The Guardians[𝐳𝐨𝐝𝐢𝐚𝐜𝐨]

Capitulo 5🌠

Dos días antes según el mundo nuevo en el que cayeron los signos.

PISCIS🌙

Sobo mi trasero por el dolor, realmente fue una caída de mierda, y a pesar de que caí en el césped azul, aún me dolió......espera ¿césped azul?

Toco el césped y es normal pero solo cambia el color. Miro los árboles y no son verdes, sino de colores rosas, violetas y celestes, pero lo que me deja boquiabierta es el enorme mar que luce a unos metros de mí, es totalmente maravilloso.

—Es el mundo de las sirenas — habla Sagitario.

—No me jodas, es hermoso - sonrío tirando de su brazo — ¿podemos ir a verlas?

—Estaría encantado de llevarla, pero las sirenas aquí son malas — sonrie.

—¿Qué tan malas?

—Son asesinas — dice tirando de mi brazo, nos alejamos del mar con rapidez — detestan a los invasores.

—¿Acaso Henry no pudo enviarnos al mundo de las hadas? — pregunto odiosa.

—Alguna de las otras princesas seguro irá ahí —- asegura — debemos caminar un poco más, cuanto más lejos del agua mejor.

Después de dos largas horas caminando, Sagitario ingresó a una horrible y aterradora cueva, estaba oscureciendo y sonidos raros se escuchaban. Temblaba del miedo de que alguna sirena demoniaca me arrancara el corazón.

—Listo, no hay nadie —Avisa Sagitario — ya puede ingresar, yo buscaré comida.

—No voy a entrar ahí sola — sentencio.

—No hay nada ahí, estará a salvo — sonríe — hará frío más a la noche, mejor entre y quédese ahí.

Cruzo mis brazos y niego.

—No, iré contigo a buscar comida y volveremos a esa cueva.

Pasa su mano por su cara y asiente.

—Como prefiera la princesa.

Sonrío y lo sigo por detrás. Mis pies dolían de tanto caminar, pero no iba a quedarme sola en esa cueva, que tal si entraba un monstruo devora cerebro.

—¿Que clase de comida hay acá?

—Frutas — dice y me entrega la espada — subiré al árbol, usted no toque nada.

—¿Le gusta dar ordenes?

—No, como cree— se ríe y sube al árbol con agilidad — quítese su camiseta.

—¿Qué?— indago confundida.

—Es para colocar las frutas ahí — se ríe negando — no piense mal.

—No pensé nada — digo y tiro mi camiseta al césped, tenía mi top deportivo obviamente.

—No sería tan poco caballero para pedirle algo así — dice cortando las frutas y la tira en mi dirección, las agarro y las dejo en el saco — tampoco lo haría aquí.

—¿Haría que?

Sonríe levemente, baja del árbol y se acerca sacudiendo sus manos.

—Sabe princesa, nosotros somos muy diferentes — sonríe y coloca un mechón de cabello detrás de mi oreja — pero su inocencia me gusta.

—No se sobrepase — lo empujó — no necesito que me esté coqueteando, asique mantenga sus manos lejos de mi.

—Tiene razón, le pido mis disculpas conpañera — sonríe y agarra su espada — trae las frutas, si es tan amable.