Estaba debatiéndome entre la vida y la muerte.
Algo tan simple como eso. Volver a ver al amor de mi vida con alguien que no soy yo, o volverme loca pensando en que debería haber tomado la decisión contraria.
Mientras me debatía internamente en qué hacer, estaba terminando de vestirme.Unos vaqueros claro, camiseta negra, chaqueta de cuero, y all star, lo más simple del mundo. No quería que ninguna mirada se enfocase en mí y volvieran a mí miradas ya conocidas. Solo me interesaba su mirada.
Puse rumbo a mi antiguo instituto. En el que, por su culpa, o más bien por la mía, duré lo que duran normalmente las flores después de cortarlas en un jarrón con agua. Nada.
Aparqué, mi sitio de siempre estaba libre y sentí un escalofrío desde el dedo gordo del pie, hasta la coronilla. ¿A quién me encontraría primero?
Empecé a subir los mil escalones que parecía que tenía la entrada y volví a ver aquellas paredes, aquel suelo, y aquella mesa de guardia en las que pasé tantas horas.
Hola, estoy buscando a Jace..., ¿podría decirme su clase? - le pregunté a una mujer bastante familiar que se encontraba en aquella mesa-
¿Es familiar? - ni siquiera me miró-
Soy una vieja amiga - vieja amiga... ya-
Disculpe un momento - y se fue -
Me senté en aquel banco donde castigué a la mayoría de mis alumnos, eran puros incordios, pero me lo pasaba bien.
Al cabo de 5 minutos volvió aquella profesora que me resultaba familiar con alguien, mucho más familiar aún.
Esta es la mujer que te nombré - dijo esa voz que me empezaba a irritar -
Yo la atiendo, Eva, sube arriba a cambiar el turno - Eva...-
¿Cla-Claire? - mierda, me estaba empezando a arrepentir -
¡Emma, que gusto volver a verte! - puse la sonrisa más falsa de la historia -
Vamos a mi despacho - la cosa se estaba poniendo peligrosa-
La seguí, por aquel pasillo que me ponía la piel de gallina. Siguiendo esos tacones que me chirriaban los oídos. Y aquella voz tan peculiar que escandalizaba a todo el mundo.
Abrió el despacho, tal y como lo recordaba, olía igual, pero ella había cambiado. Tenía unas canas de más.
Toma asiento - el que no hiciera contacto visual sabía que había hecho mal en venir -
Emma, no quiero ni necesito hablar de nada. Solo vine a ver si todo estaba bien por aquí. Vengo en son de paz, Emma. - así ablandaría su corazón. O eso pensé -
Claire, nos conocemos. Sé a quién has venido a buscar y por qué. Voy a ser breve. Estuvo mucho tiempo mal, si por ella estás aquí. Demasiado. No quería ver a nadie que tuviese el mínimo parecido contigo. Repudiaba a cualquiera que se le acercase. Y ahora vienes, después de haberle hecho daño, a vete tú a saber qué. Eres egoísta, Claire. Eva sabe quién eres, por eso vino a buscarme. Y si esperas que Jace te vea, o tú verla, va a quedar en un intento fallido. Te invito a que vuelvas a irte y no la busques, por su bien, y sobretodo por el tuyo. - dijo sin casi respirar-
Me levanté, sin quitarle la mirada de encima. Y ella ya estaba al lado de la puerta. Pasé por su lado, y dije la frase que más me dolía.
Que sepas que esa tal Eva que en tan pedestal pones, se la está follando - y me fui, dejándola sin argumento ninguno -
La había cagado, cagado por no esperarme a ir a su casa. Cagado por no haber hecho las cosas bien.
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Si no te hubiese conocido.
RandomJace Blair, una alumna que fue su obsesión más oscura. Claire Logan, la profesora que era una perdición para sí misma.