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En un segundo Luzu presenció como Quacks simplemente guardaba la flor en su inventario y su rostro en cuestión de un segundo cambio al clásico alegre y brillante, pero por alguna razón ahora se veía falso —¡Luzuuuuuuuu! ¿Vamos a salir a explorar hoy? ¿Quieres que te dé un besote de buenos días?— El castaño tardo un momento en reaccionar, al final incluso se olvidó la razón por la que había ido.

—Sí, sí, quiero ir a una mina ¿Vienes conmigo?— Luzu dijo lo primero que se le vino a la cabeza, materiales y picar sería una buena manera de despejar su mente pues en ese instante su cabeza acababa de hacerse un desastre. —Deja tomo mis cosas y vamos!— después de esas palabras Quacks volvió a entrar para organizar su inventario y tomar todo lo que fuera a necesitar.

Por alguna razón ese día había sido más callado que de costumbre, Quackity intento hacer algo de plática pero Luzu se encontraba muy encerrado en sus pensamientos, la imagen de los ojos vacíos de Quacks parecía no desaparecer y incluso le estaba empezando a atormentar, ¿Cómo había cambiado de expresión tan rápido? Tenía tantas dudas pero no sabía si sería prudente preguntar o no.
Por parte de Quackity se empezó a aburrir, pero agradeció no tener que actuar tan hiperactivo el día de hoy, normalmente tenía que hacerlo cuando le prestaban especial atención, en el caso de Luzu era incluso más difícil porque con el practicaba la emoción del amor, que sinceramente no sabía si le salía por completo, pero cuando veía las mejilla rojas del contrario, una risa nerviosa o algún comentario coqueto lo hacía creer que lo hacía de manera correcta.

Mientras tanto en un cofre olvidado de Quacks, se encontraban una pequeña pila de flores marchitadas y en la cima la adquisición más reciente, la Anémona que tendría el mismo destino que las demás flores, secarse lentamente hasta morir y terminar hecha trizas con el más ligero tacto.

Why am I empty?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora