-Rodrigo o mejor conocido como Carrera por sus amigos y vecinos de la isla verde, es un joven explorador, bastante amigable con cualquiera a su alrededor, alguien muy simple a sus ojos. Tal chico tenía sus ojos en una damisela de su isla la cual hab...
Ari no sabe que sentir, sigue "amando" a Juan pero algo la incita a conocer más de su nuevo amigo carrera pero ella teme que ese incitar sea solo para olvidar a Juan.
¿Por qué no puedes dejar ir algo que nunca te perteneció?
A Ari nunca le perteneció Juan, el se entregó a rubí, pero Ari no puede dejarlo ir por su "amor", su padre solo hace que ese capricho y obsesión se haga más grandes, ¿La razón? No sé sabe.
Juan es un egoísta mal tachado por varios de su mismo pueblo, el cree que hace las cosas bien y que realmente lo que está haciendo con Ari es lo mejor sin darse cuenta que ambos se están lastimando de alguna manera.
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Hoy me desperté tarde como de costumbre, estuve unos momentos mirando a la nada para después arreglar mi cabello castaño que estaba echo un desastre. Está tarde decidí dar una pequeña vuelta por los portales, pero al momento de poner un pie en el pueblo se armó un lío.
–¡Carre!–escuche cómo Ari me llamaba con su dulce voz, no tarde mucho para llegar hasta ella, notando a dos sujetos, si no mal recuerdo uno era Juan un hechicero bastante fuerte y a su lado lo acompañaba un sujeto bastante alto de cabellos negros.
–Hola Ari, ¿Qué pasa?–seguia viendo a los sujetos mientras abrazaba un poco a Ari.
–Carre es bueno verte, quería presentarte a unos "amigos"–me hablo mientras forzaba una pequeña sonrisa.
–Para apenas te ando conociendo y ya me llamas amigo– el pelinegro solo soltó una pequeña risa lo cual pude notar que Ari le molestó.
–Tranquilo spreen no creo que debamos ser tan rudos, además no lo valen–Me miro de una manera ¿Burlona?Juan.
–Bueno quizás tengan razón, ¿Ari te apetece ir a comer algo?
–No comiste nada en casa ¿verdad?–Rio divertida haciendo que mis mejillas se coloraran un poco de rosa.
–No tuve tiempo y pensé en comer algo en el pueblo, pero mira el lado bueno si vamos ahora podría ser una cita para ti y para mí.
–¿Y nosotros?–me dirigió ahora la palabra el pelinegro.
–No acaso ¿No valemos la pena?
–Eso lo dijo este cabeza hueca de mi amigo, más no yo, a mi quizás me interesa saber algo de ti, te vez interesante–lo interrumpí antes de que siguiera.
–Lo lamento pero yo no soy ese tipo de chico además estoy interesado ya en alguien–Solo se me ocurrió dar una mirada sutil en Ari cosa que al dejar de hacerlo ví una mirada algo molesta de Juan.
