Capítulo 1: El chico que probó la vagina

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¿Qué pasa chicos? Este soy yo, otra vez. Si eres de la clase de persona que se pregunta quién coño soy, pues estas en el lugar correcto porque ni yo sé quién coño soy. Tal vez no soy nadie, pero estoy seguro que seré la clase de hijo de puta que tendría su propio show en Netflix con mi jodida vida y mi montón de problemas.

Soy un veinteañero que se folla a su ex, hace su propio dinero, se va de fiesta los fines de semana y llora por las noches por culpa de su fucking ansiedad del coño. Esa es la clase de mierdas que las personas quieren ver un show de Netflix, esas personas son las regulares de mi edad. Hay un gran problemas en la sociedad porque a estas putas les gusta Élite y otras series que dan asco. Pero yo amo en secreto esa clase de porquería. Soy tan básico. A todos les gusta ver como las vidas de los demás se van a la mierda y yo estoy muy jodido, así que quédate para averiguar más.

Ok, este es el trato, les voy a hablar sobre mis problemas mientras ustedes leen cuidadosamente y no cometen los mismo errores que este estúpido. Mañana tal vez esté sin trabajo porque estoy haciendo esto en mi horario laboral pero, QUE SE JODA EL SISTEMA.

Nací como un chico, un chico con un solo testículo porque el otro no bajó a la bolsa escrotal, no le dio la gana. El doctor le dijo a mi madre que era normal, falta de testosterona. En ese preciso momento mi madre debió saber que yo iba a ser especial, extraordinario. No se imaginaba que iba a ser una perra con sentimientos tratando de no tener sentimientos para hacer daño.

Pero solo soy un chico gay con un testículo. Mi madre encontró lógica que la falta de testosterona me volviese gay. ¡Pura porquería! Ella fue una ramera y mi padre se folló a todas las vaginas del pueblo hasta que el sífilis lo detuvo. Te amo mamá, pero esta la pura verdad.

Recuerdo el día en la escuela que me mandaron a pintar mi sueño de adulto y yo pinté una señora con un vestido, a lo que mi madre pensó que cuando adulto quería ser una Drag pero no, había pintado a aquella señora porque el único color que quedaba sobre la mesa de colores era el rosa y antes de eso, me escondía todas las tardes para mirar películas de Barbie; esa perra si tenía estilo.

Cuando era niño tenía claro que cuando adulto iba a ser el Power Ranger amarillo, pero casi siempre era una mujer, negra o asiática. También me inventé un after ego como Miley Stewart pero el mío se llamaba Bryan Bleu, él cantaba canciones sobre ambos mundos, uno donde estaba demasiado aburrido y el otro donde él era todo.

Y cabrones, todo salió mal en mi vida cuando me masturbé la primera vez pensando en un chico de mi clase. Hombre, él era tan caliente y solo tenía 13, ahora ya no lo es tanto. Estuve llorando tantas horas hasta que me volví a masturbar otra vez.

¿Por qué no nos enseñan sobre la masturbación y el pecado? Mamá, debiste hablarme sobre eso, sobre el sexo oral y anal. Tuve que averiguarlo todo por mi cuenta y de una manera horrible, el porno arruinó mi moral. Me odio tanto porque no soy el típico chico sexy con un cuerpo escultural de dios griego que folla como una loca y recibe todo el semen en la cara. (Tal vez eso último sí, es demasiado bueno para la piel)

No tengo el cuerpo perfecto, antes era demasiado delgado para encajar y ahora soy demasiado gordo para ser bottom (espero que mi madre nunca lea nada como esto)

Ok, porno, mi primera masturbación, el chico sexy de mi clase y la vagina...si, probé la vagina.

(Redoble de tambores)

Soy un jodido macho/testosteronico/alimentodedragones/machoconpieldeelefante.

Fue el 2013 cuando aquello, Miley Cyrus había sacado su primera canción de la era Bangerz y yo lo cantaba desquiciadamente en mi habitación. 😔 Ahora que pienso todo de nuevo, era demasiado gay y no lo sabía. Penetré a esa chica unas seis veces hasta que me vine en el condón. Fue extraño, estaba pretendiendo ser alguien que no era, no me gustó la vagina, yo solo quería ser la perra de alguien y balancearme en la bola de demolición de alguna empresa de derrumbes.

No soy tan loca como parezco, solo estoy hablando desde el interior de mi alma, de esa perra que vive en mi que quiere el semen en la cara porque es bueno para la piel.

Recuerdo cuando la chica me preguntó si me había gustado follarla, ella sabía además que no era la clase de cosas que quería experimentar, pero esa perrita estaba caliente y esta perrita también.

Me gustaba masturbarme pensando en el chiquillo de mi clase, lo adoraba, si lo supiese ahora. Pero nadie me ha preguntado nunca sobre eso, ni siquiera sobre el sexo anal, ni sobre si estuve con una chica. Hay tantas cosas que quiero contar, tal vez haga un podcast, es más simple.

Solía conocer a una chica que fue mi mejor amiga pero ahora solo es una sucia perra en esta historia, como la malvada madrastra o una puta sucia. La amaba tanto y ahora no siento nada, maldita perra del coño.

Ella tenía otro mejor amigo gay, un buen amigo al que hizo mierda también pero no es relevante en la historia, lo importante es que ella era tan ridícula que se enamoró perdidamente de él o a lo mejor necesitaba un poco de afecto y nadie se lo daba y confundió una cosa por la otra; lo que estoy seguro es que a él le gustaba tanto la polla como a mi el semen en mi cara. Y fue uno de los primeros en descubrir que yo era gay, y claro, yo ni siquiera lo sabía.

Vamos a estar claros en algo, todo el mundo sabía que yo era marica menos yo, me refugiaba en la idea de que iba a ser feliz en una familia cristiana, con mi señora y mis hijos, sin sexo anal ni semen en la ca...¡DIOS! ¡QUÉ ABURRIDO!

Pero era un chico de la iglesia, creía en dios y en la jodida paloma que penetró a María como un dildo vivo. Recuerdo que ser gay estaba mal, hacerse tatuajes, los besos con lengua, la lluvia dorada, el sado, fit fucking, fisting y más practicas sexuales de las que puede que no tenga ningún conocimiento. Joder, la zoofilia estaba prohibida, y yo que siempre quise ser tu perra maldita bebé.

Vivía en un pueblo pequeño, todos mis amigos eran niños, no había nadie marica...¡Qué coño me pasó!

La primera chica que me gustó se llamaba Beatriz, delgada y alta, follable. Pero había uno de mis amigos que también me gustaba porque mi pichurra me me vibraba como el puto tamagotchi. Eso era pecado y no podía permitirlo porque yo, el gran gordo homosexual de 10 años, interpretaba al ángel Gabriel en la obra de teatro de la iglesia.

La obra era una mezcla entre drogas y sexo y polvo cósmico, la chica que interpretaba a la estrella fugaz tenía un traje diminuto sexualizado, carne de pedófilos.

Yo estaba vestido con una larga sábana blanca y un aro dorado alrededor de mi cabeza como una puta reina. Cuando mi tiempo llegó, yo recreé en mi cabeza lo que debía hacer, caminar despacio, escalar una caja de madera y hablar, mi línea era: ¨Soy el ángel Gabriel y he venido para decirles que el hijo de Dios ha nacido¨

La obra estaba interesante, un montón de planetas con sus lunas esperando el nacimiento de Jesús y mi madre que siempre me dice que en el momento de mi nacimiento mi padre sonaba el claxon en el parqueo del hospital apurándola porque debía vender unas drogas.

Todos los ojos estaban sobre mí, sobre el gordito marica que casualmente era el ángel Gabriel, si me hubiese cagado encima todos lo hubiesen notado, era pura blancura. Cuando puse un pie sobre la caja noté la textura suave y flexible y cuando estuve sobre ella y esta cedió a mi peso (porque algún cabrón había cambiado la caja de madera por una de cartón) escuchándose en toda la iglesia una ligera: ¡PINGA!

Y todo el mundo se sorprendió.

Pero me he pasado toda la vida sorprendiendo a las personas como cuando era el mejor en el equipo de ajedrez pero en un campeonato perdí contra un campeón mucho más grande y adelantado que yo y el entrenador me hizo llorar con sus insultos. Eso si fue una mierda.

Mi niñez terminó arruinada por mi primera vez con una chica, hui muy lejos, cambié a un escenario mucho peor, una ciudad llena de pollas, personas imbéciles y perras malditas. Tenía que ser alguna de esas y creo que me convertí en todas.

Pero cariños, evolucioné hacia una ansiedad crónica con un gran trasero. Tengo mucha mierda que soltar y ustedes mucha por leer.

XOXO PUTAS.

Un chico sin un testículo (me sigo cagando en la madre del anormal que me cambió la caja de madera por la de cartón)


Un chico sin un testículoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora