Seducción (Recuerdos Parte 2)

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(J)

Sobre el final del día, ya estando libre de mis ocupaciones laborales me encontraba en el cuarto de juegos con mi hijo quien me tenía de rodillas en el piso simulando ser un caballo

—¡Adiba papá, adiba! — exclamó con su infantil voz llena de júbilo y emoción mientras aupaba sin parar sobre mí.

—Aquí vamos campeón— dije sonriendo al verlo tan feliz mientras comenzaba a reanudar mis movimientos

—¡Yupi! — decía feliz brincando fuertemente sobre mi espalda y sosteniéndome fuertemente del cabello como si fuera la crin de un caballo.

—Despacio hijo, no me jales tan fuerte. — indique con dolor y al mismo tiempo atento de que no se cayera

—¡Mami mami mira! — dijo Juan David emocionado al ver a su madre acercarse mientras saltaba con más ímpetu sobre mi

—¡Ouch! — exclamé dejándome caer al suelo derrotado mientras fingía dolor haciéndolo reír más. Amaba el sonido de la sonrisa pura y angelical de este canijo.

—¡Ten cuidado con Papi amor! Mira que lo necesito entero para cuando sea mi turno— expresó Norma en voz baja mirándome de manera sensual despertando con ello mi curiosidad mientras me quitaba al niño de mi espalda

—Aquí me tiene para lo que usted quiera mi reina— respondí mientras me colocaba boca arriba y extendía mis brazos en forma de cruz ofreciéndome a ella

—Mmm no me tientes que aún tienes trabajo por hacer y para lo que yo te necesito requiere mucho tiempo—

—¿Y quién te dijo que yo tenía más trabajo hoy? — pregunté con curiosidad llamando nuevamente su atención

—Se supone que irás a ver al alcalde, ¿no?

—No. Antonio me dijo que él se iba a encargar de pasar a la alcaldía para averiguar sobre la licitación que queremos obtener y con ello me evito la vuelta de tener que ir.

—¿Eso quiere decir que te tengo para mí solita a partir de ahora Sr Reyes? —preguntó de manera coqueta y provocativa colocándose a horcajadas sobre mi

—Pues ni tanto, ya que aquí tenemos un campeón que me ha acaparado—respondí mirando a nuestro lado donde se encontraba Juan David sentado en el suelo concentrado jugando con unos blocs

—Entonces te aconsejo juegues con el hasta lograr cansarlo para de ahí jugar conmigo a algo que te va a gustar— concluyó inclinándose hacia mi rostro dejando sus carnosos y sensuales labios cerca de los míos

Esta mujer va a matarme de amor. No sé si es consciente de lo nervioso, brioso y estúpido que me pone cada vez que la tengo tan cerca. Amo con locura su olor, sus ojos, sus manos, su cuerpo, absolutamente todo de ella.

—¿Ah sí? ¿Y qué tiene usted en mente para entretenerme mi señora? — respondí de manera coqueta entrando a su juego e inclinándome para acortar la distancia y capturar sus hermosos labios

—Te espero en nuestra habitación para que lo averigües— susurró sensualmente a mi oído después del beso mientras procedía a morderme y lamerme el lóbulo erizando completamente mi piel con ello y más aun viéndola salir del cuarto meneando intensamente las caderas, volviéndome completamente loco con el movimiento de su impresionante y muy apetecible trasero —No tardes Juan— agregó volteando a mirarme antes de desaparecer.

La Bendición de TenerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora