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Robin lanzó varias veces el cable del que Billy le habló hacia la rejilla para intentar colarlo por ella, sin éxito, por lo que trató de pensar en otra manera de hacer pasar el cable por la rejilla.

Las alfombras enrolladas.

Fue hacia la zona del váter, saltando el agujero que excavó, y se llevó hacia la ventana la alfombra más larga que se encontró. La posicionó de una forma en la que pudiera pasar el cable hasta llegar a la rejilla y finalmente lograr colarlo por ella.

Al conseguirlo, Robin sonrió victorioso y tiró del otro extremo del cable para después quitar bruscamente la alfombra la cual ya no le era de utilidad.

Agarró los dos extremos del cable, un extremo en cada una de sus manos, y tiró de ellos fuertemente para comprobar si era estable. Al ver que sí, intentó escalar la pared pero todo el rato sus pies resbalaban y volvían al suelo. Nuevamente trató de pensar en otra solución.

Al ver que lo que fallaban eran sus pies, juntó los dos extremos del cable y los ató, posicionando su pie en el ahora atado cable.

Esta vez sí logró llegar hasta la ventana, y para no caerse, con una mano se agarró de la rejilla y con la otra intentó abrir la ventana. Al ejercer todo su peso en la rejilla por mucho tiempo, esta se desprendió, haciendo que Arellano se golpeara la cabeza con ella mientras caía y se diera un buen golpe contra el suelo.

Robin se limitó a levantarse con dificultad, maldiciendo por lo bajo.

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- Papá. - Llamó Finney a su padre, asomándose al salón.

- ¿Si?

- ¿Puedo preguntarte algo? - Se acercó a él.

- Claro, ven y siéntate. - Le respondió, palmeando la silla que se encontraba junto a él.

Finn se sentó y pensó detenidamente lo que diría a continuación.

- Promete que no te enfadarás.

- Lo prometo. - Dijo levantando el vaso que se encontraba en su mano.

- Es sobre mis sueños. - Se incorporó rápidamente al ver el cambio en la expresión de su padre.

El mayor se tomó un trago, tratando de mantener la calma ya que prometió no enfadarse, y dejó el vaso sobre la mesa.

- ¿Qué pasa con tus sueños?

- Bueno.. ¿qué pasaría si..?, ya sabes, si mis sueños.. - No pudo terminar ya que no sabía como decir lo que quería decir asi que su padre aprovechó para hablar.

- Finney. - Se acomodó en su asiento. - Tu madre.. era una persona especial y era inteligente, igual que tú, pero también estaba.. tocada. Veía cosas y escuchaba cosas y.. se convenció tanto de que sus sueños significaban algo que al final, le dijeron que hiciera cosas. Cosas terribles. Hasta que se quitó su propia vida.

- Yo amaba a mamá. - Dijo Finn antes de que su padre pudiera decir algo más.

- Yo.. yo también la amaba.

- Me refiero a que la amaba tal y como era.

- Lo sé, solo.. solo que. - Suspiró. - Yo no quiero ese futuro para ti, Finney, ¿entiendes?

- Pero.. ¿y si mis sueños fueran de ayuda para encontrar a Robin? - Al darse cuenta de lo extraño que resultaba decir eso en voz alta, se corrigió. - Digo, quizás mis sueños sirvan para ayudar a la policía a encontrar no solo a Robin sino incluso a los demás chicos desaparecidos.

Su padre finalmente cedió y accedió a llevar a Finn en coche a dar una vuelta para ver si conseguía ver la casa que aparecía en sus sueños.

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⏰ Última actualización: Sep 02, 2022 ⏰

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