Capítulo 8: El despertar del Señor Supremo.

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Lloyd, tumbado en el suelo, luchaba por hacer que la herida no empeorase. Alzó su mirada aterrorizada hacia Rybren, que se acercaba lentamente, con su espada en mano. La visión de Lloyd fallaba demasiado, como si su mente quisiera evitar que Lloyd viese lo que podría suceder. Aún sin estar recuperado de la caída, con las costillas doloridas, y sintiendo cómo su vida se iba lentamente, Lloyd empezó a intentar perseverar... sin éxito.

De repente, un grito esperanzador salió de entre la maleza.

-¡LLOYD! ¡VAMOS, HAY QUE RESCATARLE!- Gritó Kai.

Todos los ninjas entraron en escena, con sus armas doradas desenfundadas. Al instante, Kai atacó con su arma a Rybren, que bloqueó su tajo con su espada. Mientras tanto, Jay atacó con su electricidad por la espalda, pero Rybren saltó, y aterrizó justo detrás de Kai. El rayo de Jai impactó en Kai, y Rybren le dio un puñetazo a Kai que iba a lanzarlo hacia atrás, pero Rybren le agarró del cuello, y le estampó contra el suelo. Tras ello, le agarró de las piernas, y con una certera y muy poderosa patada, le lanzó un puñado de metros atrás, cerca de donde estaba Lloyd.

-¡Aggh!- Gritó Kai, intentando controlar su respiración.

Tras ello, Nya le atacó usando Spinjitzu, y Cole le intentó hacer un tajo desde arriba con su oz, pero esquivó la hoz dando un rápido paso hacia la derecha. Cole, desequilibrado, fue agarrado por las piernas por Rybren, y fue lanzado hasta Nya, haciendo que los dos terminen en el suelo. Tras ello, Rybren esprintó para dar un último tajo a Nya y a Cole, pero Zane congeló el suelo en el que Rybren estaba.

Durante unos instates, Rybren mostró una expresión de sorpresa, pero no tardó en empezar a destruir el hielo únicamente con la fuerza de sus puños. Se liberó a los pocos segundos, dando suficiente tiempo a Cole y Nya de levantarse.

Tras ello, y con una velocidad casi sobrehumana, embistió a Jay en todo el pecho, tirándolo al suelo de una forma dolorosa. Le agarró de las piernas, y lo lanzó al aire. Rybren saltó, y con absurda precisión, dio una patada en el aire a Jay, que hizo que aterrizase muy forzosamente.

Mientras los demás ninjas iban corriendo hacia Rybren, él dio una patada a Jay que le lanzó contra una pared de roca, dejándolo completamente derrotado.

-Dos menos. Faltan tres.- Dijo Rybren.

La tensión invadió a los ninjas. Un momento de pausa, antes de continuar el combate. Sus mentes no podían permitirse el lujo de sentir miedo.

Los ninjas vieron cómo ese desconocido que atacó a Lloyd estaba casi sin un rasguño, y cómo se marcaba una sonrisa siniestra. Kai y Jay estaban fuera de combate, gravemente heridos.

Rybren lanzó su espada hacia Cole, que lo esquivó por muy poco, y Rybren agarró una roca de tamaño considerable, y se la lanzó a Nya, que se intentaba acercar por la espalda. Zane se lanzó justo delante, recibiendo el golpe en su lugar.

-¡A por él, Nya!- Dijo Zane, en el suelo, intentando quitarse la roca de encima.

Nya esquivó un puñetazo de Rybren, y consiguió distancia de él.

-¡Cole! ¡Ayuda a Zane! ¡Ya!- Dijo Nya.

Cole se dirigió hacia él, pero con una velocidad extrema, Rybren agarró su espada y atacó a Cole, quien se cubrió con su oz. Por la espalda, Nya le dio una patada en la espalda a Rybren, y le tumbó al suelo; pero rodó sobre su hombro al instante, dio un salto hacia atrás, y dio una patada baja a Cole, haciéndole caer.

-¡Cole, cuidado!- Gritó Nya.

Cole sabía que Rybren iba a intentar agarrarle de las piernas, así que rápidamente se levantó, y dio una patada voladora alta hacia él. Por desgracia, Rybren lo esquivó, y embistió a Cole hacia donde Nya, haciendo que Cole se estrellase con Nya.

Ninjago: Padre e hijoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora