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Ese día fue raro desde el principio.

Se despertó antes de que sonara su alarma, desayunó algo diferente a lo usual (cereal con leche, por lo general solo cereal o simplemente nada), tuvo tiempo de sobra para ducharse y hasta llegó antes de la apertura al trabajo, cosa que jamás le pasa.

A penas llegó se enteró de que Ismael, con quién había compartido varios turnos de tarde, renunció el día anterior y ya estaba por llegar su reemplazo, para empeorar su jefa le encomendó cuidar y enseñar al chico nuevo a pesar de no llevar tanto tiempo trabajando ahí.

Mientras el nuevo llegaba intentó pensar el motivo de la renuncia de Ismael, el chico trabajaba bien y siempre era puntual, ayudaba a todo el mundo y era de buen carácter, para Iván era ese tipo de persona que es como el supporter de un equipo porque todos confiaban en él para solucionar problemas.

Tras pensarlo un rato llegó a la conclusión de que quizá era mucha presión para él y por eso se fué, Tomás le dijo que Ismael no le había contado nada sobre su renuncia y estaba igual de sorprendido. Sabía que Ismael y Cristian, otro de sus compañeros que por lo general está en la cocina, eran amigos pero no quiso preguntar y entromerse donde no le llaman, prefirió quedarse con la duda.

A penas el chico nuevo llegó y se presentó le dieron un pequeño recorrido por el local y le explicaron muy brevemente qué había que hacer y dónde se necesitaba la ayuda.

En palabras de Iván el chico era un "desastre ambulante con patas" y un "enorme pedazo de pelotudo" que a pesar de las múltiples explicaciones que le dió sobre cada botón de la caja, dónde está cada cosa, qué hacer y qué no, a dónde ir y a quién preguntarle, seguía mandandose cagadas.

─No Franco así no es, tenés que escribir el código del producto primero, acá está la lista─ suspiró por millonesima vez en el día, igual entendía las dificultades de Franco para adaptarse, en su momento a él también le costó mucho y tuvo que preguntar y reintentar varias veces, pero su paciencia no era mucha y justo ese día se había juntado mucha gente, tener que detenerse a explicarle al chico era un estrés.

─Perdón perdón ya entendí, creo─ Franco parecía igual de estresado que él, pero al menos intentaba ser entusiasta y estaba dispuesto a aprender de sus errores hasta que le salga bien y eso a Iván le agradaba.

Al principio habían mandado a Franco a servir mesas pero a la tercera taza que rompió todos llegaron a la conclusión de que era mala idea y lo enviaron a la caja con Iván de maestro.

A Iván nunca se le ha dado la tarea de enseñar o explicar, es malísimo con las palabras y a duras penas se entiende a si mismo, intentó explicarle las cosas como se las enseñaron a él cuando llegó para "traspasarle sus conocimientos corte kung fu panda", pero a veces hablarle a Franco era como hablarle a una pared, de repente escuchaba y de repente no.

Perdió la cuenta de la cantidad de veces que explicó la misma cosa, recogió cosas que tiró y pidió disculpas a clientes por la tardanza y confusiones de pedidos, pero a pesar de todo se rió como hace mucho no lo hacía. Para Iván el chico parecía ese típico compañero de clase bromista que hace comentarios ridículos cada tanto y es imposible no reírse con algo que diga.

Cuando la cantidad de gente esperando bajó con el pasar de las horas, pudieron hablar más tranquilamente y conocerse un poco más para entrar en un buen ambiente, Iván descubrió que tenían muchas cosas en común y prometieron juntarse a jugar a los jueguitos un día que estén libres.

─No no pará boludo ¿cómo que esto se llama croissant? qué es ese nombre trolo─ Iván soltó una carcajada que intentó contener pero no le salió, para él seguían llamándose medialunas pero como la tienda era más o menos fina les decían croissant corte francés, aunque cada vez que intentaba pronunciarlo cuando lo ofrecía a los clientes sonaba como croasinstss y se le quedaban mirando raro.

