A escondidas..||Endeavor y Tú||

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____ se había mudado a Japón, sus cosas llegarían en unos días, no le importaba porque ni siquiera ella había llegado. Estaba tomando el tren, tenía una pequeña habitación en el vagón. El timbre de su llegada estaba sonando, tomo su mochila y salió del lugar mientras evitaba ser empujada por todos los pasajeros que bajaban en esa parada. Había alguien de traje elegante esperándola, un adulto enorme, parece ser el chófer de la familia.

-Disculpe, usted es el señor Untenmaru Kurumada?- miro una foto en su teléfono y la comparo con aquel hombre. Sin duda era la persona que su nuevo jefe había mandado.

-Asi es, señorita! El señor Todoroki me pidió que la llevara~- no había tenido una conversación con alguien así desde hace días, las personas altas y de esa clase de complexión se le hacían un poco..intimidantes.

-Si no le molesta, quisiera dejar mi equipaje en mi hogar, si es que eso no le molesta..- el asintió de acuerdo, le abrió la puerta trasera del coche y ____ subió rápidamente.

Vaya que estaba muy cerca de la estación, pero era un lugar un poco apartado de la civilización. Una casa con buena flora y al parecer con unos animales en lugar de vecinos. Había un trío de gatos en la entrada.

Obviamente se notaba vacía, pero no tenía dónde más dejar su mochila. No pensaba que le permitirían dejar sus cosas 'humildes' en una casa de ricos, ropa y accesorios que para la gente clase alta es fácil opacar. Ella agradeció, bajando con prisa su gran mochila, los gatos no se asustaron, no movieron un solo músculo, eran muy dormilones. Ella sacó una llave de uno de los bolsillos, escucho la abrir de cerradura y giro la perilla, tenía polvo pero nada que una buena limpieza no arregle. Oculto sus cosas en una esquina, dónde las ventanas no pudieran enfocarlas, sin embargo, no parece ser que alguien quisiera vaciar una casa en medio de un campo tan solo.

Se subió al auto rápidamente, por el cielo nublado suponía que llovería, fue mala idea dejar su paraguas. Llegó a la mansión completamente mojada, su ropa ya no era tan presentable, podía decirse que para esa familia eran prendas de 'pobres'.

-Hubiera sido mejor la primera llamada de atención, que tener que presentarme asi..- había un pequeño timbre junto a una bocina y lo que parecía ser una cámara, al tocarlo una voz femenina hablo, y no parecía ser un adulto.

-La estábamos esperando, pase señorita!- el portón de la entrada se abrió lentamente dándole el pase de entrada, ya estaba parando de llover.

Corrio hacia la puerta para mantenerse lejos del agua, había un pequeño techito pero sus pasos empapados habían dejado un desastre en los escalones de la gigantesca puerta. Una chica de cabello blanco, mechones rojos y lentes relucientes le dejó pasar, era muy hermosa y era una de las hijas mayores del matrimonio.

-Disculpe pero nuestros padres estan..indispuestos!- antes de decir esa palabra se escucharon platos romperse y gritos en el salón, ella se notaba nerviosa y una gota de sudor resbaló por sus mejillas. -L-le traeré su uniforme seco y limpio! Me encargaré de su ropa mojada tambien~- era mucho más dulce que cualquier cosa en el mundo, incluso que el azúcar.

-Porque lo hiciste...y en nuestra cama!?!!- el lugar comenzó a helarse, una gran ventisca junto a pedazos de hielo se estaban formando, pero otro clima se lo impidió.

-No me diste tiempo para ir a un hotel!!- habían grandes llamas completamente ardientes, algunas plantas en su camino terminaron hechas cenizas.

-Un hotel??!! Sabes que? Suficiente!!! No pienso vivir con un jodido infiel más!!!- la pequeña se quedó en shock apenas estaba por irse, ____ no podía ver su rostro pero era clara la vergüenza y tristeza que le invade.

-Si no estas contenta, tienes la puerta en frente tuyo!!!- escucho un cristal golpearse con la pared, cualquiera que sea el pleito era muy extremo. La chica ya estaba arrepintiendose de haber escogido este empleo.

-Bien, me llevaré a mis hijos mañana temprano, tú puedes quedarte con ese par de enjendros que tienen tu rostro...te vas a arrepentir de todo lo que has hecho!!- el conflicto cesó, vio a una mujer alta de cabello blanco como los copos de nieve, tenía puesto un vestido muy elegante, que combinaba con sus ojos y pelo.

Escucho a la chica que le abrió las puertas llorar quería una familia feliz pero nunca iba a recuperar eso, quiere volver al tiempo donde sus padres no se odiaban tanto. Sus ojos eran demasiado bellos como para verlos llorar, pero como empleada no debía meterse en los asuntos de la familia. Fue ahí cuando vio pasar al esposo de esa mujer que se fue a encerrar, un hombre pelirrojo, con los ojos turquesa más brillantes y un rostro sin emociones, decaído.

____ fue a cambiarse, su uniforme no era el que esperaba, tenía expectativas diferentes pero claramente las novelas eróticas suelen dejarse llevar por la ficción. No tenía mucho que hacer, las cosas estaban sumamente limpias hasta poder ver su reflejo, solo había una que otra telaraña en los rincones, su primer día de trabajo fue de locos, llegó justamente para ver un matrimonio divorciarse.

Mañana debería llegar temprano, puede ser muy floja pero puntual a la vez, le quedaba lejos y tendría que levantarse muy de madrugada para tomar su transporte, estaba juntando para comprarse un carro y ya no vivía con sus padres para tomarlo prestado. Ahora estaba en la hermosa ciudad de Musufatu, Japón. Era increíble el bailar del viento en su cabello, no pasaría por calor en esta época del año, se acercaba el invierno muchas tormentas por venir. Por ahora, saco un pequeño colchón inflable de su mochila y lo coloco en el suelo firme, sus cosas llegarían, a más tardar mañana o pasado mañana. Mañana antes de irse a aplicar algo de limpieza en su gran hogar. Nunca estaba de mal tener una mascota, el trío de gatitos estaba en el porche de la entrada principal.