La marca.

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Me desperté, no recordaba nada. El cielo ya se habia hundido en la inmensidad de la noche y lo último que recordaba era el dolor que sentía por un pinchazo en todo el cuerpo. Recordé que llegué a casa después del incidente del cigarrillo, que vi un libro, que de ese libro salió una piedrita, que me la colgué al cuello y... "¡Eso es! ¡Mi muñeca! ¡Todo el dolor se acomulaba ahi!" Tras eso no recordaba nada, solo el hecho de que ahora estaba tirado en mi cama con un escozor descomunal en la muñeca derecha.
Me quité la sudadera negra que llevaba y lo miré con temor y detenimiento. En mi brazo derecho se había dibujado con tinta una cara, totalmente negra, con los ojos blancos y una especie de cuernos que le sobresalian de la cabeza, parecían alas. Aún tenia la zona en carne viva. Yo no entendía nada. Me levanté de la cama de un salto y, aunque me temblaban las piernas, pude dar algunos pasos hasta llegar al cuarto de baño. Cogí una esponja y algo de jabón. Comencé a frotar encima del dibujo de mi muñeca. Me dolía como si me arrancasen la mano de cuajo. "Joder, esta mierda no se va."
Desistí, parecia incrustada en mi piel, como si no quisiera desvanecerse. Tendría que taparlo hasta encontrar la manera de borrarlo. "No me lo puedo creer, con lo que odia mi madre los tatuajes. Como me pille me mata."
Cogí una de mis muñequeras blanca y negra a cuadros y me la puse intentando que no rozara demasiado con la piel. Volví a mi habitación. Las 2:06 am. Debía dormir o mañana no podría levantarme para ir a clase. Deshice la cama, ignorando el hecho de que ya estaba bastante destrozada al haberme tumbado en ella antes, y me tiré intentando dejar mi cuerpo muerto. En cuanto mi cabeza tocó la almohada me dormí.

Al día siguiente me despertó el pitido de mi alarma y yo quise reventarla contra el suelo. Pero no lo hice. La apagué e intenté poner mi pie derecho en el suelo. Me caí. Me caí pero no desde el lugar en el que yo creía estar. Me caí de la silla de mi escritorio, esa que tengo para cuando quiero utilizar el ordenador.
"¿Me quedé dormido aquí? No, joder, yo recuerdo haberme dormido en la cama." Me levanté del suelo y miré mi cama, la cual estaba totalmente hecha. Ahí no había dormido. Me quedé varios minutos observando mi silla y mi cama, intentando encontrar alguna relación entre ellas. Una luz se activó desde el ordenador. Se estaba encendiendo. Yo no entendía nada y entonces vi como había una página abierta, cuya última actualización fue ayer a las 2:06am. La abrí y mi mano derecha, la cual agarraba el ratón, empezó a temblar. En la pantalla aparecía un texto en letras Times New Roman bastante grandes. En él ponía:
"Buenos días, Kay. Prepárate porque dentro de poco te tocará luchar."
Releí el texto tantas veces que perdí la cuenta. No conseguía descifrar a que se refería con ello. "¿Quien coño a escrito esto?, ¿por qué me he despertado aquí?, ¿con quien tengo que luchar?". Entonces, mientras me preguntaba todo aquello, divisé en la esquina inferior derecha una pequeña marca. La amplíe y mi corazón se detuvo por unos segundos.
Era la misma marca que yo tenía en mi muñeca.

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⏰ Última actualización: Sep 26, 2017 ⏰

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