Capitulo 8 🌠

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Leo☀️

Seco el sudor de mi frente y bebo un poco de agua, estuvimos entrenando por una hora y mi cuerpo pide una ducha. Hago cara de asco al sentir el abrazo pegajoso de Piscis y la apartó.

— Estas toda transpirada — digo con disgusto y ella bufa alejándose.

Estábamos entrenando, las brujas nos ayudaban con la magia y los druidas vendrían mañana para ayudar con nuestros dones. Por otro lado, Henry y Bob nos ayudaban con lucha cuerpo a cuerpo y manejar armas, como espadas, lanzas, arco y flecha, dagas y todo tipo de elementos filosos.

Ahora estábamos con Henry y Bob, las pelas son complicadas, pero son muy pacientes con nosotras. Estamos hace un mes aquí y hace unos días volvieron a robar el alma de un pequeño niño indefenso, se encuentra encerrado en el castillo hasta que logremos conseguir como devolver su alma.

— Chicas arriba, hay que seguir entrando — insiste Bob y lo miro con odio — Vamos Leo, necesitas aprender.

— No puedo, la flecha no se queda fija en el arco — digo frustrada.

— Con paciencia, recién empiezas a usarlo hoy — aconseja y me da el arco — ya sabes usar muy bien las dagas, eres buena en eso y lo serás en esto.

Asiento poco convencida y agarro una flecha, la coloco en el arco y apunto al blanco, mientras que la flecha se abre y bufo. Vuelvo acomodar la flecha y me concentro para lanzarla.

— Muy bien.

Miro a Bob y señaló el lugar en el que se enterró la flecha.

— No fue el blanco, está en el suelo — reniego y tiro el arco — no puedo, empezaré a practicar con la lanza.

— Bien, si así lo quiere — acepta y me señala donde están las lanzas.

Camino hacia allá y Aries está practicando, es muy buena y le sale perfecto. Tiene buena puntería y Henry ve con orgullo a mi hermana. Sonrío y saco una lanza, miro los movimientos de Aries y mi cabeza da vueltas, lo hace bien pero es complicado.

Voy hacia allá y Henry me posiciona junto a Aries, ella me mira y me ayuda a agarrar la lanza.

— Tus pies deben estar así y tu brazo libre debe darte equilibrio — me acomoda y levanta mi brazo que sostiene la lanza — este debe ir hacia atrás con naturalidad, pero cuando vuelve hacia delante tiene que estar con fuerza y seguridad. Tus ojos fijos en dónde quieres que vaya y acompañas la fuerza del brazo con el impulso de tu cuerpo.

Asiento segura y ella me ordena que la lance. Hago todo lo que me dice y la lanza va derecho al blanco, no cae en el centro pero se incustra de maravilla.

— Lo hice — sonrío y ella festeja

— Eres buena, sigue practicando y será experta, no como yo pero algo es algo — se ríe y tira la lanza que va derecho al blanco.

Una hora después del entrenamiento me duche y decidí caminar por el jardín, aún seguía impresionada por la belleza de este lugar, pero el ambiente estaba triste y muchos en el pueblo tenían miedo.

Nosotras nos estamos esforzando para que se sientan protegidos con nosotras, pero aún así es muy complicado dominar nuestro poder. Ayer estuvimos con nuestras madres, escuchando sus consejos de control sobre la luz y las ondas de calor y frío que desprende nuestro cuerpo, aún sigo sin entender como carajo hacerlo.

— ¿Admirando la noche princesa? — doy un brinco por la voz gruesa del castaño y lo miro.

Tiene una camisa negra, un pantalón de cuero y un aroma muy varonil. Tiene un libro en sus manos y su cabello está despeinado, algunos golpes en su cara que llaman mi atención.

The Guardians[𝐳𝐨𝐝𝐢𝐚𝐜𝐨]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora