Capitulo 28

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Cuántas veces ha cambiado de lealtad esta chica mercenaria hasta ahora?" Kyoko le preguntó a Archer.

"Dos veces lo creo", respondió.

"Nuh huh", dijo Felicia mientras los conducía a la supuesta ubicación de Uwasa, "Estaba trabajando en otro trabajo antes de conocerlos a todos. ¡Así que son tres!"

"¡Eso no lo hace mejor!" Kyoko gritó.

"Me alegro de que no tuviéramos que pelear contigo", comentó Iroha.

"Bueno... tengo que proteger al señor vaca", respondió Felicia.

Kyoko no sabía cómo Iroha convenció a Felicia para que volviera a trabajar con ellos después de convencer al mercenario de que algo malo le sucedería a su animal de peluche si no solucionaban el rumor. Aparentemente, las chicas de cabello rosado en general eran muy buenas para hablar con la gente.

A veces, cuando no te queda nada, eres propenso a tomar decisiones temerarias, le dijo Archer.

¿La estás defendiendo?

Solo afirmar un hecho. Lo he visto muchas veces.

Eventualmente pasaron los terrenos de la escuela de un lugar llamado academia Sankyoin y llegaron a la entrada de unas alcantarillas subterráneas.

"Bueno, esto es lo más cliché posible", comentó la conocedora del género Kyoko.

"Las alcantarillas son de naturaleza laberíntica y la gente tiende a evitar bajar por ellas", explicó Yachiyo. "Los convierte en buenos lugares para esconderse".

"¡Vamos a hablar o vamos a luchar contra algunos rumores!" Felicia les gritó.

"Silencio", siseó Archer. "Si empezamos a hacer ruidos fuertes, sabrán que estamos aquí".

"Deberíamos ser lo más discretos posible", dijo Yachiyo mientras los conducía adentro. Los túneles estaban oscuros, húmedos y malolientes. Lugar perfecto para esconder algo importante. "No tenemos tiempo que perder luchando contra las personas que protegen el Rumor".

"¡Bien!" Tsuruno susurró, aunque apenas era un susurro considerando el volumen predeterminado de su voz. En serio, ¿cómo fue un susurro tan frustrantemente alto pero técnicamente dentro de lo razonable para una misión sigilosa? "¡Es hora de que los más poderosos pasen al modo sigiloso!"

Y luego vino la nube de murciélagos.

"¡Aaaaaaaaah! ¡No te acerques a mí!" Iroha dejó escapar un chillido femenino.

"¡Oye, vamos, no te asustes tanto por un pequeño murciélago estúpido! ¡Tenemos que estar callados!" Felicia empezó a gritar.

"¡Waaaaah!" Tsuruno dejó escapar un chillido aún más femenino. "¡Me golpeó la cara!"

"Cálmate. Tienes cosas peores viviendo en tu restaurante", respondió Yachiyo con calma.

"¡Yachiyo! ¡Eres el peor!"

"¡Kyaaaaaah!"

"Esto es lo que obtengo por trabajar con niños", dijo Archer mientras se pellizcaba la frente con frustración con una mano y preparaba una cuchilla con la otra.

Una hoja forjada en las cenizasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora