Justo ahora tocaba a su esposo, se preguntarán, ¿Que le tocaba hacer a Eijiro? ¿Darles de comer a los pequeños? ¿Bañarlos, cambiarlos? ¡Equivocados! Esta vez le tocaba comer.
Exactamente, el pelirrojo teñido estaba reposando en el pecho de su lindo esposo mientras succionaba uno de sus pezones como cualquier niño comiendo de el pecho de su madre, tan lindo, espera. ¡No! El no era un niño, era su pervertido esposo.
- ¿Cuando te piensas quitar Eijiro Kirishima? ¡Me duele el maldito pezón por tu culpa! -. Dijo mientras se sentaba bien y frotaba sus mejillas eliminando cualquier rastro de rubor natural en sus pomulos causado por el momento justo.
- Aw... Solo otro poquito bebé, esto esta delicioso. - Afirmó mientras aún seguía pegado a su pezón succionando como el niño que creía que era.
- ¡Eso es para tus hijos! No se porque carajos acepte esto en primer lugar. - Bufó el más pequeño de el lugar mientras apartaba a su esposo de su pecho y daba un ligero quejido por la succión del momento.
- Te recuerdo que fue porque estabas muy excitado mi amor... - El mayor meneó sus caderas de un lado a otro gracioso por la ocasión.
-_- INICIO DE EL FLASHBACK -_-
Se encontraban en la intimidad de su habitación, y adivinen lo que estos dos traviesos estaban haciendo. ¡Exacto! Coger como perras en celo.
- Agh, si, se siente bien Eijiro. ¡Más fuerte, ah! -. Exaltó el rubio mientras era embestido por el alfa, su cabello estaba siendo jalado por los dedos del mismo con firmeza.
- Si Blasty, ah... Pero, ¿luego me dejaras tomar de la leche de tus lindos pezones mi amor? -. Se acercó a él oído de su esposo murmurando suavemente para luego soplar y dar una lamida en el mismo de forma coqueta mientras jalaba el cabello de mi amado suavemente.
- Si, ugh... Te dejaré pero cógeme más fuerte, hazlo carajo~... - Pidió el menor mientras movía con rapidez sus caderas de adelante hacia atrás como si su vida dependiera de ello.
- Ah, si... Te daré tan duro que no podrás caminar en meses -. Dijo para luego comenzar a moverse con más rapidez embistiendo el punto dulce de su omega con total empeño en hacerlo sentir tan bien que termine diciendo que no lo quiere hacer en un buen tiempo por todo el placer que se había alojado en el.
-_- FIN DEL FLASHBACK -_-
- Cállate idiota... -. Susurro el menor mientras un sonrojo se apoderaba de sus mejillas nuevamente tiñendo su rostro de rojo, como si de un tomate se tratase.
- Shh... Ya se que te hice sentir bien... No hace falta que me lo digas Blasty - Dijo el pelirrojo mientras empuñaba su mano e inflaba su pecho de puro orgullo masculino, echo su cabeza hacia arriba como si mirará al cielo de no ser porque estaba dentro de su casa y sus ojos se encontraban cerrados, bajo nuevamente su rostro junto con su brazo fingiendo orgullo de traer esa anaconda escondida en sus pantalones. Abrió sus ojos y los condujo hacia su esposo.
- Que carajos... ¡Pareces actor de telenovela Eijiro! -. Hablo mientras se levantaba y se dirigía a la habitación que albergaba a sus dos hijos. Entro a la misma con sumo cuidado pues no sabía si alguno de los pequeños se encontraba dormido en ese momento, pero no, estos dos chiquillos eran tan imperativos como su padre al fin. Noto como los dos estaba en su corral mientras jugaban entre ellos, Taro intentaba "comerse" la cabeza de su hermano mientras que Hideki simplemente refunfuñaba intentando quitarlo de sí mismo sin éxito alguno.
- ¡Bahh! - Protestaba el pequeño Hideki intentando apartarlo de su linda cabecita mientras estaba amenazando con llorar, noto la presencia de sus dos padres y dirigió su manita hacia su papi, el cual fue corriendo al rescate de su pequeño, Eijiro cargo a Taro para alejarlo de su pequeño hijo, alejarlo de ese pequeño peligro que lo atormentaba en sus noches y días de sueño. Tomo en brazos a su pequeño Hideki plantando muchos besitos en su carita de manera tan tierna que hasta para el pequeño con unos meses de vida ya le parecía totalmente empalagoso. Extendió su bracito a su madre buscando la ayuda necesaria para escapar de aquel terrible caos. - ¡Buh, bah! - Espetó el más pequeño de la habitación con total seguridad, tan inteligente como Albert Einstein y tan seguro de sí mismo como cuando el mismísimo George Bruce Ismay dijo que el Titanic no lo hundía ni Dios.
- Sueltalo baboso, ¿No ves que lo tienes enojado? - Dijo el rubio mientras se dirigía a su esposo y salvaba a su hijo de los terribles besitos que repartía el de dientes de tiburón sobre su carita.
- ¡Cómo te atreves! -. Cuestionó el mayor de la habitación mientras tomaba en brazos a su otro pequeño y volvía a repetir aquella terrible catástrofe infernal en su linda caritas, repartiendo besito por aquí y por haya como cualquier padre maniático segado por el amor. Pero a diferencia de Hideki... ¡Taro calló en sus malévolos planes y comenzó a reír tiernamente con demasiada frecuencia! ¡Oh no, salvenlo de aquel malvado padre que lo amaba demasiado!
- ¡Buh..! -. Dijo el pequeño Taro intimidando a su padre con tanta malicia que terminó asustando totalmente a ese pelirrojo y por ello sonrió con ternura dejando aún más besitos en su rostro.
- Dios mío, de tal palo, tal astilla. - Dijo el rubio mientras cargaba a Hideki quien se encontraba recostado en su pecho admirando la temible escena de cariño y afecto de padre e hijo ante sus inocentes ojos.
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El omega se encontraba en su trabajo, si, el omega trabajaba y hoy le tocaba a el alfa hacer el trabajo pesado en casa, cuidar de los niños, hacer los quehaceres y hacer la comida. Aunque pareciera poco te tomaba todo el día, o al menos eso decía siempre el rubio de mal genio.
Pero para el mayor eso no era nada, aún se encontraba durmiendo plácidamente... Hasta que de pronto.... ¡Bum! ¡La puerta de la habitación se abrió se par en par!
- ¡Hola Kiribro! - Dijo un beta rubio al mismo tiempo que Hanta Sero, un alfa. Ambos entraban sin pudor alguno a la habitación con sus brazos extendidos listos para recibir un abrazo de su gran mejor amigo, el alfa pelirrojo.
- ¡Hola mi amor! ¿Donde están los bebés? - Espetó una chica de tez morena llamada Mina Ashido, una omega. mientras empuñaba sus manos con total emoción de conocer a sus "sobrinos".
- ¡AHHH! -. El pelirrojo se puso de pie sobre el suelo. Y como ya se lo podrían esperar... ¡Desnudo! Su gran amigo colgaba desnudo entre sus piernas aún dormido.
- ¡AHHH! -. Gritaron los tres amigos al mismo tiempo al presenciar la escena de una forma tan horrible mientras cubrían sus rostros rápidamente, a excepción de Denki. El si quería ver como el curioso beta que era.
- ¡AHHHH! -. Volvió a gritar el alfa de la casa mientras cubría su miembro con sus manos y los miraba con cierta vergüenza en sus ojos. - ¡¿Que hacen aquí?! -. Cuestionó mientras buscaba en el suelo sus boxers y se los ponía para que así mismo Sero y Mina retiraban sus manitas de sus traumados rostros.
- Bakugo no pidió que te ayudaramos con los niños. - Dijo la única chica de la habitación mientras negaba con asco de haber visto la cosa de su amigo.
- ¡Avisen al menos! No se para que le di esa llave de repuesto a Denki por si hay una emergencia -. Dijo el pelirrojo con total vergüenza mientras se ponía su ropa.
- ¡No pensamos que durmieras desnudo con Bakubro a tu lado! -. Continuó el rubio mientras alzaba sus brazos rápidamente y los movía de un lado a otro.
- ¡Si! ¡No es nuestra culpa! - Culminó el pelinegro de la habitación mientras seguía los movimientos de su amigo de ojos amarillos.
- Ay Dios, ¡Siempre había soñado dormir desnudo en mi propia casa y cama! - Dijo mientras miraba a sus contrarios los cuales solo rieron por el tonto sueño de su mejor amigo. - ¡Es enserio! -. Volvió a decir mientras sollozaba de la vergüenza.
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Se acabó el capítulo, espero que les haya gustado y perdón por la demora, no tenis imaginación xd.
Total de palabras: 1489.
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En espera ♡︎. || Kiribaku || Omegaverse ||. +18 (EN PROCESO.)
RomansUn matrimonio está esperando poder procrear un/a heredero/a, pero todos sus intentos son en vano ¿Que podrán hacer? ¿Alquilar un vientre? ¿Darse por vencido? No lo sabemos aún, pero si quieres saber que sucederá entra a esta historia. - Capitulos d...