La presa o el Cazador [Jenlisa & Chaesoo] G!p

Capítulo 8

NARRADOR

En la mañana todos se levantaron un poco tarde a excepción de los que se habían ido a sus habitaciones y casas temprano pero los demás estaban completamente cansados por lo que al final despertaron casi a medio día, la rubia no fue una de ellas ya que aunque su hermano se esté recuperando aquella pesadilla jamás deja de perseguirla sin dejarla dormir más que un par de horas.

Ella caminaba por los pasillos con una botella de agua en su mano, iba hacia el primer piso a donde estaba el gimnasio para hacer algo de ejercicio y ocupar su mente en algo más que no sea esa pesadilla que no la deja en paz.

Al llegar allí se encontró con Jisoo saltando una cuerda algo que se le hizo extraño pues todos se habían levantado tarde y otros aún seguían en la cama y Jisoo era muy difícil de levantar cuando duerme.

Ls: ¿qué haces aquí?

Js: Pues ejercicio, ¡dah!

Ls: me refiero ¿a qué haces aquí tan temprano? No eres de los que se despiertan temprano

Js: no es temprano, es más de medio día

Ls: pero anoche fue algo agotador y conociéndote aún seguirías durmiendo

Js: no pude, dormí un buen rato pero estoy algo cómo decirlo...- la rubia alzó la ceja esperando a que dijese algo- nerviosa creo

Ls: ¿y eso porque?- preguntó mientras se colocaba en el banco olímpico empezando a levantar pesas

Js: invite a salir a rose- tuvo que acercarse con rapidez a la rubia pues cuando le soltó eso la pesa casi le cae en la cara

Ls: ¿¡qué!?- preguntó luego de poner la pesa en su lugar

Js: sí bueno creo que me gusta y se lo dije o más bien lo insinué delante de las otras chicas del club de pintura pero aún así se lo dije a ella también anoche y le pedí que saliera conmigo

Ls: ¿Enserio te gusta?

Js: eso creo, la he estado observando estamos últimos días y creo que empezó a interesarme

Ls: no lo entiendo, solo han pasado unos pocos días pero aún así creo que está bien, Rose es una chica muy tierna

Js: y sexy

Ls: eres mi amiga y te gusta así que no voy a confirmar eso, sería una falta de respeto

Js: bueno la cosa es que no se que hacer o cómo actuar hoy, ya sabes puedo ser muy confiada conmigo misma pero con ella no se si pueda lograrlo

Ls: yo creo que puedes- se colocó una vez más levantando la pesa- ya lo hiciste una vez, le dijiste que estás interesada ¿por que no podrías ahora?- la pelinegra asintió dándole la razón a la rubia, ambas continuaron haciendo ejercicio mientras hablaban sobre las chicas

Más tarde ambas salieron de allí sudorosas, y se dirigieron hacia sus habitaciones para tomar un baño, al llegar a ella ambas se metieron a las duchas como siempre, con ella agua completamente fría mismas cosa que a la que ya estaban acostumbradas, todos lo estaban pues es lo qué hay.

Al salir del baño la rubia se coloco unos pantalones negros rasgados, una camiseta del mismo color y una chaqueta negra con rojo junto con unas botas de combate, una ventaja que les trajo el meteorito fue el hecho de poder asaltar las tiendas de ropa que quisieran cuando quisieran, tomo su arma enganchándosela en la cintura del pantalón luego salió de la habitación, mientras iba caminando hacia las escaleras se encontró con Momo que al parecer se había despertado hace poco pues tenia el pelo húmedo como si se hubiese duchado hace poco.