Te Amo, Pero Se Que Tu No Me Amas.

Capítulo Unico: Triste Reflejó En El Espejo Y Un Buen Amigo.

Algunos rayos entraban como pequeños besos, que eran dados por el sol para la ventana la cual estaba abierta.

El pequeño sonido del cantón de alguna ave que un nido serca de la ventana habrá echo.

Un suspiro salió de mi boca sin darme cuenta, mire de manera resignada, la ventana, aun no quería que fuera de mañana.

Deseé el que aún fuera de noche, lamentablemente sabía que eso no se cumpliría.

De manera lenta me levante de la cama, mientras me es tiraba intentaba hacer memoria de lo que tendría que hacer hoy.

Aunque sabía que solo tenía que hacer la misma rutina de simpre, levantarme, ducharme, comer algo, trabajar, y de vuelta a casa para comer y luego dormir, como simpre.

Camine arrastrando mis pies llege al baño, mi triste reflejo me mostro el espejo.

Miro fijamente mi rostro, habían pequeñas bolsas y manchas de un color morado oscuro abajo de mis ojos.

Mi cabello, que de joven era claro y ordenadores, ahora sólo estaba suelto y apagado. Su color se perdió, aunque aún había ese color rojo característico.

Suspiro al ver mi triste reflejó, ¿como termine haci?, que pensaría mi madre, ojalá ella estubiera aquí.

Ella me podría guiar por el camino correcto, y podría ser feliz. Pero eso no pasaría, ella ya no esta.

Me quité la ropa, las marcas oscuras estaban permanente en mi cuerpo, parecían no querer irse.

Marcas marcaban mi pasado uno el que no podría borrar, junto a las cicatrices de cortes del pasado, ellas por culpa de un sueño que no me pretensia.

Abri el agua, helada para intentar despertar, sentí como cada parte dejaba de estar seca, intente borrar los pecados del pasado y que el agua se los llevará, junto a lo que pienso.

Ya no pensar más y solo disfrutar, como me dijiste una vez. Me siento estúpido cuando intento hablarte, no escuchas obviamente.

El agua cura, ya que es vida, entonces ¿porque me siento peor cuando la siento?, tal vez es porque me recuerda a tí.

Tan escurridiza que no puedo tocar, aunque lo intente, eres algo que nunca tendré y aún haci te quiero tanto.

Aunque amo el agua, no tanto como a tí. En ella puedo llorar y nadie lo notará, solo pensaran que es el agua debajo de mis ojos, y no lágrimas por tu culpa.

Aunque no eres culpable, el único culpable soy yo. Aún sabiendo no pude evitar amarte, solo fuiste tú y eso me enamoro y eso me lastima.

Salgo de la ducha, camino hasta llegar al clóset de la habitación, ropa sencilla, el uniforme de trabajo.

Nunca te gusto el como era, pero aún haci dijiste que me quedaba bién, que me veía bién.

Nunca te dije nada, solo te mire y tu a mi, sonreiste.

Me diste una seguridad, me ofreciste tu mano, y pediste que caminaremos junto.

Aún haci no me ayudaste a pararme cundo caí, tampoco lo evitaste, solo me miraste y reiste, luego te fuiste con ella.

Ella, ahora que lo recuerdo la mencionaste tantos veces ¿como no lo ví? Era tan obvio, la amabas ella no a mi.

¿Quien me amaría a mí?

Sin darme cuenta ya estaba comiendo, detesto cuando me hundo en lo más profundo de mis pensamientos.

Tu odiabas mi silencio, decias que era como si te estubiera juzgando.