VIII

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Estaba debatiéndome entre la vida y la muerte.
Algo tan simple como eso. Volver a ver al amor de mi vida con alguien que no soy yo, o volverme loca pensando en que debería haber tomado la decisión contraria.
Mientras me debatía internamente en qué hacer, estaba terminando de vestirme.

Unos vaqueros claro, camiseta negra, chaqueta de cuero, y all star, lo más simple del mundo. No quería que ninguna mirada se enfocase en mí y volvieran a mí miradas ya conocidas. Solo me interesaba su mirada.

Puse rumbo a mi antiguo instituto. En el que, por su culpa, o más bien por la mía, duré lo que duran normalmente las flores después de cortarlas en un jarrón con agua. Nada.

Aparqué, mi sitio de siempre estaba libre y sentí un escalofrío desde el dedo gordo del pie, hasta la coronilla. ¿A quién me encontraría primero?

Empecé a subir los mil escalones que parecía que tenía la entrada y volví a ver aquellas paredes, aquel suelo, y aquella mesa de guardia en las que pasé tantas horas.

Hola, estoy buscando a Jace..., ¿podría decirme su clase? - le pregunté a una mujer bastante familiar que se encontraba en aquella mesa-

¿Es familiar? - ni siquiera me miró-

Soy una vieja amiga - vieja amiga... ya-

Disculpe un momento - y se fue -

Me senté en aquel banco donde castigué a la mayoría de mis alumnos, eran puros incordios, pero me lo pasaba bien.

Al cabo de 5 minutos volvió aquella profesora que me resultaba familiar con alguien, mucho más familiar aún.

Esta es la mujer que te nombré - dijo esa voz que me empezaba a irritar -

Yo la atiendo, Eva, sube arriba a cambiar el turno - Eva...-

¿Cla-Claire? - mierda, me estaba empezando a arrepentir -

¡Emma, que gusto volver a verte! - puse la sonrisa más falsa de la historia -

Vamos a mi despacho - la cosa se estaba poniendo peligrosa-

La seguí, por aquel pasillo que me ponía la piel de gallina. Siguiendo esos tacones que me chirriaban los oídos. Y aquella voz tan peculiar que escandalizaba a todo el mundo.

Abrió el despacho, tal y como lo recordaba, olía igual, pero ella había cambiado. Tenía unas canas de más.

Toma asiento - el que no hiciera contacto visual sabía que había hecho mal en venir -

Emma, no quiero ni necesito hablar de nada. Solo vine a ver si todo estaba bien por aquí. Vengo en son de paz, Emma. - así ablandaría su corazón. O eso pensé -

Claire, nos conocemos. Sé a quién has venido a buscar y por qué. Voy a ser breve. Estuvo mucho tiempo mal, si por ella estás aquí. Demasiado. No quería ver a nadie que tuviese el mínimo parecido contigo. Repudiaba a cualquiera que se le acercase. Y ahora vienes, después de haberle hecho daño, a vete tú a saber qué. Eres egoísta, Claire. Eva sabe quién eres, por eso vino a buscarme. Y si esperas que Jace te vea, o tú verla, va a quedar en un intento fallido. Te invito a que vuelvas a irte y no la busques, por su bien, y sobretodo por el tuyo. - dijo sin casi respirar-

Me levanté, sin quitarle la mirada de encima. Y ella ya estaba al lado de la puerta. Pasé por su lado, y dije la frase que más me dolía.

Que sepas que esa tal Eva que en tan pedestal pones, se la está follando - y me fui, dejándola sin argumento ninguno -

La había cagado, cagado por no esperarme a ir a su casa. Cagado por no haber hecho las cosas bien.

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⏰ Última actualización: Aug 30, 2022 ⏰

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