Esté cuerpo no es mío ❝stranger things❞

2

Ronquidos leves se escuchaban en la habitación, tan bien pequeños balbuceos y maldiciones.
Aún con los ojos cerrados y respirando tranquilamente comenzó a escuchar a lo lejos una voz que llamaba a alguien por su nombre.
Agudizó su oído para tratar de entender lo que decía.
Abajo en la cocina se encontraba una señora de unos 36 años con un delantal rosado atado alrededor de su cintura para evitar que su ropa hogareña de manchara con el desayuno que preparaba.
Tenía ya más o menos como tres minutos llamando a su hijo para que bajara a desayunar pero no obtenía resultados, un poco cansada dejo de hacer lo que estaba haciendo para caminar por el pasillo en dirección hasta unas escaleras de madera ayudándose.
Con pasos firmes camino por otro pasillo llamando con su voz nuevamente.
― Jason cariño, es hora de ir a la escuela llegarás tarde si no te levantas. ― Hablo tocando la puerta antes de entrar.
En un remolque se encontraba un hombre de mayor edad preparando su desayuno mientras silbaba una pequeña canción.
Termino de preparar un sándwich y grito.
― Eddie hijo, o llegarás tarde. ― Finalizó comiendo su emparedado.
Dentro de ambas habitaciones en diferentes casas los dos comenzaron a despertarse por los constantes llamados.
Eddie comenzó a despertar por los llamados de una voz que conocía ya que unas pocas veces hablo con ella.
― ¿La madre de Jason? ¿Qué hace ella en mi cas-. ― No completo la oración al notar el lugar en donde estaba !¿Qué mierda hacia él en la habitación de Jason Carver?! Rápidamente salto de la cama en dirección hacia el baño que supuso que Jason tendría uno en su habitación.
Con desespero con sus ojos busco el dichoso espejo que todo baño tendría, se acercó hasta el lavabo padeciendo.
¡Frente al espejo estaba él! ¡Eddie Munson!  ¡Pero en el cuerpo de Jason Carver! Quería gritar pero no quería que la madre de Jason se sospechara.
Wayne regreso hasta la habitación de Eddie dónde abrió la puerta llamándolo por su apodo “hijo” y esta vez obtuvo resultado ya que Eddie comenzó a murmurar soñoliento.
― ¿Eddie? ¿Hijo? ¿Qué demonios pas-.― Su oración se cortó mirando el lugar donde se encontraba, frente a la cama había un espejo de cuerpo completo logrando ver el cuerpo de Eddie Munson en la cama.
Jason rio amargamente pensando que era una pesadilla, un mal sueño pero cuando volvió hablar se dió cuenta que no lo era.
― No no no no, esto no puede estar pasando me a mí. ― Comienza a maldecir parándose de la cama y caminando en dirección hasta el espejo.
Para comprobar que no fuera un sueño se pellizco el brazo haciendo que jadeara de dolor, no eso no era un sueño o una mala pesadilla.
Eso realmente estaba sucediendo, iba a tocar el rostro cuando la presencia de Wayne se hizo presente en la habitación.
― Hasta que despiertas Eddie, báñate que debes ir a la escuela hoy, yo ya debo irme a trabajar así que nos vemos en la madrugada...que tengas un buen día hijo. ― Wayne se despide tomando sus pertenencias y saliendo del remolque.
Ahora Jason se encontraba solo, busco rápido por la habitación un celular o algo con lo que pudiera contactar a Eddie.
No quería ni pensar en como se estaba comportando con su cuerpo en su propio hogar.

― ¿Otro panqueque hijo?. ― Hablo con una sonrisa Marilyn con un plato repletos de panqueques.
― Claro que sí mamá, y ¿Hay jugo?. ― Eddie sonríe comiendo gustosamente, miro como la madre de Jason sacaba varios botes de jugos para que el escogiera.
Vaya suerte tenía Jason Carver con una madre así, finalizo de comer agradeciendo a Marilyn despidiéndose y saliendo del hogar con las llaves y pertenencias de Jason para ir en dirección a la escuela.
Actuaba como si todo estuviera bien, aunque todo fuera una farsa, excepto lo del desayuno...eso fue totalmente verdadero.
Entro a la camioneta de Jason encendiendo la y yendo rumbo hasta la escuela Hawkins Higs.
Se encontraba nervioso, sentía el sudor bajar por su espalda, frente y cuello.
Para distraerse optó por encender la radio y buscar buena música pero todo era una mierda el día de hoy.
Estacionó en dónde se suponía que Jason siempre dejaba su camioneta, bajo tomando consigo la mochila caminado en dirección hasta la entrada pero varios gritos lo detuvieron.
Salió del remolque buscando la ban de Eddie y cuando la abrió un fuerte olor a hierva llegó a su nariz, maldijo intentando no prestar atención a ese putrefacto olor que le revolvía el estómago.
Prendió la radio pero rápidamente la apago ya que una de las cintas que suponía que eran de Eddie estalló literalmente contra sus oídos dejándolo casi sordo.
― Aparte de raro, tienes mal gusto para la música Munson. ― Maldijo manejando sin dejar de ver a la carretera.
Llegó rápido y se iba a estacionar en su lugar pero recordó que eso no sería posible, aliviado miro su camioneta suponiendo que Eddie ya había llegado.
Bajo de la ban con las pertenencias y caminando hasta la entrada donde fue hasta el casillero de Eddie pero oh sorpresa, no se sabe la combinación.
Maldijo dando un golpe al casillero logrando captar la atención de varias personas.
― ¿Ustedes qué miran?. ― Ladro enojado logrando que dejarán de verlo, apoyo su cabeza suspirando derrotado.
Tal vez luego le pediría ayuda algún conserje.
Tallo su rostro y se quejo por un dolor en el, tocó un poco notando un pequeño rastro de sangre.
Se le había olvidado sobre la pelea de ayer en la noche, volvió a maldecir y rendido comenzó avanzar hacia lo que se suponía era la primera clase de Eddie.
Vamos aunque hayan cambiado de cuerpos, Jason sigue siendo responsable con las clases.
Minutos antes de que llegara Jason en el cuerpo de Eddie, Eddie fue detenido por el grupo de gorilas bueno así los llama él que son los amigos de Jason.
― Amigo anoche simplemente nos dejaste, se suponía que todos la pasaríamos bien. ― Se quejo quien creía era Andy.
Sin saber que decir simplemente asiente inetabdo irse pero nuevamente es detenido.
― ¿Estás bien? Te notas algo raro ¿Ocurrió algo anoche después de que te fuiste? ― Pregunta un chico de tes oscura.
― Estoy bien, un poco cansado nada de lo que preocuparse...yo debo irme. ― Corto rápido yéndose lo más pronto posible.
El equipo se miró un poco extrañados, Jason sin duda tenía algo que decidieron no presionarlo.

