Si no te hubiese conocido.

III

Emily Hutson, amiga de Blair locamente enamorada de ella.

En mis rondas de patio siempre frecuentaba su zona, no era para vigilarla ni mucho menos ( un poco puede que sí ) pero nunca viene mal tener el perímetro asegurado. Blair casi siempre estaba con su amiga Emily, más conocida para mí cómo "salope" (zorra en francés). Emily es la típica amiga posesiva incapaz de dejar ser feliz a su entorno. Blair no sospechaba ni lo más mínimo de nada, pero Emily, era mucha Emily.

Klaus Stone, metro setenta, peli castaño, ojos marrones avellanados tres tonos más claros que Blair, tatuado y muy muy muy gay.
La única persona que soportaba que estuviese en la vida social de Jace; la protegía por encima de sí mismo; y de ella misma.

Klaus no aprobaba nuestra relación, y lo entendí. El chaval no quería perder a su mejor amiga ni que sufriera; le hice daño, demasiado, lo sé. Pero amar es inevitable. Y nosotras, dentro de nuestra burbuja "tóxica" como ella la llamaba, éramos felices. Felices, muy felices. Pero Emily, siempre jodiendolo todo.

No os quiero hacer tanto spoiler, pero os advertiré que... u odiáis a Emily tanto como yo, o me odias a mí. En esta historia era ella o yo. Y me eligió a mí para echarme de su vida. Yo nunca fui así con nadie, pero Jace Blair cambió mi vida.

Esa "salope" ; como yo siempre la he llamado, de Emily, destrozó mi vida más que yo misma.
Admito que mis celos compulsivos, mis ataques de ira, y nuestras peleas constantes por mi culpa, en parte eran fáciles de entender, pero Emily tenía algo que yo nunca tuve ni tendré; el don de manipular la mente de Jace. Quizás sí que la tuve, pero no mucho más que ella. Emily todo lo hacía por una razón, y esa razón era tener a Jace para ella sola, aunque ella misma, se cargase su amistad por traicionarla tantas veces. Jace no lo sabe, pero sé todo lo que pasa a su alrededor, y por qué, y todo siempre tiene un por qué. Pero Jace era la persona más ingenua que he conocido.

Jace, tus intuiciones siempre han sido ciertas, y pronto lo sabrás. Con pruebas, como siempre te ha gustado y como siempre haces. El ser "espía" se me da mal, pero quererte es lo mejor que se me da. Te sigo protegiendo, aunque sea desde lejos, pequeña.