CAPÍTULO 8.

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8.
"Miedo."

Ya era más de media noche, volví con los chicos después de irme a buscar unos caracoles para Ovanna, pero lastimosamente no tuve la suerte y no hallé ninguno.

Simón fumaba sentado debajo de una de las palmeras mientras veía las olas chocar entre sí y Ovanna le tomaba fotos a la arena teniendo su mano revuelta en ésta.

El moreno le pidió a Ovanna que por favor nos fuéramos a la casa, el pobre detestaba un montón el frío y ella amablemente aceptó.

—Puto frío infernal que hace —dijo el más alto entre los tres y guardó una de sus manos en sus bolsillos mientras con la otra continuaba fumando.

—¿Me das un poco? Creo que dejé caer el que traje cuando intenté encontrar caracolas para Ova.

Él me pasó su vaporizador y comentó, —¿Qué le ves de divertido a esas caracolas Ovanna? Son... asquerosas, digo, sabes... —lo interrumpió.

—No entiendo porqué las caracolas le dan asco, son lo mejor, es lo mismo que tú con los videojuegos o Yov con los animes, me encanta observarlas y jugar con ellas —opinó mientras veía alguna de las fotos que había tomado.

—¿Puedo ver cómo te quedaron las fotos que tomas-...

Mis palabras fueron ahogadas por un aterrador grito proveniente de la casa, hizo que nuestros pasos se detuvieran al instante y nuestras miradas chocaran entre sí lanzando pura impresión y confusión en éstas.

—¡¿Qué carajos fue eso?! —exaltó Ovanna.

Corrí. Corrí lo más rápido que se me fue posible, siendo seguido por mis amigos.

Llenos de espanto, llegamos y yo abrí la puerta. Dimos unos pasos sobre la alfombra larga que estaba al entrar, el pasillo para llegar a la sala principal era corto. Uno, dos, tres y cuatro pasos fueron los que dimos hasta asomar nuestras miradas a la sala. Las cuales fueron totalmente distraídas por el cuerpo de Harry atado del cuello por una soga para anclas; colgado del candelabro como si estuviese levitando.

Guié mi mirada hasta la segunda planta, vi cómo Vivian estaba estacionada en el pequeño balcón del segundo piso tras subir las escaleras, con su respiración agitada y temblorosa, atada de brazos con Matt, escondiendo el rostro de su amada en su duro y voluminoso pecho.

Pasmadas delante de la puerta al sótano, Anna y Samantha, totalmente paralizadas por la horrifica escena que estaban presenciando.

Sentado en los escalones, con sus codos postrados en sus rodillas y sus manos plasmadas en su boca, Marco, con el rostro atónico teniendo una de sus piernas temblorosas mientras sudor corría de su frente.

Con toallas en sus cuellos teniendo sus cabellos húmedos, Nilan y Ethan, salieron del jacuzzi tras escuchar el horripilante grito de Vivian, con miedo entre sus venas y quedando patitiesos al ver cadáver de Harry.

El hematofobico, Ethan, no pudo soportar más su miedo por la sangre y los cadáveres, el pobre cayó sobre los brazos de Nilan.

-FALSAS RELACIONES  [Libro 1] 🔪. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora