7. El sentimiento perdido.

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-¿Por qué tienes moretones en la cara? -dijo quitando con sus dedos el maquillaje color piel de su cara- Hoy en la mañana no tenias estos moretones, espera... ¿eso es una cortada?



Thomas suspiro, por un minuto pensó que Kiara haría algo, y eso no sería abrazarlo.


-Es que...me he caído -mintió.


-Podré ser tonta pero no tanto para no saber que estos moretones son de una pelea.


Thomas quedo callado dándole una mirada seria



-Dime que no es lo que estoy pensando. No, no pudiste ir a buscar a Jared.


-Kiara, él se lo merecía. Se merece eso y mucho más. Es un desgraciado, poco hombre.


-Thomas pudo haberte pasado algo peor. No sabes lo que puede llegar a hacer Jared cuando se enoja -inesperadamente se lanzo en sus brazos, aferrando se dé el fuertemente- Thomas no lo vuelvas hacer, fuiste un estúpido al ir a reclamarle -susurro enojada en su oído.


-Kiara...-tartamudeo- no iba a quedarme con los brazos cruzados después de lo que te hizo. Perdón si hice mal, pero...


-Es lo más estúpido que han hecho por mí -le dijo viéndolo sería- gracias -le sonrió, a lo que él río- no puedo creer que lo hayas hecho. Ven vamos adentro, dejame curarte -le tomo de la mano jalando lo hasta la puerta.


-Espera -dijo Thomas jalándola hacia él, abrazándola por la cintura. Kiara se estremeció- ¿Me podrás perdonar? -le pregunto en susurro, esta sonrió al oírlo.


-Cualquiera que haya golpeado a Jared Davidson merece mi perdón -le sonrió- pero si lo vuelvas a hacer te meteré una cachetada mas fuerte.


-Juro que jamás te volveré a lastimar.


-Olvídalo, anda, tengo que curarte -le sonrió jalandolo por segunda vez, entrando a su departamento.

Kiara saco el botiquín de primeros auxilios que estaba en su baño.


-No me había dado cuenta que nos estábamos mojando -río ella.


-Ni yo hasta que entre al departamento.


-Muy bien, no soy doctora, pero supongo que puedo hacer algo -contesto limpiando sus heridas con una toalla húmeda. Limpio sus cortadas con alcohol a lo que él solo cerraba sus ojos en señal de dolor, y le puso una cinta pequeña en cada una.


-Eres un chillón.


-Me tiraste un litro de alcohol Kiara.


-Chillón -repitió ella- hay ropa de mi hermano en esa habitación. Ve y escoge algo que te quede.

Citas InesperadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora