Luego de todo eso, nos sentamos en nuestros asientos y seguimos las clases con normalidad, bueno "normalidad". En realidad el ambiente era súper incómodo, todo callados y un poco asustados. Les dije a todos que mataría a quien le intente hacer algo malo a Tsushi. Y usé un poco mi quirk para parecer que atrás de mi había un demonio.
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(Solo imaginen que lo rojo es morado)
— ¡fufufu! — rei un poco al recordar eso.
Todos se mostraron aún más incómodo al escuchar mi risa. Y es normal, mi risa es bastante aterradora si lo ves de un punto de vista diferente al mio y de los que me conocen.
Aunque me sorprende no haber visto a Izuku. Tal ves falto, o ¿no está en esta escuela? Tal ves salió de la escuela por el bullying, pero eso no tiene sentido, se supone que este mundo es igual que el original. claro dejando de lado las ayudas de Masshiro. ¿Entonces?
—ya lo verás– (Esa es Masshiro hablando con la prota)
Eso no me da una respuesta, específica.
–ño–
¿Puedes dejar de hablar así? Da mucho cringe.
–ño–
Siempre es así, para se Dios es demasiado infantil. Bueno, eso es lo que ella muestra, es Dios, un ser incomprensible para un mísero humano como yo, nunca sabré lo que ella piensa. Aunque supongo que tener a Dios como amiga es beneficioso.
Ashhh, que desesperante es esto. Saber que siempre hay alguien leyendo tu mente es... No sabría explicarlo, pero se que no me gusta. no tengo privacidad.
[El día siguiente]
Hoy era un nuevo día de escuela. Estaba en la calle yendo a la escuela, hoy hiba a venir Izuku, ¿como lo se? Masshiro me lo dijo. No especificó nada, solo dijo que ayer había faltado y que hoy vendría.
Cuando llegue a mi salón fui a mi asiento para dormir un poco. Ayer no había dormido. En realidad duermo muy poco. Tengo insomnio. A causa de eso mis operan aumentaron, eso preocupo un poco a mis padres, al parecer Akai nunca tuvo problemas para dormir temprano, además que un cambio de personalidad tan repentino es raro, aunque eso último fue culpa de la pubertad, eso fue lo que dije, me sorprendió que lo creyeran.
Durmiendo un poco me levante al escuchar un grito proveniente del profe.
— ¡Shimazu-San! ¡La hora de aula no es momento de dormir! — grito, estando al lado de mi.
