Capítulo 11: Rettousei ilimitado

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suzune ichihara punto de vista

" Increíble ", fue todo lo que Suzune Ichihara pudo pensar después de salir del salón de clase de segundo curso al final del día.

Debido a que era un día de presentaciones, se decidió que el día se dividiría en cuatro partes para que cada uno de los maestros tuviera la oportunidad de dar una clase introductoria sobre sus temas. Desde un principio esperaba un día interesante, pero lo que sucedió fue algo que superó todas sus expectativas.

Primero fue la clase de Ito Sakura. Si bien la magia espiritual no era su área de especialización, sabía lo suficiente como para saber que lo que Sakura estaba explicando era incluso más avanzado que cualquier libro de texto que hubiera leído. Y por la reacción de Mikihiko de la familia Yoshida, estaba segura de que ni siquiera las familias con una larga tradición en este tipo de magia sabían lo que se estaba enseñando ese día. La vista del pequeño tornado que apareció en su escritorio fue algo que realmente la impresionó. Pero al estar más interesada en la parte más científica de la magia, fueron las otras clases las que realmente llamaron su atención.

Luego de que Sakura saliera del salón, prometiendo que pronto tendrían una clase completa, fue el turno de Emiya Illya, y esa fue otra gran sorpresa. Explicó cómo las pociones basadas en la alquimia podrían usarse en el campo de la medicina, hecho que demostró al mostrar un pequeño frasco del famoso elixir. Luego lo usó para restaurar el tallo de una planta que estaba en el escritorio del maestro, lo que permitió que todos fueran testigos de cómo la medicina milagrosa reparaba y restauraba cualquier entidad viviente. Fue algo increíble, que hasta el día de hoy sigue sorprendiendo a los médicos de todo el mundo. Pero lo que realmente le llamó la atención fue la cresta mágica, porque solo ellos hacían lo que ella siempre soñó poder descubrir, registrar la magia, pero a un nivel que nunca había creído posible. Sí, ella sabía que AvalonTech tenía una línea de productos con secuencias mágicas que podían ser activadas por personas normales, pero esas eran secuencias simples y de bajo nivel. Esta cresta mágica, sin embargo, podría registrar una secuencia mágica avanzada y transmitirla a otros. Sí, la compatibilidad con la línea de sangre es necesaria, pero fue una gran mejora. Al final de la clase, justo antes de que se fueran a la hora del almuerzo, Illya-sensei les dijo que la próxima clase sería al lado del estacionamiento del maestro.

La pausa para el almuerzo tuvo un cambio bienvenido cuando Mayumi sugirió que almorzaran con Tatsuya y sus amigos, algo que a ella no le importó, y estaba segura de que ni a Mayumi ni a Miyuki tampoco. Por alguna razón, podía sentir algún tipo de energía alrededor de esos tres. Si esa energía iba a explotar era algo que ella no sabía.

La conversación durante el almuerzo se centró en las clases que acababan de tener. Una cosa era segura, los amigos de Tatsuya estaban realmente emocionados con sus nuevos maestros y, para ser honesta, no podía culparlos. Incluso invitaron a Mikihiko a unirse a ellos.

Cuando llegó la hora de las clases de la tarde, todos se dirigieron hacia donde se encontraba el estacionamiento de maestros, solo para encontrar que el único varón de sus nuevos maestros los estaba esperando junto a su bicicleta.

"Hola a todos, y bienvenidos a su primera clase sobre refuerzo y magia de rastreo". dijo el pelirrojo. "Ahora, ¿por qué no toman asiento?"

"Pero sensei, no hay asientos aquí. ¿Deberíamos haberlos traído aquí desde el salón de clases?" preguntó una chica de cabello negro.

"Eso no será necesario". dijo Shirou mientras levantaba la mano. Justo al lado de los estudiantes, apareció una fila de sillas, formando un semicírculo a su alrededor.

Decir que Suzune estaba impresionada sería quedarse corto. Ya había visto a algunas personas practicar magia de rastreo antes, pero solo hacen objetos pequeños que se rompen con mucha facilidad. Sin embargo, este sensei acababa de crear un gran grupo de sillas que parecían lo suficientemente fuertes como para soportar el peso de los estudiantes. Después de unos momentos en los que ella y los demás probaron las sillas para asegurarse de que no se rompieran debajo de ellas, todos los estudiantes tomaron asiento.

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