no le digas a chan || minsung

12┊ᴍᴇ ɢᴜsᴛᴀ

-¿Aún te duele? espera, no presiones tan fuerte. -Minho tomó la manos de Jisung con sutileza mientras trataba de ayudarlo a limpiar su nariz.

-Ya hyung, estoy bien, no duele mucho. -Jisung trató de darle una sonrisa para lograr calmarlo.

-Mmm, aún así sigue sosteniendo esto, todavía sale un poco de sangre. -Minho le devolvió la sonrisa muy a penas.

Ambos estaban sentados sobre el sofá de aquélla casa, con Chan parado al otro lado de la sala. Los había estado viendo desde que bajaron a la planta baja, las cosas se habían calmado un poco, pero aún se sentía muy tenso el ambiente, porque sabían que aún tenían que tratar con Chan.

El mayor se había quedado en completo silencio desde que Minho había ayudado a Jisung con la sangre que salía de su nariz.

Se sentía culpable, pero también enojado, con él mismo y con aquellos dos. Jisung le mintió y Minho también, le vieron la cara de idiota, metiéndose en su casa quien sabe cuantas veces para follar bajo su techo, mientras él creía que su amigo sería incapaz de meterse con su hermanito.

Realmente le molestaba, pero tampoco podía pasar por alto que había sobrepasado su limite al dejarse guiar por el enojo y haber involucrado a su hermano en aquélla pelea que nunca tuvo lugar.

-¿Desde cuando? -preguntó Chan, rompiendo aquel incómodo momento en la sala.

Minho le miró, pensando que era momento de decirle toda la verdad a su amigo, para no crear más peleas y tampoco alargar más esto.

-Desde que encontraste a Minho en la casa aquélla vez. -el menor de todos robó la palabra, haciendo que Chan se tensara de sólo escucharlo hablar.

-¿Quieres decir que me mentiste desde esa vez? -Chan observó a su hermanito asentir.- ¿Así que siempre me estuvieron mintiendo?

-Técnicamente no siempre, pero Chan...-Minho cerró la boca al sentir como Jisung le daba un ligero apretón a su mano.

El pelinegro miró al chico a su lado, viendo como éste le daba una mirada de ternura y necesidad reflejada en sus ojos, supuso que Jisung quería hablar en esta ocasión, así que decidió callar.

-Hyung...-Jisung se acomodó de modo que pudiera ver por completo a su hermano mayor- sé que te mentí y sé que hice mal en desobedecer todas tus reglas y advertencias sobre lo que me decías, pero no fue culpa de Minho, yo también lo quería.

Chan frunció las cejas con notable molestia. -Al parecer todo lo que te dije fue en vano, pues te entró por un oído y te salió por el otro.

-Chan hyung, ya no soy un niño, tengo 20 años y nunca me has dejado hacer algo por mí mismo. Todo lo que haces es ponerte una carga pesada sobre tus hombros sin dejar que yo te ayude, ¿por qué? sé que soy tu hermano menor y sé que pasaron muchas cosas que te hicieron velar por mí en más de una ocasión, pero a mí...a mí me gusta Minho hyung. Y eso no debería ser algo malo.

Minho pensó que tal vez Jisung podría ponerse a llorar en cualquier momento, pero se tranquilizó al verlo tan firme ante sus palabras, como si fuera un pequeño pajarito abandonando el nido de su madre.

No pudo evitar sonreír ligeramente ante esa comparación.

-Eres el vivo retrato de ella, ¿lo sabías? -Chan por fin pudo encontrar palabras para responderle.- como hermano mayor y como hijos abandonados al morir su madre, me vi en la necesidad de cuidar de ti, y yo tampoco entendía por qué razón me empeñaba tanto en cuidarte como si cualquier cosa te fuera a hacer daño. Pero es que, cada vez que te miro, la veo a ella también.

Jisung sintió que su hermano estaba siendo un poco cruel al recordarle a su madre de esa manera tan dolorosa.

Chan guardó silencio durante varios minutos, minutos que se sintieron eternos para los dos chicos sobre el sofá, los cuales no sabían ni que decir.