Kimura Hope era un joven único que por más que creyeras conocerlo, nunca sabrías que pasaba por su mente, había días en que podías verlo bromear y tratar de disfrutar de su vida, mientras que otros podías verlo llorar y herirse a si mismo.
Él tenía...
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〘 𝚁𝙰𝙶𝙰𝚉𝚉𝙸 𝙵𝙾𝚁𝚃𝙸 〙
CAPÍTULO 7
❝ Arrabbiata ❞
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SU VIDA ESCOLAR NO SE DIFRENCIABA MUCHO DE CUANDO ESTABA EN ITALIA, aún tenía buenas calificaciones y aunque el cambio de horario le afecto, ya se había adaptado como para llegar temprano al colegio sin estar medio dormido, su vida estaba muy bien organizada pero siempre había variables que no estaban en sus planes y la principal de ellas tenía nombre, apellido y una personalidad única.
Emma Sano era sin duda la persona más extravagante que había conocido en su corta vida y no solo ella estaba dentro de esa corta lista de personas, como hace algunos días atrás había hablado vagamente con su hermano un año mayor también pudo darse cuenta que este chicho, parecía tener una personalidad aún más energética que Emma y estos factores hacían que Hope perdiera toda las ganas de ir al colegio.
Podría fácilmente faltar, no importaba mucho, no era época de exámenes o algo importante.
En Italia algunas veces lo hacía y nadie le decía nada, con excepción de su padre y siempre le llenaba la mente con ideas de que podría pasar el día que faltaba, incluso ahora la idea de que justo hoy mandaran una tarea complicada y el no supiera que hacer le causaba molestia y la vez ansiedad.
Con un poco de pereza se levantó de su cama, cepillo sus dientes, vistió su uniforme, guardo algunas cosas en su maletín para finalmente encaminarse al instituto, de mala gana, pero lo hacía.
Su padre le solía golpear o gritar, pero la única cosa buena que le había enseñado era la responsabilidad laboral o estudiantil en su caso y no podía negar que el mayor tenía una buen curriculum, aunque ahora de poco servía estando a prisión a varios kilómetros de distancia.
Conforme avanzaba se topaba con más estudiantes con su uniforme que de igual forma se dirigian al colegio, algunos iban en grupos de amigos y otros en solitario como él.
Hope disfrutaba de aquella tranquilidad antes de llegar al colegio donde seguramente estaría la joven rubia que le hablaría de una infinidad de temas con una sonrisa que casi no se borraba en ningún momento.
