caso... prometo que intentaré ser feliz, aunque nunca podria serlo sin ti..haré el intento —beso tiernamente las mejillas empapadas de su novio.
.....En ese momento no se dió cuenta de todo lo que estaba ignorando. Mingi siempre había echo ese tipo de preguntas, así que supuso que sería una más del montón. Que equivocado estaba. Ahora que ya hacían dos semanas desde su perdida, se daba cuenta.
Su pecho se sentía pesado, recordando cómo había prometido aquello sin pensar. ¿Cómo podía ser feliz sin el? La respuesta era clara, no podía. Su cuerpo dolía. No quería levantarse de la cama, lo único que hacía era dormir. Había perdido totalmente la necesidad de alimentarse ¿Para que? Ya no importaba.
Su corazón se estrujaba al recordar aquellas tardes cuando por culpa de la universidad no llegaba a almorzar y mingi siempre aparecía con desmaciadas comidas diferentes porque según el "no permitiré que mi novio se muera de hambre".
Su piel estaba pálida. No tenía fuerzas para nada. Tal vez por no haber comido en una semana o por dormir todo este tiempo. Ni siquiera se preocupo de ir a la universidad, seguramente podría perder el año pero no le importaba. Ya había perdido su mundo entero.
Sus ojos volvieron a cerrarse, tratando de volver al sueño del que había despertado. Uno en el que aparecía su bello niño, cantándole para dormir como cada vez que se quedaban juntos. Lágrimas comenzaron a caer de sus orbes recordando cada momento con el, el amor de su vida.
No sabía exactamente qué hora era, ni siquiera si era de noche o de día. La oscuras cortinas en su habitación se lo impedían. Tampoco se había levantado de la cama en los últimos días. Sus amigos no dejaban de llamar pero el solo escuchaba el irritante sonido y lo dejaba sonar.
Se la pasaba en sueños. Durmiendo para poder encontrarse con mingi pero cuando estaba a punto de tocarlo, todo se desvanecía y rápidamente despertaba. Lo necesitaba cerca. Lo quería cerca. ¿Porque? ¿Porque el?
Eran siempre sus dudas.
No estaba seguro de cuántas veces sus amigos tocaron su puerta o cuántas casi intentaron tirarla abajo. Pero luego comprendieron que nesesitaba un tiempo a solas y no insistieron, aunque aún seguían preocupados por este.
La puerta fue tocada. Yeosang con total parsimonia se levantó de la cama. Iba a un paso más que lento, como si cargará con el peso de mil almas sobre el. Cada movimiento le dolía. Haciendo un enorme esfuerzo llegó, teniendo que hacer otro para levantar el brazo y tomar la perilla. Incluso eso le costaba. Había descuidado su ser, tanto como descuido a su novio.
Era su culpa.
La puerta fue abierta y lo primero que vio fue a tres de sus amigos. Ambos llevaron su mano a su boca, sorprendidos al ver el estado de yeosang. Inclusive San se dispuso a llorar, en cambio jongho trago seco y como pudo tomo a yeosang para sentarlo dentro.
—wooyoung... —se escucho un susurro junto a un sollozo desde la puerta principal —miralo...el está...
—ya saniie...tranquilo —hablo el nombrado.
—no pidas que me tranquilice...míralo... —parecio llorar mas —miralo wooyoung..¿Cómo quieres que me tranquilice si está así?..
Jongho trato de sentar como pudo al rubio, bueno antes rubio, ahora su cabello no se le lograba distinguir el color. El pelimarrón podía actuar fuerte pero ver a su amigo en esas condiciones le rompía en mil y sabía que cuendo estubiera en su soledad lloraría, tal y como lo había estado haciendo desde la partida de mingi.
—¿hace cuánto no comes yeo..? —pregunto sin levantar las voz —¿O te duchas?
El nombrado le miro cansado. Inclusive levantar sus párpados le costaba. ¿Hace cuánto no comía o se duchaba? No lo sabía, no siquiera sabía porque seguía vivo. Porque el estaba viviendo ese martirio. Porque permitió que mingi se fuera.
—n-no... Lo se...—artículo como pudo, arrastrando la última letra.
Ahora San y wooyoung se sumaron al pelimarrón, mirando con pena a su amigo. Sabían que no era fácil para el, pero literalmente se estaba muriendo. Tan solo pensar en que otro de sus amigos se fuera les generaba un agujero enorme en sus pechos. No podrían soportarlo.
—vamos yeo... San y yo te ayudaremos a bañar —hablo jongho —wonnie...ve si hay algo para comer o si no ¿Puedes comprar algo? —el nombrado asintio.
Ambos choi cómo pudieron llevaron el cuerpo de su amigo a la ducha, no pesaba tanto pero si lo suficiente como para que se les haga difícil. Ambos suponían que no lo habría echo en una semana, como mucho. Su cuerpo emanaba un olor molesto, nada peculiar al típico de yeosang, chocolate y vainilla.
Cómo le gustaba a mingi.
No pasaron segundos desde que los tres chicos entraron al baño, cuando el rubio comenzó a temblar y sollozar. Sus amigos hicieron un esfuerzo por no perder el equilibrio y caerse junto a el.
—el vendrá...—su voz sonó rota, quebrando a ambos a su lado —el me cocinara galletas, p-preparara café...y me dirá que me a-ama...—el brazo tomado por San se safo —me abrazara...y m-me cantará...
—yeo para porfavor —san trataba de aguantar las lágrimas lo mas que podía —sangie...vamos a ducharte si...
—el no está m-muerto...—el llanto del rubio se intencificaba —el no me abandono ¿Verdad?
Los choi trataron duro ante esa pregunta. Claro que no lo había echo, mingi no podría hacerlo. El amaba a yeosang más que a su propia vida y nunca sería capas de abandonarlo, pero a veces las persona no toman las mejores decisiones.
San miro a jongho tratando de buscar ayuda. Este estaba con sus ojos fuertemente apretados, mientras mordía su labio tratando de contener cualquier sollozo que amenazara por escapar. No podía romperse, no ahora que su amigo nesesitaba ayuda.
Cómo pudieron, desvistieron el cuerpo tembloroso de su amigo. No dejaba de sollozar y decir "el no está muerto". No mentirían, les dolía escucharlo porque incluso ellos no estaban listos para aceptar aquello.
Aceptar que song mingi estaba muerto.
...
Decir que me duele, es poco, weon no se que pensé cuando escribí esto, pero si duele. 😭😭😭Espero les esté gustando y si ven algún error o falta, no duden en decírmelo 🙃
ESTÁS LEYENDO
My angel -minsang
Fiksi Penggemarhay un dicho tan conocido que dice "cuando creas que lo tienes todo, la vida te lo arrebatará tan solo para que veas que ella tiene el control" tan cierto era eso para yeosang. . . . chicoxchico se tocan temas serios;ansiedad,problemas emocionale...