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- Mi puto brazo, debería romperte el cuello por lo que le hiciste a mi brazo. - Tiró a Robin sobre el colchón que se encontraba en el suelo mientras hablaba.

El menor trataba de incorporarse, mareado y con su vista borrosa por aquel gas que uso el mayor contra él para raptarlo.

Mientras el Raptor se sentó en frente de él y miró su propio brazo.

- Dios, estoy lleno de sangre. - Pasó sus dedos por la herida que le hizo Arellano con aquella linterna y desvío su mirada hacia el menor frente a él. - Es como si hubiera matado a alguien. ¿Lo ves? - Señaló la herida.

El chico frente a él no reaccionaba, se limitaba a estar en silencio.

El Raptor pasó su mano por enfrente de Robin para comprobar si era capaz de ver. 

- Parece que todavía no ves nada. - Bajó su mano y siguió observándole. - Se que tienes miedo pero ya no te haré daño. Lo que dije sobre romperte el cuello.. solo estaba enfadado.. y me has cortado el brazo. - Dijo riendo. - No te lo voy a reprochar. - Se acercó un poco más a Robin. - Supongo que.. - Acercó su mano hacia el pelo del contrario tratando de tocarlo pero el menor le dio un manotazo, apartándola bruscamente.

- No me toques. - Habló finalmente Robin. Tenía la vista borrosa pero pudo ver perfectamente aquella mano acercarse a él.

- ¿Entonces si que puedes ver, eh?

- Borroso.. veo borroso. ¿Por qué veo borroso?

- Pronto tu vista volverá a la normalidad, no tienes que tener miedo, nada malo te pasará aquí, te doy mi palabra. - Alzó su mano y levantó dos de sus dedos como promesa, una promesa la cuál Robin no se creyó. - ¿Quieres un refresco? - Preguntó, posando una de sus manos en el hombro del contrario el cual se estaba esforzando por mantener la calma. - Te traeré un refresco y luego- El sonido de un teléfono lo interrumpió.

- Iré a ver quien es, luego ire a por tu refresco y volveré para explicarte todo. - El Raptor apartó su mano para tocar la mejilla de Robin pero el contrario lo volvió a impedir, esta vez con un manotazo más fuerte.

- Dije que no me toques. - Repitió con más furia.

El Raptor lo miró por unos segundos, suspiró y se fue, cerrando la puerta.

- Joder, a ese tipo no le debieron dar muchos abrazos cuando era pequeño. - Dijo al ver lo mucho que insistía aquel hombre con el contacto físico y limpió la mano con la cual le dió los manotazos al Raptor en el colchón.

Robin tenía miedo, mucho miedo, pero el miedo no le ayudaría a escapar de ahí asi que tenía que pensar en frío y controlarse a la siguiente para no terminar muerto.

Con la linterna ensangrentada en mano, se levantó y caminó hacia la puerta, comprobando que efectivamente, la puerta estaba bien cerrada.

Robin siguió inspeccionando el lugar en busca de cualquier cosa que lo pudiera ayudar a escapar. No encontró nada útil, solo unas alfombras junto a un retrete no muy limpio. También había un teléfono pero era inútil, el cable estaba roto.

Rendido, se sentó en el colchón, pensando de que ese era el final de su corta vida. Apretó los puños y notó algo en su mano derecha, haciendo que aflojara el agarre.

Robin en ningún momento soltó la linterna en forma de nave espacial que se encontraba en su mano derecha pero recién se dió cuenta de que la tenía.

A pesar de que el pequeño objeto estuviera ensangrentado por haberlo usado como arma el chico lo miró con cariño, recordando los buenos ratos que pasó con su amigo.

Dreams [Rinney]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora