Los Gemelos Traviesos de Kaigaku. || KᴏᴋᴜKᴀɪ.

ᑕᗩᑭITᑌᒪO 1.

— ¡Papá!. —Se pudo escuchar el grito de dos pequeños cachorros llamando a su padre el cual preparaba la cena.

— ¿Que pasa niños?. —Pregunto Kaigaku, un Omega de 27 años, viendo a sus hijos, el cuales estaban enojados y le hacía gracia verlos así.

— ¿Quien es el señor que te envía flores?. —Dijo Muichiro viendo a su padre el cual se sonrojo por lo ya dicho.

— E-Eh... Bueno... E-Es un amigo. —Dijo algo nervioso lavando sus manos. Ambos pequeños bufaron, su padre no era bueno mintiendo y averiguarian a toda costa quién es el hombre que le envía flores a su padre— M-Mejor dejemos eso a parte, ya es hora de comer. —Sonrió nervioso viendo a los pequeños los cuales asintieron yendo a comer.

Los tres comieron en silencio, los cachorros se levantaron con sus platos en manos ya vacíos y los lavaron y se fueron a su habitación sin dirigirle una mirada o palabra alguna a Kaigaku el cual se quedó atónito ante lo que acababa de pasar con sus hijos. En cuanto terminó de comer, subió las escaleras de la casa yendo a la habitación de sus hijos, abrió la puerta con cuidado y vio a ambos cachorros acostados en el suelo de la habitación hablando quien sabe que.

— ¿Qué sucede con ustedes dos?. —Pregunto acercándose a ellos sentándose en medio del espacio que ambos dejaron— Se levantaron del comer lavaron los platos y se vinieron a la habitación sin decirme nada, ustedes no son asi. ¿Que les sucede?. —Dijo viendo como los cachorros se levantaban y se sentaban en su regazo.

— Es que has estado extraño, papá. —Dijo Yuichiro jugando con su largo cabello. Kaigaku arqueo una ceja viendolo para luego escuchar a Muichiro hablar.

— Si. Andas raro, ¿Quien es ese "Amigo"?. —Dijo Muichiro sujetando a Kaigaku de las mejillas haciendo que lo mirara fijamente. A Kaigaku se le formó un pequeño sonrojo y rio.

— El... El es un Alfa muy bueno conmigo, me tiene mucho aprecio y me parece algo muy dulce de su parte. En algún momento se los presentare. —Sonrió ambos cachorros quedaron con cara de poker. ¡¿Su papá estaba enamorado?!, a ambos se les formo una amarga sonrisa. No querían que su papá volviera a sufrir por culpa de un tonto Alfa, así que y planearian algo para cuando conocieran a ese Alfa— Ahora, vallan a dormir. Mañana tienen que ir a la escuela. —Dijo haciendo que ambos pequeños se acostaran en sus respectivas camas.

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|A la mañana siguiente|.

Muichiro y Yuichiro se encontraban en su habitación peleando por un zapato. Kaigaku se encontraba en la parte baja de la casa, arreglando su ropa para salir al trabajo y llevar a sus pequeños a la escuela. Pudo ver a ambos cachorros bajar las escaleras, con el cabello hecho un desastre y su ropa de igual manera, hecha un desastre.

Se acerco, y los arreglo, dejándolos tal y como estaban antes. Sonrió y ambos pequeños se vieron mutuamente y abrazaron a su papá, Kaigaku no se negó a resivir ese abrazo y acaricio la cabeza de ambos.

— Andando, no queremos llegar tarde. —Dijo haciendo que ambos buscarán sus mochilas y salieran de la casa dirigiéndose al auto.

Kaigaku empezó a conducir en dirección a la escuela de sus pequeños cachorros. EL camino fue tan largo, en cuanto llegaron bajaron del auto, Muichiro y Yuichiro se despidieron de Kaigaku yendo al interior de la escuela. Kaigaku sonrio, le sorprende lo rápido que sus hijos estaban creciendo, lo bueno, es que sus hijos nunca necesitaron de su padre, de un Alfa que también los criara. Volvió al auto y condujo hacia el trabajo.