Cap 4 Se fue

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Cap 4 Se fue

"Ya no responde ni el teléfono

pende de un hilo la esperanza mía

Yo no creí jamás poder perder así la cabeza

por él"

Una semana había pasado desde la última vez que había visto a Quackity.

una maldita semana en la que también había dejado de salir de casa, descuidando todas sus tareas y en la que apenas y se había comunicado con los demás, todo gracias a sus tormentosos pensamientos.

No podía dejar de pensar en lo que había pasado,aún le parecía algo tan irreal que Quackity hubiera intentado besarlo, podía recordar el momento tan vívidamente, los labios rosados y brillantes del moreno, sus ojos que poco a poco se cerraban, la luz del sol iluminandolo de manera angelical y como sus manos que sostenían sus caderas se sentían llenas por primera vez en mucho tiempo. sin embargo esos pensamientos tan lindos eran reemplazados por un horrible sentimiento de culpa que lo carcomía desde dentro, junto con una metralla de pensamientos negativos, una voz en su mente que lo abrumaba con malas palabras hacía el mismo.

Todo por ese traicionero

Todo por que a pesar de todo, Auron aún tiene su corazón entre sus garras.

Cada maldito momento su mente le recordaba sus sentimientos por el castaño y lo hacían odiarse a sí mismo por tener la osadía de sentirse atraído a otro hombre.

Y lo peor es que Luzu sabe perfectamente que su relación con Auron era todo menos ideal, que ambos se hicieron cosas horribles el uno al otro y que la única forma de definir esa relación es como tóxica. Sin embargo, la parte de sí mismo que se desprecia siempre está ahí para recordarle que es lo que se merece, que es imposible que alguien lo ame de otra forma que no sea esa y que seguramente Quackity sólo lo está usando para un momento, como todos los demás, que su única opción segura es alejarse de él y aferrarse a los recuerdos de aquel amargo amor.

Seguramente su subconsciente esté en lo correcto, ¿Quién en su sano juicio se enamoraría de él? nadie podría amar a alguien tan dañado, tan retraído y desdichado, incompleto, repulsivo y...

"Basta Luzu" se dice a sí mismo, dándose un golpe "estás cayendo nuevamente en el círculo vicioso del autodesprecio"

"¡LUZU!" resuena la voz de Vegetta fuera de su casa, Luzu considera ignorarlo, hacer como que no ha oído nada y esperar a que se vaya, sin embargo los aporreos de este en su puerta principal lo hacen demasiado difícil.

"¡Como no me abras la puerta te quemo la casa!" grita el pelinegro

dejando en claro que no va a irse hasta conseguir lo que quiere

Luzu apenas y abre la puerta sin embargo Vegetta lo empuja, tirándolo al suelo y dejando la puerta abierta por completo

"¿¡Pero se puede saber que te pasa Luzu!? has estado como muerto por una semana, nadie ha sabido absolutamente nada de ti, no has atendido tus deberes con el pueblo y ni siquiera te has molestado en dejarnos una nota" Era obvio que el más alto estaba más que furioso y demandaba explicaciones

Luzu solo podía verlo desde el suelo, intentando conjurar en su mente mentiras lo suficientemente buenas para convencer al otro de que nada pasaba

"venga Luzu, que somos tus amigos, sabemos que algo te pasa y no está bien que nos dejes de lado tal que así"

Vegetta le ofrece una mano al castaño, ayudándolo a levantarse, sus ojos siempre sinceros denotaban la preocupación que sentía por su amigo y Luzu no pudo más

Mentiras de tus ojos carmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora