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Llegó a la escuela con las energías de una tortuga, es decir, sin ganas de seguir existiendo, mucho más que de costumbre, tenía sueño y menos ganas de existir que su hermano mayor, Jonathan.

Busco sus cosas en su casillero, las sacó sin ganas y se dirigió a su clase de tecnología.

Avanzó unos pasos y no pudo ni abrir la puerta cuando escucho como lo llamaban desde lejos.

- Ey, Byers. - Se dio la vuelta viendo a Jasson con sus demás amigos. - Como se encuentra nuestro gay favorito? - Se dirigió hacía él con burla mientras apoyaba su brazo en sus hombros.

- Tengo una mejor pregunta. - Dijo sacando el brazo del otro de manera brusca de sus hombros. - ¿Como se encuentra tu amiguito al que le partí la nariz por andar hablando cosas que no son ciertas? - Preguntó fingiendo un puchero y agudizando la voz.

Antes de que los otros pudiesen responder se metió rápidamente al salón sin ganas de seguir discutiendo, lo más probable era que en la salida pelearán, pero no le preocupaba porque sabía que era mejor que ellos en todo sentido.

Se sentó en su lugar, como siempre nadie se acercaba a él por su mala actitud.
Lo cual era bueno ya que no se tendría que molestar en hablar con desconocidos de su misma edad.

Saco una hoja de su cuaderno arrancandola sin ningún cuidado para luego empezar a dibujar, siempre esa profesora llegaba tarde asi que se tendría que distraer con algo interesante en lo que esperaba él y los demás estudiantes.

Empezó a trazar una línea por toda la hoja, desorientado, la verdad es que estaba dejando que el lápiz hiciera lo que quisiera, no tenía en mente que dibujar, simplemente estaba garabateando.

Pasaron unos 10 minutos y la profesora todavía no llegaba, se concentró en seguir su dibujo sin muchas ganas.

Otros 10 minutos y la profesora seguía sin llegar.

Hasta que abrieron la puerta de golpe dejando ver al azabache pasar por esta.
Se veía un poco adormilado y su ropa estaba algo desalineada.
Parecía que se había apresurado mucho para poder llegar a tiempo.

Miro hacia todos lados hasta que su mirada se encontró con la de Will.
Y sonrió.

El castaño desvío la mirada a su hoja otra vez y siguió dibujando, desinteresadoo.

Vio por el rabillo del ojo como el más alto se adentraba más en la habitación hasta sentarse en el lugar vacío que se encontraba al lado suyo.

- Holaa. - Soltó alegre Mike. Will sólo lo miro y movió la cabeza para arriba como forma de saludo y volvió a bajar la mirada, concentrándose otra vez en el dibujo. - Llegue un poco tarde. - Río un poco.

- Igual la profesora todavía no llega así que te salvaste esta vez. - Dijo sin siquiera levantar la mirada.

- Si, creo que si. - Sonreía y Will lo notaba, por más que no lo estuviera mirando su sonrisa se notaba, era muy deslumbrante para su ser.

"¿Por qué sonríes tanto?"

Pensó Will, le era un poco impresionante el como este chico desprendía alegría por doquier.
¿Acaso no se cansaba nunca?

Podía asegurar que ninguna persona sana sonríe tanto.

Antes de poder hablar la profesora llegó al fin interrumpiendo a todos los otros estudiantes que hablaban entre si.

- Buenos días clase, disculpen la tardanza. - Dijo sería y apenada mientras acomodaba su uniforme. - Saquen sus cuadernos que la clase ya comenzó.

- 20 minutos después de la hora acordada. - Soltó Will sin gracia mientras sacaba su cuaderno, Mike lo escucho y lo miro divertido, si que era interesante este chico.


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⏰ Última actualización: Sep 21, 2022 ⏰

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Sweet - [ Byler ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora