A Fuego Lento

17 2 1
                                    

Te sentaste a comer viendo a tu mamá, tenías curiosidad de porqué tenía esa cara pero no querías preguntarle, esa sensacion de mal presentimiento se quedo presente.

- hey, Mami... Como estuvo tu mañana? - trataste de hacer platica, no querías que esa cara de preocupación sea por... Bueno por "él"

- Bien, cariño... Bien... - puso tu plato en la mesa mientras se sentaba al frente de ti - donde haz estado? Cuando llegue no te encontré...

- uh... Yo salí un rato a caminar, sabes que no me gusta estar... No me gusta el silencio del departamento cuando esta vacío - respondiste con una pequeña sonrisa forzada, tenias un sentimiento de incertidumbre al no saber porque el ambiente se sentia tan frío y apagado.

- oh sí, lo siento, lo olvide - tu mamá sacudió su cabeza como si se estuviera deshaciendo de sus pensamientos y volvió a su actitud risueña de siempre - y dime, cariño, haz ido a ver a Larry? Escuche que Lisa esta enferma y ya sabes que es una amiga cercana.

- huh... Sí, Mami, sí fui en la mañana, sabes que es mi mejor amigo es un hecho que vaya casi a diario, de hecho cuando fui lo vi tratando de cuidar de su mamá - respiraste hondo mientras una risa suave se te escapaba, empezaste a comer con más tranquilidad, al parecer lo que tenía agobiada a tu madre desaparecio de sus pensamientos, o no?

- entonces Lisa si esta enferma, pobre chico, adoramos a Lisa es una buena mujer, muy fuerte pero también terca, así que Larry debe estar batallando con ella para convencerla de descansar.

- jaja sí, no te imaginas en la mañana, lo vi regañando a su mamá es, no todos los dias podemos ver eso, hijo regañando a mamá.

Luego de esa pequeña platica se limitaron a comer intercambiando una que otra frase corta de vez en cuando, pero al final siendo muy corta, casi al instante, luego de terminar, te levantaste de la mesa, agradeciste por la comida y empezaste a lavar los platos, tu mamá sabía que Larry estaba ocupado así que ahora no podías usarlo como excusa para salir e ir al departamento de Sally.

Estuviste pensando mientras fregabas los platos hasta que la voz de tu madre te saco de tus pensamientos.

- hey, cariño.... Estas bien? Llevo un rato llamándote y no respondias - tu madre se acercó a pasos lentos.

- huh? Ah! Sí sí, estoy bien solo estaba pensando en algo - soltaste una risita antes de volver tu mirada a los platos.

Tu madre te miro un rato en silencio antes de volver a hablar.

- sabes que puedes ir a ver a tu amiguito, el vecino, Sally ¿Así se llama verdad? - ella dio un paso más cerca tuyo poniendo sus manos en tus hombros.

- sí, así se llama - respondiste antes de caer en cuenta ¿como sabia tu madre sobre tus intenciones?

- vamos, termina de lavar los platos y puedes ir - ella te dio unas palmaditas antes de darse la vuelta tarareando una canción que no lograste identificar, dicen que las madres tienen un sexto sentido.

Sacudiste tu cabeza y te apuraste a lavar los platos, una vez que terminaste te secaste y saliste de casa para ir al departamento de al lado y "ayudar" a Sally, te acomodaste la ropa, el pelo y dudaste un poco antes de tocar la puerta, pasaron unos segundos antes de que sally te abriese la puerta.

- hey! Sally.... Que tal? Como vas? - preguntaste luciendo audaz aunque tu voz casi te traicionaba y sacaba a relucir tu ferviente nerviosismo.

Sally te miro unos segundos en silencio mientras se apoyaba en el marco de la puerta antes de responder.

-______? nos vimos hace unos minutos, no hace mucho saliste de mi casa..... Creo que en los 56 minutos desde nuestro último encuentro no ha pasado nada interesante - te respondió mirándote mientras arqueaba una ceja, aunque no lo viste, podia asegurar que lo hizo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 04, 2024 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Detrás de la máscara Donde viven las historias. Descúbrelo ahora