𝘓𝘢𝘻𝘰 𝘙𝘰𝘵𝘰 ||HyunLix||

022

- Necesito de tu ayuda, y es con carácter de urgente -menciono Hyunjin después de haber arrebatado el libro de manos de Minho.

Está bien no se esperaba eso, parpadeo un par de veces al escuchar eso, Hyunjin no es de los que les guste pedir ayuda así como si nada, de hecho casi no le pedía ayuda, recuerda que la última vez que le pidió ayuda solo fue por unos ejercicios de matemáticas que no había hecho y eso lo había hecho que le explicará y que solo le dijera el resultado, él hacía sus propios procesos, típico entre alfas.

- ¿Ayuda con qué? -pregunto Minho, ciertamente le gustaba ayudar a sus amigos, y Hyunjin es su mejor amigo de toda la vida, pero solamente en todo el tiempo en que llevaban conociéndose había requerido de su ayuda solo en tres ocasiones, y está era la tercera.

- Bueno -respiro profundamente-, Lixie, él ya casi va a cumplir con su cuarto mes de embarazo y no sé, hemos pasado por algunos momentos y me gustaría invitarlo a comer algo y darle un regalo.

Minho levanto ambas cejas al escuchar eso, ¿Hyunjin dando un regalo? ¡Ni siquiera a él le regalaba algo desde su cumpleaños número dieciocho!

- Bien, ¿quién eres y que hiciste con mi mejor amigo? -Hyunjin rodó los ojos al escuchar eso-. No hagas eso, es que es sorprendente que quieras regalar algo para tu omega, es muy inusual.

- No es tan inusual como dices.

- ¿Cuándo fue la última vez que le regalaste algo a tu madre en su cumpleaños? -bien, si era algo inusual, pero su madre le había dicho claramente que no quería recibir más cosas, y que con solo que la visitará y le preparara algo de comer se conforma y así ha estado haciéndolo y por supuesto su madre es feliz en su día.

- Mi madre no tiene nada que ver en esto, así que solo hazme el favor de ayudarme a conseguir un regalo para él.

- ¿Tiene que ser costoso? -pregunto Minho.

- No lo sé...

----------------------------------------------------

Felix caminaba tranquilo por el pasillo, había sido un día largo lleno de demasiadas cosas que tenía que realizar, miro su ya notorio vientre, bien, al menos su cachorro estaba sano y salvo dentro de él, la doctora le había mencionado que todo se encontraba en orden, pero había sido muy específica en que debía de sonreír más, esto para no afectar al cachorro.

Aunque Felix se mostrase algo serio en las consultas, trataba de sonreír para que viera la doctora que no había problemas que lo hicieran sentir deprimido, aunque últimamente evita a toda costa cualquier película que pueda hacerlo soltar una lagrima, aunque es algo difícil, sus hormonas están a todo lo que dan y es algo fastidioso, además del cansancio en sus pies.

Nadie dijo que estar en cinta sería tan fácil.

- ¡Lixie! -sonrió en grande al ver a Hyunjin corriendo hacía él, como siempre hacía, encontrándolo para poder llevarlo a casa-. ¿Qué tal tu día?

- Agotador -canturreo el omega, dejo de sentir el peso de su mochila, Hyunjin ya se la había arrebatado para ayudarlo-, ¿y el tuyo?

- Un poco estresante, odio llevar dos carreras -Felix soltó una suave risa al escuchar eso.

- No lo odies, es bueno que quieras superarte a ti mismo, alfa -demonios Hyunjin amaba que Felix le dijera alfa, es lo mejor del mundo, y solo hacía que se sintiera todo un orgulloso de poder estar haciendo bien su trabajo de hacer feliz a su omega.

- ¿Y cómo está el cachorro más lindo del mundo? -Felix se sintió sonrojar al ver al alfa mirando a su vientre ya más abultado, debía admitir que aún no se sentía tan acostumbrado a esa clase de trato y mucho menos de parte de Hyunjin.

- La doctora dijo que está bien, todo va muy bien -es un gran alivio aquello.

- Eso es bueno, aún me siento mal por no poder acompañarte al ultrasonido, soy el peor de todos.

- Hyunjin, no te insultes por eso, para la próxima me acompañas.

Felix se quería atrever a sostener la mano del alfa, pero no sabía si la reacción de Hyunjin sería buena, a veces valía la pena cualquier riesgo ¿no? Dejando el miedo a las posibles reacciones de Hyunjin, decidió juntar sus manos, el alfa no hizo más que reforzar aquel agarre para poder salir ambos por fin del edificio.

El alfa debía admitir que estaba saltandointernamente de la emoción al sentir como su omega tomaba su mano, era unasensación tan increíble, esa corriente eléctrica pasando por su cuerpo y estabaseguro de que Felix también la sentía y eso solo lo hacía mucho más especial.