─No sé pero te sale re bien el francés, deberías ofrecerlos tú a los clientes─ Franco rió contento, hizo unos movimientos raros con las manos y una pose que intentaba verse elegante pero se veía de todo menos de alta clase, parecía que le había dado un calambre.

Ambos estaban en el mostrador dividiéndose las tareas cada tanto, se intercambiaban la caja y la vitrina de empaquetado para que no se les hiciera tan pesado y de paso Franco pudiera practicar. Durante todo el turno ambos funcionaron como un buen equipo e Iván estaba agradecido de eso, no se sentía solo y de paso tenía una ayuda extra.

─¿Vos decís? ¿será porque tengo un amigo francés?─ meditó por unos segundos─ su acento es re marcado y quizá se me pega un poco─ Iván le copió el movimiento de las manos como diciendo "ay boluda no me digas" a lo que Franco rió.

─¿Cómo que tenés un amigo francés? ni en pedo fuiste a Francia─ se sentía en la suficiente confianza como para boludearlo y dejarse boludear.

─Te lo juro, uno de mis mejores amigos es francés pero se fue a España y de ahí se vino acá, un pelotudo la verdad─ ambos rieron mientras Iván guardaba el último pedido de la tarde, que estaba esperando vinieran a retirar para poder salir.

Una vez retirados todos los pedidos cerraron el local para poder limpiar y ordenar dejando todo listo para la apertura del día siguiente, por suerte eran varios y pudieron hacer todo rápido sin mucho problema. Iván estaba agotado, por lo general se va a casa caminando pero ese día optó por ir en colectivo, no se le hacía tentadora la idea de caminar y quizá caer en el proceso.

Llegando a su casa pidió por delivery algo para cenar y boludeo con el teléfono un rato, Franco le había pasado su número y estuvieron media hora intercambiando stickers de whatsapp que Iván pensaba aprovechar, ahora tenía algo con lo que romperle las bolas a sus amigos.

Cuando vio que era una hora prudente para irse a dormir recordó que no había escrito nada en todo el día.

4 de agosto. 22:45 p.m

Tengo novedades para contar.

Hoy llegó un chico nuevo llamado Franco que me cayó re bien, aunque admito que Ismael era un sol y trabajar con él era muy agradable, lo voy a extrañar.

Me tocó enseñarle a Franco a usar la caja, anotar pedidos, empaquetar, atender y básicamente todo lo que sé, pero la mayoría de las cosas ni las entendió o tardó mil años en entenderlas, es un verdadero boludo.

nota: deberías practicar tus dotes para enseñar que hasta el momento son nulos.

Se podría decir que hice el acto de socializar, hasta le pasé mi whatsapp creo que más socialización que eso no puedo hacer. Espero te sientas orgulloso de nuestro gran logro (porfa).

Me gustó haber hablado con Franco, me hizo el día más ameno y el turno se pasó volando, como la taza de café que tiró al suelo.

#riptaza.

Era una de esas tazas blancas con flores de colores que la jefa adora, cuando se enteró casi le da algo pero Franco prometió no romper más y traerle una nueva, no sé de dónde la sacará pero le deseo suerte.

De paso hablé con Tomás y Cristian y a los dos les agradó Franco, de hecho creo que a todos nos cayó bien, parece que tiene un don para ser mariposa social, cuando pueda debería preguntarle cómo lo hace.

Me puse a pensar en algo que no se me sale de la cabeza, me impacta demasiado la facilidad que tuvieron para reemplazar a Ismael como si nada, si renunció ayer ¿cómo ya tienen a alguien? ¿o ya había avisado de su renuncia? ¿por qué no nos dijeron? ¿me reemplazarían igual de rápido si me voy? demasiadas preguntas y pocas respuestas.

Ah sí, mi estado anímico hoy fue bueno, estuve realmente feliz, espero mañana sea igual.

Atte. Iván.

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perdón por la tardanza, voy a intentar actualizar al menos dos o tres veces por semana sin falta, tengo muchas ideas para esta historia así que se vienen cositas.

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Atte. Iván ─ rodrivan (c.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora