Capítulo 5

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Bienvenida

Kristen

Luego de despedirme de mis padres, reunirme con lo demás, ahora me encuentro rumbo a una ciudad de vampiros llamada Luxius, vamos en la camioneta de Damián, el no me ha hablado, pero he visto que me observa, siento en algunos momentos sus ojos enfocados en mí, no entiendo, todos me han hablado, me han contado cosas, pero él no, quizá solo está aquí por sus padres, tal vez yo no fui parte de su vida. Tengo muchas dudas, muchas preguntas, pero Max esta muy agotada, debe descansar.

Estuvimos varias horas en la camioneta, hicimos algunas paradas para que yo comiera, y para hacer mis necesidades, en el camino me di cuenta que ellos no necesitan comer comida humana, lo pueden hacer, pero no es necesario, lo que, si es necesario es beber sangre, es obvio la sangre es su principal alimento y el único necesitado.

Estoy bastante nerviosa, tengo miedo también, estoy apunto de enfrentarme a algo demasiado diferente a lo que acostumbro enfrentarme.

Después de muchas horas, llegamos a una ciudad escondida tras escombros de lo que en algún tiempo pudo haber sido un castillo, la ciudad parece un pulmón, hay muchos árboles, hay tantos arboles que apenas podrían entrar rayos de sol, y en estos meses dudo que vea alguno, estamos en invierno, así que hay mucha humedad, un clima frio, tal y como me gusta que este el clima.

La ciudad esta llena de enormes casas, casas que a simple vista se ven muy lujosas, al entrar nos encontramos con dos hombres que nos pusieron un alto y querían pedir un permiso para poder entrar a la ciudad, pero al ver a Damián solo le pidieron disculpas y lo dejaron pasar, por lo visto alguien es muy importante en esta ciudad.

Casi no vi a personas, esta ciudad parece vacía, pero me siento bien, me gusta eso, me gusta el silencio, el clima, me gusta que no haya tantas personas, esta ciudad parece gustarme mucho, me siento bien y cómoda aquí.

Llegamos al que parece ser el centro de la ciudad y pude ver la casa mas hermosa de toda la ciudad, hay un gran patio delantero, la casa es de doble planta y tiene grandes ventanas de vidrio, es de un color hermoso, la casa es simplemente hermosa.

- Esa es la casa de Damián, es hermosa, ¿verdad? – Max parece haberse dado cuenta lo mucho que me gusto esa casa, Damián tiene un gusto muy bueno.

- Si, es la casa mas bonita de la ciudad – es la verdad, Max solo asiente.

Después de unos minutos, llegamos a una gran casa, es muy bonita, es la casa de Max, Damián aparca la camioneta y todos nos bajamos, nos despedimos de los padres de Damián y de él, ya que aquí nos dividiremos.

- Debo decirte algo, en este lugar muchas personas te conocen, algunas hasta te aprecian, pero otras no, así que no confíes de nadie – por fin hablo el que no había dicho nada.

- Por un momento creí que te había comido la lengua el ratón – ya hablé en voz alta, siempre la cago.

- Veo que no has cambiado nada, sigues siendo impertinente – sus palabras sonaron frías y su cara no tiene expresión alguna, no sé si está molesto, frustrado, o aburrido, tras decir eso se dio la vuelta y se subió a la camioneta.

- Si necesitas de nosotros solo debes decirle a Max y estaremos acá

- Gracias señora Elizabeth

- Oh no, no me digas señora, tu y yo siempre nos tuvimos confianza, puedes decirme Eli

- Está bien, Eli – tras eso, ellos se fueron.

- Vamos cielo, llegamos a la que desde ahora vuelve a hacer tu casa, bienvenida.

No olviden darle a la estrellita de abajo y si gustan hagan comentarios, los leeré. <3

DarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora