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Ahora mismo, esperamos a que su cuerpo esté completamente cremado. Volvió esta sensación de ansiedad en mí que tuve que volver a comprar cigarros y consumirlos con desesperación.

A veces el destino puede llegar a ser bastante cruel, ¿No lo creen?

El sol comienza a ocultarse dejando que se sintiera algo de frío. Miré mi celular, marcaban las 7:02 p.m. con fecha del 16 de febrero del 2019... Invierno del 16 de febrero del 2019.

Me encuentro sentado en una banca en la vía pública, mientras consumo mi cigarro que está casi por llegar a la mitad estando en un estado totalmente indefinido para mí. Veo a los demás pasar, me da la idea de que ahora mismo tienen unas vidas totalmente perfectas mientras tengo todo un caos dentro de mí.

Akane está sentada a mi lado, está muy tranquila y es que parecer ser que comprendió la situación. Sintió la partida de Sonic, tal vez fue el momento justo en que su alma salió del cuerpo.

Verena llegó y se sentó a un lado de mí sin decir ni una sola palabra, tan solo nos acompañaba en este fuerte duelo. En automático le tomé la mano y la apreté un poco, quería sentirla conmigo, quería sentir que estaba conmigo y que necesitaba de ella en este momento.

Agaché mi cabeza cerrando mis ojos, las lágrimas volvieron a salir y solo sentí el pulgar de Verena acariciar mi mano con mucha suavidad.



– Queríamos volver a tener nuestra vida juntos... – dije finalmente – Teníamos planeado ir a mi casa después del hospital... Y lo perdí... Lo perdí para siempre... – dije casi en susurro y totalmente quebrantado.



Tan solo me abrazo de lado con mucho cariño y yo recosté mi cabeza en su hombro dejando que las lágrimas siguieran cayendo. Tiré mi cigarro y acaricié a mi pequeña Akane, comenzó a ronronear y eso me generó un poco más de paz.

Aún mantenía mi mirada baja, concentrado únicamente en el suelo y tan solo pude notar de reojo que los demás llegaron con nosotros. Jehan y Silver se sentaron en el suelo frente a mí.



– ¿Necesitas algo?... – preguntaba suavemente el plateado.



Solo negué suavemente con la cabeza.



– ¿Amy se quedó dentro todavía? – preguntó mi mejor amiga.

– Sí, ella nos va a avisar en cuanto terminé la cremación. – respondió el gato rojo – Ya falta muy poco.



Por un momento, dejé de escucharlos, mi mente únicamente se enfocó en Sonic. Todos los recuerdos desde que nos conocimos, todo llegó a mi mente hasta el momento de su muerte.

Por más que hagamos planes a futuro, hagamos promesas, nada es seguro. Tan solo una pequeña cosa puede cambiarlo todo para bien o para mal, de manera alegre o de manera triste. ¿En mí caso? Bueno, fue un duro golpe en mi pecho... Un profundo golpe que me provocó un terrible sentimiento de soledad, me siento vacío de nuevo.

Verena me llamó, logró que mi mente se despejara, pero volvió todo al momento de mencionarme que era hora de recoger las cenizas de Sonic.

Tal vez lo hice en automático, solo que desconozco de dónde saqué la fuerza para mínimo poder levantarme y caminar hacia aquel deprimente lugar.























Volví a casa, eran las 12:20 a.m. y, a pesar del agotador día, no tengo nada de sueño. Me siento muy jodido, apagado y solo quiero que este sentimiento termine. Los chicos me sugirieron pasar la noche en sus casas o que alguien viniera a pasarla aquí conmigo, pero comprendieron que yo solo quiero descansar y estar solo.

Nada más importa que nosotros ~ ShadonicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora