N° 1. ¿Porque no lo logramos, amor?

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El matrimonio está vez estaba ocupado en una habitación haciendo cosas obscenas, cosas que a los dos les encantaba pero no admitían.

-Agh..-. El pelirrojo gruño embistiendo a el cenizo con fuerza.

-Kirishima... Ah..-. El rubio se encontraba boca abajo siendo embestido fuertemente por su esposo, su cuerpo estaba tenso y sudado. Su mente estaba totalmente nublada y solo podía pensar en todo el placer que le estaba ofreciendo su pareja.

El pelirrojo en un movimiento rápido volteo a su omega contemplando sus hermosos ojos rojos entrecerrados, sus labios entreabiertos. Simplemente era hermoso. Tomo con fuerza las esbeltas caderas de su esposo y comenzó a embestir con más fuerza las paredes de aquel chico de cabello rubio. Los jadeos de ambos inundaban la habitación, los chapoteos y los gemidos hacían mucho para poder ayudar a hacer ese clásico aroma a sexo.

-Blasty... Ah.. me vengo..-. Fueron las últimas palabras antes de que el de ojos rojos de corriera dentro de las paredes de el contrario arrebatándole un gemido de placer a el menor.

-¡Ah!-. Dejo escapar un gemido de placer de sus labios al sentir el líquido blanco y viscoso recorrer su interior.

El mayor se recostó al lado de su pareja sacando su miembro y dando leves jadeos. Estaba totalmente cansado pero excitado a la vez. Por otro lado el cenizo estaba soltando algunas maldiciones mezcladas con jadeos cansados mientras dejaba caer sus piernas en la cama.

-Mierda Kirishima... Está vez si que lograste satisfacerme-. Dijo el menor mirando a el presente a su lado.

Este solo se precipitó a dejar salir una pequeña risillas de sus labios y se volteo en dirección a su esposo envolviéndolo en sus brazos en un cálido abrazo al que el cenizo no correspondió claramente porque su ego le impedía ser amable en algunas ocasiones.

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Al día siguiente el cenizo despertó por los brillantes destellos del sol que entraban por la ventana. Este abrió sus ojos tranquilamente encontrándose con el rostro dormido de su pareja, se sentó y dejó escapar una queja de sus labios por la clara molestia en su trasero y caderas. Con algo de dificultad se levantó de la cama llendo a el baño para entrar a este quitándose la única prenda que lo cubría. Sus bóxers ahora se encontraban en el suelo, se precipitó a entrar en la ducha abriendo la llave de el agua y dejando caer las primeras gotas sobre sus hombros para luego dejar caer el completo chorro sobre su cuerpo refrescando cada parte de su esbelto y fornido cuerpo. Para ser un omega era algo particular, su cuerpo no era delgado era un poco musculoso. Y su actitud no era para nada sumisa, era completamente ruda.

Entre pensamientos después de una media hora termino su ducha cerrando la llave del agua haciendo que está paré, salió de la ducha con una toalla en la mano para luego ponerla alrededor de sus caderas saliendo del baño y entrando a la habitación. Encontrándose con el cuerpo desnudo de su esposo levantado y buscando entre el armario algo que cubriera su cuerpo.

El pelirrojo al notar la presencia de su pareja lo miro y volteo hacia el dirigiéndose a su omega para dejar un casto beso en su mejilla.  -Buenos días mi amor-. Dijo con una sonrisa delineada en sus labios.

-Buenos días-. Se limito a decir con un ligero sonrojo en sus mejillas pues estaba contemplando el cuerpo desnudo de aquel pelirrojo, el cuerpo que tanto anhelaba las noches que tenía que irse a hacer guardia. El cuerpo que lo azotaba por las noches con tanta ferocidad. Simplemente el cuerpo que tanto le encantaba.

-Uhm, ¿Te gusta lo que vez?-. Interrogó el de ojos rojos al notar la manera en la que lo veía su esposo. No podía evitar pensar también en muchas cosas explícitas al ver que el menor solo llevaba una toalla cubriendo su intimidad.

En espera ♡︎. || Kiribaku || Omegaverse ||. +18   (EN PROCESO.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora