⚠️ RESTRINGIDO EL PASO ⚠️
mentira, simplemente lo hice por qué quiero mucho a mi amiga JAJSJ
𝙃𝙊𝙔 𝙀𝙎 𝙉𝙊𝘾𝙃𝙀 𝘿𝙀 𝙎𝙀𝙓𝙊
Antes que nada, buenos días, tardes o noches dependiendo de dónde me estén leyendo y a qué hora.
Título sugerido por R...
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Hecho a base del capítulo anterior.
Sentía su cuerpo fallecer, poco a poco sentía como el nudo de ambos estaba por hacerse presente. Pero ciertamente, el no quería terminar de hacer aquellos actos, su animal interior no lo deseaba, simplemente quería seguir disfrutando del movimiento tan enloquecedor, dejándose guiar por su conciencia animal.
El castaño besaba su cuello, lamiendo las marcas de sus propios dientes que había dejado en la piel del azabache.
Sus gemidos no hacían más que la subconciencia del castaño quisiera seguir, la piel del contrario se podía ver roja, incluso llena de ese líquido rojo debido a la cantidad de mordidas y chupetones que estaban en la misma.
No se detuvo, comenzó a embestir de nuevo al híbrido haciendo que soltara gemidos casi inaudibles, sus cuerdas vocales no parecían estar bien en ese momento.
Sus manos apretaban con fuerza las mantas de la cama, estás se encontraban totalmente manchadas de sus fluidos... Ya no les importaba una mierda quien podía verlos haciendo aquello.
El castaño aumento sus embestidas, golpeando la próstata del menor sin ningún tipo de cuidado, los gemidos bajos del menor hacian una mezcla de sensaciones en el cuerpo del mayor haciendo que quisiera que ese momento durará para siempre.
-¡Luzu!~-Fue lo último que dijo antes de que de nuevo aquel líquido fluyera por el abdomen del híbrido. El mencionado sonrió, su mirada viajo por el cuerpo del más pequeño.
Observo atentamente como su pecho bajaba y subía, tratando de regularizar su respiración entrecortada. Esto simplemente le parecía lindo, tierno a cierto punto, más por saber que el era el responsable de sus sensaciones.
Todos sabemos que esto no va a parar aquí...
El híbrido no tardó mucho en volver a mover sus caderas, mierda que la energía se le había subido a la cabeza de verdad.
Sin mucho tiempo que perder, el alfa comenzó a embestir de la misma forma, rápido y a la vez lento, una mezcla que le encantaba de sobre manera al más bajo.
El olor de ambos sobre salía bastante en aquella escena, el olor a moras combinandose con el olor a vino puro... Una mezcla un tanto extraña pero deliciosa.
El castaño movía sus caderas con total agilidad, escuchaba los ligeros jadeos y gemidos que le sacaba al pato.
Decidió, después de un buen rato, por fin cambiaron de posición, salió de manera rápida del interior del pequeño haciendo que este sacara un jadeo de placer. El más bajo dió un quejido al sentirse vacío, rogando de nuevo tener a su ahora alfa dentro de el.