Para suerte de ambos las primeras cuatros clases pasaron literalmente volando, ahora era la hora de descanso y Eddie ya se encontraba en la cafetería comprando algo que comer.
Camino hasta la mesa del club de Hellfire pero un brazo en su hombro lo detuvo.
Se giro mirando quien era.
― Ahora tú y yo hablemos. ― Demando Jason jalandolo por el brazo bruscamente.
Eddie quien no dijo nada simplemente se dejó arrastrar hacia una habitación vacía notando que Jason con su cuerpo cerro la puerta con pestillo.
Pudo notar el cuerpo, su cuerpo tensarse unos momentos y girando abruptamente hacia él.
― Confiesa Eddie, hiciste otro de tus rituales satánicos para vengarte por lo de anoche. ― Acusa Jason apuntando lo con el dedo.
― ¡Wow relájate! En primer lugar ya te lo he dicho, Hellfire no es un club satanista y en segunda ¿Cómo porqué demonios querría yo hacer un estúpido hechizo para yo estar en tu cuerpo? Eso es estúpido incluso para tí asumir algo como eso Carver. ― Se defiende con los brazos cruzados.
― No lo sé, eres Eddie The Freak Munson tú deberías saberlo. ― Dice con veneno.
Eddie sintió la sangre hervir pero lo dejo pasar.
― No te golpeó porque dañaría mi hermoso rostro, y no golpeo tu cuerpo porque yo siento el dolor de igual forma...Mierda está mañana solo desperté y estaba en tu casa. ― Murmura Eddie divagando por su mente.
Jason lo miraba un poco comprensivo, al menos no fue el único, claro era evidente pero ¿Como ocurrió eso? Debía tener una explicación.
― Bien suponiendo que no lo hiciste. ― Dice Jason.
― Que yo no lo hice Carver. ― Recalca Eddie un poco molesto.
― Cómo sea ¿Cómo ocurrió esto entonces? ¿Qué fue lo último que hiciste anoche?. ― Cuestiona.
Eddie divagó por su mente, pues cuando llegó a su casa ceno, se baño, se cambió, fumo un porro y deseo a la luna que Jason Carver se pusiera en sus zapatos.
― Oh mierda...― Maldice recordando sus palabras.
Jason miro su reacción, algo estaba recordando, algo sabía y debía saberlo.
― ¿Qué? ¿Qué ocurre Munson? Dime lo antes de que me atreva a golpear mi propio rostro. ― Amenaza acercándose hasta él.
― Anoche después de fumar me un porro, yo desee a la luna que tú te pusieras en mis zapatos, que sintieras lo mismo que yo...No lo creo, realmente se concedió. ― Susurra lo último mirándolo.
― Yo...anoche igual pedí un deseo. ― Jason dice desviando la mirada.
― ¿Qué deseaste Carver? Dilo ya por dios. ― Exige Eddie frustrado.
― Que fueras otra persona, que cambiarás...solo que no pedí que cambiarás de cuerpo con el mío, maldición es culpa de ambos, estaba cegado por la ira que no pensé que realmente sucedería. ― Explica buscando sus ojos.

Eddie relajo su rostro y apoyo su mano en su hombro, en su cuerpo para ser exactos.
― Ey tranquilo, trataremos de buscar una solución...de momento hay que mantener esto en secreto para nuestras familias y amigos ¿Te parece bien? En especialmente para nuestras parejas. ― Propone Eddie con una media sonrisa.
Jason por una vez está de acuerdo con Eddie.
― Está bien, pero trataremos de actuar lo mejor posible como él otro, no deben sospechar nada ¿Entendiste? Lo bueno es que Darek aún no llega y supongo que tardará en venir. ― Comenta bastante seguro.
― Entendido, si es lo bueno que aún no lleg-. ― Su voz se corta por el vibrar de un celular en su bolsillo trasero, había tomado prestado el celular de Jason ya que era importante llevarlo consigo.
Miro la pantalla un poco horrorizado, Jason miro su expresión y preocupado hablo.
― ¿Qué es? ¿Qué ocurre?. ― Pregunta intrigado.
Eddie no responde pero si a la llamada, escucha atentamente y dice un “si, adiós” y la llamada finaliza dejando a un Eddie bastante horrorizado y a un Jason intrigado muriendo de nervios.
― ¿Qué pasó? ¿Era mi mamá? ¿Algo le ocurrió? Oh dios ¿Algo le pas-. ― Se corta abruptamente por la voz de Eddie.
― Darek ya viene. ― Susurra bastante preocupado.
La respiración de Jason se detiene unos instantes antes de decir.
― Oh mierda. ― Finalizando mirando a Eddie a los ojos.
Ambos estaban jodidos con el regreso de Darek, ahora tenían que tener más cuidado que antes.