Donde Rodrigo se acuerda de su gatito desaparecido por Tomás.
-Barry...-se escuchó en un hilo de voz, a su vez suspiró con cansancio, y solo siguió acariciando con sus dedos el cabello del contrario, revolviendo todo este.
•Carrera & Robleis
•Ficció...
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Ivan buscaban entre todas las mesas libres un lugar cómodo para comer junto a sus amigos. Entre medio de ese tiempo, hablaban de lo ocurrido minutos antes y el más alto reía.
Rodrigo con su sonrisa traviesa contaba la secuencia que había pasado, en solo unos segundos que Tomas fue al baño e Ivan compraba la comida.
—Enconces me habló la rubia que tenía su celular en la mano, me pidió mi instagram, pero...—paró un segundo para comer una de las papas de la bandeja del mas alto, quien se quejó.—¿Cómo le puedo decir que tengo puras publicaciones de memes y fotos de naruto? No podré chamuyar nunca mas. —Decía aquello mientras reía, el contrario tambien lo hacía, pero este seguía con sus dudas.
—Pero Rodri ocultá las publicaciones. —Levantó la ceja, con una expresión confundida.—Ademas no entiendo porque te quejas de eso, siempre que se te acercan grupos de chicas las rechazas.
—Mmh...no me gusta tener pareja, lo sabés. —pensó un poco.
Eso en parte era verdad, ya que las únicas dos veces que había intentado estar de pareja no se sentía cómodo, no por las chicas en específico, pero si por el hecho de que no funcionaba.
—¿Y vos Buhajeruk? ¿Qué onda con la wacha? —Comió una papita mientras miraba a otra dirección, cambiando de tema.
Cuando comenzó a hablar su amigo, llevó su mirada hacia el baño, al lado del kiosco donde se compraba la comida. Miró esperando algo que él no sabia pero su interior si, más aún cuando vió a Tomás salir de este e ir a paso lento para comprar la comida.
—¿Me escuchas rodri? —Alzó la mano hacia el menor. —rodri. —repitió, para al final ser contestado con un sonido de Carrera, afirmando que lo escuchaba.
—Bueno, entonces...te decía.—Y volvió a perderse en su propia nube, viendo como ahora aquel castaño compraba.
Está vez, mientras escuchaba la voz de Iván de fondo, miraba cada parte del cuerpo de Tomás, sus pelos alborotados color castaño,-un poco mas oscuro que el suyo-, largos hasta la nuca, la cuál estaba descubierta. Se veía un tono bronceado pero todavía siendo palido por todo la superficie de está. Sin darse cuenta sus ojos siguieron por la espalda donde estaba el logo de la escuela color verde. "A Tomás le sienta bien el verde" movió su cabeza, "Pero a mí no." y río, sabiendo que su inconsciente tenía razón. Notó un gran notorio cambio desde su fina cintura hacia la cadera, dónde estaba mas pronunciado, y mucho más en la zona que estaba abajo. Rápidamente quitó la vista de allí, con mucha pena. Y por fin escuchó a Buhajeruk.
Solo pequeños minutos después llegó el de baja estatura en la mesa, encontrandolos por la seña que le hizo Ivan, moviendo su mano de un lado a otro. Rodrigo trataba de no encontrarse con los ojos del castaño, pero se hacía inevitable cuando este sonreía al recibir un comentario del mas alto, que le decía de sus gustos musicales y a la vez preguntaba por los de él.
