Sáname

ᶜᴬᴾíᵀᵁᴸᴼ 8

"Este ejercicio es un poco como capturar la bandera, excepto que todos irán tras el mismo objetivo ubicado en algún lugar de este edificio en el medio del mapa. El primero en encontrar el objetivo y devolverlo a su base establecida gana. Iréis en equipos de dos. Aizawa dirigió la atención de la clase una vez que se reunieron en la lista de nombres divididos en equipos en una de las pantallas de monitoreo. "La primera pelea será de los equipos A y B: Bakugou y Shinsou contra Kaminari y Kirishima".

"Oye, tal vez Bakugou se distraiga con su novio aquí", bromeó Kaminari mientras los cuatro chicos se preparaban para irse y tomar sus posiciones en el campo.

"¿Es una broma? Estás jodido". La clase vio cómo una sonrisa sádica dividía el rostro de Bakugou, un fuego familiar se encendió en sus ojos rojos cuando Midoriya comenzó a sonreír. "Hago algunos de mis mejores peleas cuando trato de impresionar a Izuku".

El ejercicio fue... lleno de acontecimientos.

Aizawa notó muchas áreas en las que sus alumnos cometían errores. Los nuevos errores estaban bien, eran parte del proceso y un nuevo error podía abordarse fácilmente. Los viejos errores solo significaban que el estudiante no había aprendido mucho desde la última vez que lo había hecho. Sin embargo, hubo una mejora neta y parecían estar adaptándose a un ritmo que incluso Aizawa tenía que elogiar para individuos tan jóvenes.

Se sorprendió gratamente de ver a Shinsou y Bakugou trabajando juntos como un equipo de manera más fluida de lo que nunca los había visto antes. Por lo general, trataba de emparejar a Bakugou con estudiantes con los que no cooperaba demasiado, siendo Shinsou uno de los peores, pero algo había cambiado. En lugar de gritar y separarse para hacer sus propias cosas, parecían estar ideando estrategias y ejecutándolas juntos.

Aizawa se preguntó de dónde había venido este cambio, pero tuvo la extraña sensación de que tenía algo que ver con la llegada del sanador de cabello verde que garabateaba furiosamente en su cuaderno a su lado.

Cuando terminó el ejercicio, Bakugou y Shinsou emergieron como los vencedores, Midoriya se movió para curar las heridas graves que había sufrido durante la batalla. Kirishima y Kaminari tenían los rasguños y quemaduras esperados que eran riesgos laborales por estar demasiado cerca de las explosiones de Bakugou. Shinsou también tuvo algunos rasguños, algunos por el mal uso accidental de su arma de captura y otros por los duros golpes de Kirishima. Bakugou sufrió muy poco daño, aunque aún rechazó rotundamente cualquier intento que Midoriya hiciera para curar sus heridas.

"Normalmente, esta es la parte en la que señalo los errores flagrantes que todavía están cometiendo a pesar de ser de segundo año", dijo Aizawa mientras sus alumnos se curaban. "Sin embargo, tengo curiosidad por lo que Midoriya tiene que decir sobre tus actuaciones".

Se gira para mirar al chico que no parecía tan firme sobre sus pies después de tanta curación. En algún momento había adquirido otra bolsa de dulces, probablemente de uno de los bolsillos de su bata de laboratorio. Bakugou parecía tenso donde estaba parado con los ojos pegados al sanador, como si estuviera listo para abalanzarse y agarrar a Midoriya en caso de que el chico de cabello verde realmente colapsara. Mientras Aizawa pensaba en ello, tenía mucho más sentido por qué Bakugou se había negado a ser sanado. Se preguntó si Bakugou alguna vez consintió en ser curado por Midoriya si hacerlo significaba agotamiento y cicatrices para el otro.

"¿En realidad?" Midoriya cuestionó, levantando la vista de su bolsa de chocolates, uno de los dulces ya estaba en su boca. Su período de recuperación parecía rápido, especialmente cuando se complementaba con alimentos, y ya se veía casi tan enérgico como antes.

"Nezu dijo que eres un hábil estratega y un analista peculiar y te vi tomando notas durante la batalla", le dijo Aizawa. "Me gustaría una nueva opinión".