0006.

141 4 0
                                    

contexto: joseph es secuestrado por jamie.
tw: síndrome de estocolmo, abuso físico.
(lo escribí con algo de sueño, perdón si está feo)

Corría rápidamente a través del espeso bosque completamente descalzo y adolorido por un tobillo torcido, con el labio sangrando y el sabor de aquel líquido escarlata en su paladar podía escuchar sus latidos en su cabeza, como las ramas crujían a cada fuerte pisada y como las lágrimas corrían por sus mejillas. Él aún lo perseguía, riendo al saber que no podía escapar, Jamie estaba acostumbrado a atraparlos y no siempre les iba bien, Joseph tendría suerte si este no lo mataba de un plomazo.
Se aferró al árbol riendo a carcajadas, apuntándole con el arma. —¡Huye, vamos corre! Puedo olerte a kilómetros de distancia.
Su mirada se mezcló con la de Joseph quien se detuvo rompiendo en llanto, dándose cuenta que era imposible, estaban a kilómetros de la carretera y desconocía el camino exacto a la salida del sitio, se acercó lentamente a su raptor el cual lo tomó del cuello con fuerza inhalando su aroma como si fuese droga, y sonrió besándolo a la fuerza.
—Una más y papi estará molesto. — murmuró Jamie contra sus labios. —¿Oíste?
Joseph asintió con temor, limpiando sus lágrimas con el dorso de su mano y caminando hacia la gran casa que estaba a metros de distancia. Al entrar a la casa fue castigado con un golpe que lo lanzó al sofá que estaba a sus espaldas, amortiguando su caída por mera suerte.
—Tu puedes correr y ser libre, encontrar a otros y pretender que esto no ha pasado, pero NO PUEDES ESTAR LEJOS DE MI. — exclamó Jamie tomándole fuerte del cuello, viéndolo a los ojos. —Entiende maldito esclavo, me perteneces.
Jamie lo había tocado arrancándole los más impuros gemidos, haciéndolo retorcerse bajo su agarre y el sentimiento hacia su raptor era el más enfermo de todos, tan prohibido e incorrecto que le causaba asco y escalofríos pero después de varios intentos de ser solo su enemigo, se había dado cuenta que era relativamente difícil verlo así. Todo apuntaba a un amor imposible que era tan dañino como la radiación.
—Soy completamente tuyo si así lo deseas. — murmuró rendido, bajando la cabeza totalmente sumiso.
Jamie se volteó, sonriendo y acariciando su mejilla con suavidad. —Lo eres mi vida, claro que si.
Lo sujetó fuerte del pelo mientras lo obligaba bruscamente a ponerse de rodillas, conectando ambas miradas cargadas de excitación y miedo, pero había algo más allí y la fascinación de Joseph por aquel hombre más allá del dolor y el miedo era enorme, lo amaba. No podía hacer nada contra eso.
La noche cayó rápidamente, una ducha tranquila donde el chico rubio le acariciaba el cabello húmedo, contándole sus horribles anécdotas de infancia que le había dejado un trauma hasta el momento, que lo había hecho quien era.
—¿Porqué no me matas? — preguntó Joseph, suspirando.
Jamie guardó silencio, volteándolo a ver con seriedad y acariciando su mejilla continuamente. —Eso no, no contigo.
—Has asesinado a otros. — comentó Joseph.
—Obviamente. —
Su cuerpo estaba lleno de marcas que posiblemente jamás se irían, no podía cerrar los ojos por más que la respiración tranquila de su compañero forzado de cama estuviese dormido plácidamente. Joseph se levanta lentamente bajando hacia la cocina donde ve fijamente a través de la ventana, con esperanzas de huir y ser libre finalmente.
Pero no.
Primero muerto, que dejar a Jamie.
Un arma afilada se apoyó contra su cuello cortando apenas un poco sin ser algo de que preocuparse, los ojos de Joseph se abrieron totalmente preocupado e inmediatamente apretó los puños contra el sobre del mueble. Inhalando fuerte y suspirando pesadamente.
—¿Vez toda esa naturaleza? — preguntó Jamie en su oído.
Joseph asintió lentamente.
Jamie sonrió. —Si te acercas a ella, te mato. Eres mío, jamás podrás dejarme.

(realmente no creí que este libro no tuviese tanta aceptación, I'm in love with that, x. Ilya)

𝐋𝐨𝐥𝐥𝐢𝐩𝐨𝐩// 𝐉𝐚𝐦𝐢𝐞 𝐁𝐨𝐰𝐞𝐫 𝐗 𝐉𝐨𝐬𝐞𝐩𝐡 𝐐𝐮𝐢𝐧𝐧 𝐎𝐒.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora