Kimura Hope era un joven único que por más que creyeras conocerlo, nunca sabrías que pasaba por su mente, había días en que podías verlo bromear y tratar de disfrutar de su vida, mientras que otros podías verlo llorar y herirse a si mismo.
Él tenía...
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〘 𝚁𝙰𝙶𝙰𝚉𝚉𝙸 𝙵𝙾𝚁𝚃𝙸 〙
CAPÍTULO 8
❝ Sto bene ❞
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HOPE SE FUGÓ DEL COLEGIO, por primera vez en su vida el joven castaño había saltado un muro y escapado de clases como un delincuente juvenil, su mente divagaba en sus pensamientos y el principal de ellos era las palabras de Emma hacía su persona, estaba molesto por que ella lo golpeo, pero también tenía la extraña sensación de calidez ante sus palabras sin embargo también sintió a su pecho oprimirse por la mirada de decepción con la que sus brillantes ojos dorados le miraron. Nunca en su vida había recibido esa clase de mirada de nadie, pues jamás en su vida alguna persona espero algo de él como para decepcionarse.
Llegó a la plaza más cercana con la respiración agitada por haber salido corriendo para que ningún maestro lo detuviera y como si se hubiera librado de esa tención se dejó caer la piso de golpe, arrojando sus cosas al piso y con su cuerpo en el césped de aquel parque. Un suspiro agotador salió de los finos labios del castaño, paso sus dedos por su cabello tratando de pensar con claridad y no dejar que sus emociones lo dominaron, Emma no era especial o algo similar, solo era una chica más.
O de eso trataba de convencerse, pues no todos los días tenía la suerte de que alguien tan brillante como ella se acercara a un persona tan miserable como lo era él.
Hope estaba abrumado de sus emociones, que sus pensamientos se mezclaban entre sí y no sabía que pensar o hacer, sus ojos picaban al igual que su garganta, se sentía tan patético y ridículo en ese momento, las palabras de personas que no fueran de su familia nunca le habían importado lo suficiente como para lastimarle, pero creo que lo que en realidad le había conmocionado era que por primera vez en su vida había decepcionado a alguien y era un sentimiento tan nuevo que lo abrumaba.
─ Sto bene, starò bene...¹
Sentía demasiadas cosas y quería liberar su ira, por impulso comenzó a golpear el frio y duro pavimento quizás era por las emociones del momento que no sentía el dolor ni cuando sus nudillos comenzaron a sangrar y las lágrimas estaban a punto de desbordarse de sus ojos.
