ᴇᴘɪ́ʟᴏɢᴏ

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Jisung se removió entre las sábanas de aquélla cama, sintió un brazo haciendo presión alrededor de su cintura, trató de quitárselo de encima pero fue imposible. Gruñó adormilado y abrió sus ojos poco a poco, su cuerpo desnudo se acoplaba al de su acompañante en la cama.

Minho dormía placidamente a su lado, con el torso desnudo y deslumbrante por la luz del sol que entraba por la ventana. Jisung trató de moverse una vez más y cuando pudo quitarse de encima el brazo del mayor, se talló los ojos y estuvo por salir de la cama.

Sin embargo, fue jalado una vez más dentro de ella por la persona que se supone estaba dormida.

-Minho -el menor se quejó ante el repentino ataque- suéltame, quiero bañarme.

El pelinegro no dijo nada, sólo atrapó su cuerpo entre sus brazos, sin dejarlo ir. Jisung gimió bajito al sentir lo que le colgaba en la entrepierna al mayor, sintió sus mejillas acalorarse poco a poco.

-Minho -volvió a quejarse- por favor.

-Buenos días a ti también. -la ronca voz mañanera del mayor le hizo sentir extraño.

-Sí, buenos días -sonrió de lado, dejando un beso sobre su hombro desnudo.- necesito bañarme, déjame ir.

Minho suspiró, pero no soltó a Jisung, al contrario. Lo apretó aún más entre sus brazos mientras comenzaba a dejar besos por todo su rostro, Jisung sentía la necesidad de alejarlo, quería bañarse ya que la noche anterior no tuvo fuerzas para levantarse de la cama y tomar un baño, había quedado tan cansado y absorto en el sueño, que realmente no le importaba dormir así de sucio.

-Te dejaré ir a cambio de un beso. -murmuró sobre sus labios.

Jisung rodó los ojos y se acercó para unir sus boca. Sin embargo, en el segundo en que se acercaron, Minho metió su lengua en aquella cavidad, saboreando todo lo que podía, importándole muy poco que recién se hayan levantado. Jisung gimió, estaba casi desnudo y el cuerpo de Mimho estaba sin ninguna prenda, podía sentir la punta de su polla rozando contra su pierna.

-Min-Minho...-Jisung jadeó, abriendo su boca y alejándose un poco, dejando que la saliva entre sus bocas se deslizará de la comisura de sus labios.- es muy temprano.

-Es para empezar bien el día.

Le sonrió con coquetería, la verdad es que no pensaba iniciar algo como eso, pero tampoco podía negar que quería probar más de Jisung. Llamenlo como quieran, pero jamás estaba satisfecho de su novio.

Jisung quiso negarse, realmente quiso hacerlo. Pero Minho era capaz de levantar su lujuria a otro nivel con el simple hecho de pedírselo y tocarlo un poco. Él también era débil ante su hombre.

-Bien. -murmuró el menor, antes de volver a sentir la boca de Minho sobre su pecho.

Cerró los ojos mientras sentía los besos bajando por su pecho, abdomen y pelvis, su corazón latía con fuerza. Minho tomó del elástico de sus shorts cortos para dormir, bajando estos tan rápido como pudo, quitó la sábana blanca que los cubría dejando al aire sus cuerpos desnudos.

Jisung pateó como pudo el short de dormir y sintiendo su cuerpo caliente, volvió a besar a Minho con fuerza, sus lenguas se encontraban con fervor y sus partes palpitaban con necesidad.

El mayor bajó su mano, comenzando a acariciar el miembro de Jisung, dejando suaves caricias y luego subiendo con profundidad sus toques.
Jisung gemía, se alejó del mayor, bajando sus besos con necesidad por todo el pecho de Minho, besándolo con ganas de más.

Minho sonrió al sentir las manos de Jisung tomando también su miembro, reprimió un gemido al sentir los besos del rubio sobre sus pezones. El calor en la habitación subió, sintiendo de pronto sus cuerpos tan necesitados del placer.

no le digas a chan || minsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora