Fingió seriedad y repudio mientras ambas empresas discutían por las similitudes entre sus nuevos comerciales, los gritos inundaban la habitación pero en sus oídos solo eran un suave ruido blanco mientras observaba de reojo cada movimiento de Pepsi, aunque su envase así no lo demostrará, su interior moriría por gritarle cada noche en la que derramó amargas lágrimas, anhelando a que no hiciera lo mismo, no sabía si era lastimado pero del solo pensarlo destruía sus capas de plástico y lata. Y se preguntó en silencio, si alguna vez, aunque sea una vez, sintió lo mismo
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"Todo estará bien", recordó las palabras de su bien amigo Bilz y así sería, solo tendría que esperar a ser libre y así y solo así, podría finalmente dedicarle cada burbuja de su gas, pero hasta ese día, tendría que verlo con espumas llenas de odio
