𝘓𝘢𝘻𝘰 𝘙𝘰𝘵𝘰 ||HyunLix||

020

Ahora los días pasaban tan lento, o era así como los empezaba a sentir Felix, y le gustaba que fueran así, Hyunjin se había empeñado en acompañarlo a su respectivo edificio, para dejarlo allí he irse, eran acciones que Felix siempre apreciaba mucho, y no podía evitar compararlo con su anterior alfa, y ahora debía admitir que todo era tan distinto que le gustaba, en verdad le gustaba que fuera así.

Hyunjin le ofrecía su mano cuando era necesario, le ayudaba a cargar sus cosas para evitar que se cansara, después de todo está en cinta y necesita reposar en muchas ocasiones, pero siempre no había día en que Hyunjin no se ofreciera en ayudarle.

En cambio, con su anterior alfa... él no era así, a veces quería pedirle ayuda ya que casi siempre se veía demasiado cargado con sus cosas y no podía siquiera mantener el equilibrio y a veces terminaba tirando algo o terminaba él en el suelo, nunca él le dijo que le ayudaría.

Hyunjin no necesitaba de regalos para demostrar su interés en él, después de todo Hyunjin mostraba su esfuerzo, le escucha atentamente, le hace reír de vez en cuando, ese alfa es como pocos, le gusta eso, le gusta ser tratado de esa forma, le gusta que él lo escuche y que no trate de ignorarlo con cualquier cosa.

Ahora que lo pensaba, no sabía cómo había sido posible que haya aceptado un mal cortejo, no sabía cómo había podido entregarse a un alfa que ni siquiera le prestaba la mínima atención y que solo lo buscaba para ayudarle con las tareas que usualmente él terminaba solo.

Dicen que el amor te deja cegado de tus sentidos, ahora comprendía esas palabras, había estado enamorado cuando ni siquiera los sentimientos eran recíprocos, había caído en las garras del amor no correspondido, quizás solo quería sentir lo que muchos experimentaban, quería sentirse enamorado, se ilusiono falsamente creyendo que estaba enamorado cuando ni siquiera aquel alfa sentía algo verdadero por él.

Miro hacia su vientre, casi tres meses, bueno parecía que tenía sobrepeso ahora, pero le gustaba como se veía, le recordaba a cuando era más pequeño, sonrió, ¿a Hyunjin le gustara como se ve?

Le hubiera gustado conocer desde antes a aquel alfa, posiblemente en un principio ni siquiera podría hablarle bien y seguramente se sentiría pequeño ante su presencia, Hyunjin es imponente pero tiene un dulce carácter que hace que se sienta sumamente protegido y feliz al mismo tiempo, es algo que nadie logra a la primera con él.

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Conocer a Felix había sido lo mejor que le había pasado a Hyunjin, debía admitir que pensaba que la posibilidad de que Felix le dijera que no quería saber absolutamente nada de él, era posible, pero ahora que lo conocía un poco más se había dado cuenta de que todo lo que pensaba no iba a ser posible.

Felix es muy especial, y no solo por el hecho de tener un lazo roto y un bebé en camino, si no que su personalidad puede variar un poco, Hyunjin trataba siempre de ver que aquella sonrisa que tanto le había gustado permaneciera por más tiempo en ese angelical rostro.

Es difícil, Hyunjin sabe que seguramente la tristeza aún inunda un poco el corazón de Felix, pero trataba de ser lo más cuidadoso posible al respecto, no quería asustar al omega, y mucho menos hacerlo sentir de nuevo esa tristeza, pero por alguna razón, parecía que el omega se comportaba distinto con cada día que pasaba.

A Hyunjin le gusta observar todos esos cambios en Felix, y notaba todo lo que pasaba, cuando lo veía por los pasillos podía notar como a veces bajaba la cabeza, pero cuando él le hablaba se la pasaba solamente mirándolo y sin bajar la cabeza, de alguna forma él es parte de su protección, y por supuesto que le agrada que eso sea posible, pero le gustaría ver a Felix con la cabeza en alto y mirando al frente para después sonreírle, no quiere verlo triste.

Es difícil poder soportar lo que Felix soporta, después de todo no muchos omegas podían salir adelante con la pérdida de su alfa, ya fuese porque los dejase o porque el alfa haya muerto, pero Felix es un omega fuerte.

Hyunjin sabe que todavía hay mucho por delante y que será un poco difícil estar dentro del corazón del omega para por fin liberarlo de la tristeza y traerlo a la felicidad completa, pero nada es imposible, y aunque puede haber la posibilidad de que termine siendo rechazado por el omega, no le importaba, lo que le importaba ahora era ver que Felix sea feliz, que mantenga esa sonrisa en su rostro que pueda estar bien con él mismo y si era posible, cuidarlo.

Después de todo, le gusta Felix, lo admite, quizás en un principio le atrae, pero le gusta, le ha tomado cariño, le gusta en todos los sentidos, lo quiere, y no quiere que algo malo le suceda.